1_ Quien es Bertrand Russell
Primero, por las dudas, quien fue Bertrand Russell: un señorito inglés, marques o duque o conde de algo, de los tiempos en los que los señores de clase alta se copaban con la ciencia y se dedicaban a estudiar, a pensar y a hacer cosas razonablemente útiles. Era un matemático brillante y un filosofo interesante, además un defensor de causas perdidas, crítico del Imperio, estuvo preso por pacifista en la primera guerra mundial y, ya viejito, terminó siendo un opositor a la guerra de Vietnam, que de ahí lo conoce mi generación. Fue, planteó y escribió, muchísimas cosas más, que vamos a dejar libradas a la curiosidad de los lectores.
Lo que nos importa es su descripción honesta e implacable de lo que vio en su viaje a la República Socialista en 1920. El que critica, corre siempre el peligro de ser criticado.
2_ Opiniones.
Para empezar a Russell le gusta la idea del comunismo pero no los métodos de los bolcheviques, considera que todo el movimiento es una gran ilusión de felicidad para una era distante, considera eso una tragedia. Las esperanzas revolucionarias le parecen como el "sermón de la montaña" a partir del cual los cristianos no aprendieron a poner la otra mejilla sino a crear la inquisición.
Para él, el bolchevismo es producto de la guerra mundial y de la desesperanza que generó. Opina que el capitalismo está condenado, las injusticias se han vuelto demasiado visibles, incluso con el surgimiento de los States, el sistema va a tender a debilitarse. El nuevo orden puede ser el socialismo o alguna clase de reversión a la barbarie. Si la única alternativa al capitalismo son los bolches, ningún socialismo es posible.
Sin embargo los miembros del Partido Comunista, que decide todo en Rusia, aun tienen esperanza en un futuro mejor para las próximas generaciones.
Muchos visitantes explican las condiciones de vida durísimas de los ciudadanos soviéticos por el bloqueo y la guerra.
La situación en Rusia es similar a la de los otros países que perdieron la 1ra guerra mundial, Alemania y Austria-Hungría. Particularmente la escasez de alimentos.
También sorprende el desorden y el despilfarro, tanto alemanes como americanos son muy superiores, aunque tiene que reconocer que los bolches son los hombres más capaces con que cuenta Rusia. Considera a la intolerancia y la falta de libertad como características de los rusos, un gobierno comunista en Gran Bretaña tendría una oposición más responsable y el gobierno sería más tolerante.
Señala algo interesante que es cierto que muchos de los problemas terribles que enfrentaba el soviet eran a causa de la guerra pero que la propia actitud beligerante del soviet había causado la agresión, la invasión de Rusia había sido causada por la mala onda de los rusos.
Lo que no parece comprender es que la república soviética fue invadida, entre otras cosas, porque los aliados querían que siguieran en la guerra, de algún modo el Soviet fue castigado por lo mismo que fue castigado BR.
Por pacifista.
Russell entró en la República soviética el 11 de mayo de 1920. Lo aceptaron como parte de una delegación laborista británica. Fueron tratados como reyes, viajan en tren de lujo y reciben homenajes y saludos de soldados, multitudes y personajes varios. Nuestro filósofo logró escapar de las celebraciones y siempre con ingleses o americanos que le traducían habó con gente por la calle. Les dieron completa libertad, incluso para entrevistar a políticos opositores.
Imagínense que llegas a BA y querés saber lo que pasa y, para eso, tenés, de traductores, a señores yanquis o ingleses ¿No sería ese un punto de vista tendencioso, ya de movida?
Nos cuenta que cuando un europeo habla de "dictadura del proletariado" no piensa en una autentica dictadura y que ve al proletariado como la masa del pueblo, en cambio, los rusos ven a la dictadura como tal y al proletariado como la "vanguardia conciente".
Proletario puede ser un Lenin, de origen burgués, y no un trabajador que no tenga la opinión correcta.
Los comunistas de verdad son descriptos como guerreros espartanos, capaces de trabajar 16 horas por día sin cobrar, capaces de tener el control de bienes materiales pero para distribuirlos, sin aprovecharse. Lo mismo que lo hace austero lo hace despiadado. De modo que la oposición es aplastada sin misericordia.
BR nos habla de la tolerancia británica, lamentándose de que los británicos no la apliquen fuera de Inglaterra. Compara a los bolches con los soldados puritanos de Cromwell, no me voy a poner a hablar de eso justo ahora pero Cromwell es el equivalente a la revolución francesa de los ingleses, le cortaron la cabeza al rey y todo. El paralelo es interesante así como Lenin cerró la asamblea constituyente, Cromwell clausuró el parlamento. Después compara al soviet con la república de Platón. Los bolches tienen todas las virtudes y los defectos de una aristocracia naciente: corajudos, energéticos y capaces, son dictatoriales y carecen de consideración por los plebeyos. Tienen ventajas sobre los ciudadanos de a pie, pueden acceder a automóviles y teléfonos.
La visión del mundo de los soviéticos es que todos los países deben hacer su revolución y que esta debe ser violenta, en el caso de los británicos, Lenin quería que los laboristas accedieran al poder pacíficamente para demostrar la futilidad de ese proceso.
Adivinen quien tenía razón.
Por eso la tercera internacional es una organización para promover la revolución en todas partes. No es que BR crea que el capitalismo es bueno pero el socialismo tampoco es tan bueno. Para hacer una revolución hay que hacer la guerra, para hacer la guerra hay que concentrar el poder. En un enfrentamiento de ese tipo bien puede pasar que la destrucción arrase con la civilización, en el caso de un solo país eso podría ser aliviado por la ayuda externa pero si la revolución es mundial entonces no existiría esa última posibilidad.
A BR no le tocó vivir en la época del calentamiento global, por eso no considera la posibilidad de que el capitalismo destruya todo, sin que haya ninguna revolución.
A pesar de que Lenin es claramente un internacionalista, a partir de las intervenciones extranjeras, ha crecido el sentimiento nacionalista, cita su encuentro con Trotsky, al parecer, en su momento militar, ovacionado en un teatro, como un ejemplo de nacionalismo.
3_ Con Lenin.
En Moscú se entrevista con Lenin, que habla muy bien el inglés, la oficina de Lenin contiene solamente un par de sillones viejos, un escritorio y una biblioteca, cosa que parece sorprenderlo. Lenin se ríe todo el tiempo, lo que parece simpático al comienzo pero termina por resultarle siniestro.
Le pregunta cómo cree posible establecer el comunismo en un país atrasado, de campesinos, Lenin reconoce que les están pagando el grano con papeles sin valor, espera cambiar el país por medio de la electrificación, ni más ni menos que industrializar el campo. La idea de que la propaganda bolchevique donde se divide a los campesinos ricos de los pobres, a Russell, le parece que va generar violencia, a Lenin le hace gracia. Lenin dice que bajo el gobierno bolche los campesinos han comido mejor que antes y aun así se oponen. La última pregunta es acerca de los peligros de comerciar con el capitalismo, Lenin opinó que era mejor que la guerra, reconoce que la revolución ha sobrevivido gracias a las disensiones en los países imperialistas.
Nuestro filósofo reconoce que le cuesta creer que alguien tan dogmático y ortodoxo pueda ser un gran líder. La fuerza de Lenin parece venir de su honestidad, coraje y fe inconmovible. Esa fe explica la falta de libertad y Russell valora el “escepticismo de los occidentales”.
Mucho más que por Lenin está impresionado por Trotsky, que, al parecer, tiene facha, carisma y sentido de humor.
4_ Arte.
En cuanto a las manifestaciones artísticas el mérito de los bolcheviques ha sido preservar todo, en todos los campos, incluso cuando se tratara de partidarios del antiguo régimen. El teatro es particularmente vital, el nivel es el de Londres o Paris, y, básicamente, se siguen representando las antiguas obras.
Muchos bolcheviques piensan que proteger y promover ese tipo de teatro y de cultura es erróneo, que solamente se debería fomentar el arte que tuviera un contenido propagandístico, de hecho el único poeta genuinamente popular es uno que escribe canciones, comparables a la “poesía patriótica” de la época de guerra en Inglaterra.
Unas cuantas páginas están dedicadas al arte, lo que no es el tema de este artículo, Russell parece especialmente interesado en un desfile histórico efectuado para presentar el congreso de la 3ra internacional en Petrogrado, lo que recuerda a mis tiempos de la década del 70 donde los compañeros escuchaban discos donde, lo principal, era que, los cantantes, hablaban sobre la revolución. Lo que Russell describe es un espectáculo de teatro gigante con 14 o 15 mil tipos en un atardecer de verano en Petrogrado. El tema es la comuna de Paris, la primera guerra mundial y, finalmente, octubre y la guerra civil.
Una de las preocupaciones que tiene Russell es sobre la diferencia entre las escuelas de avanzada que hay en las grandes ciudades en comparación con la desaparición de escuelas en el campo, la otra es sobre la necesidad de formar obreros industriales y, por último, la rigidez de la enseñanza del dogma comunista. El "dogma" se usa para enseñarles a leer y a escribir a los analfabetos que son la inmensa mayoría en las provincias.
En ese sentido compara el desarrollo de la Rusia socialista con el del far west americano.
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5_ Soviet.
Un punto importante de la visita del filósofo es averiguar si el soviet es superior al parlamentarismo. Encuentra al sistema de elección de los soviets “moribundo”.
Eso podría ser cierto, en el párrafo siguiente agrega que ningún sistema eleccionario podría darles la mayoría a los comunistas, lo que, de nuevo, podría ser cierto.
El problema es que lo que hace que las elecciones del soviet sean, digamos, “arregladas” son:
1_ que se vota a mano alzada, es decir el voto no es secreto.
2_ solamente los candidatos del estado pueden disponer de una imprenta, que es lo mismo que pasa ahora en la argentina con Clarín y parece, será de dios, que van a perder igual.
3_ los opositores no se pueden reunir porque todos los locales son del estado.
Aun así los mencheviques lograron hacer elegir 40 diputados sobre los 1500 del soviet de Moscú, detalle interesante porque son votos obreros, uno sospecha, por experiencias vistas, muchos años después, muy lejos de Moscú, que la aristocracia obrera parece estar tomando distancia del soviet. Este soviet se reúne raramente, incluso el comité ejecutivo, que debería reunirse una vez por semana, tampoco lo hace.
De esos 1500 delegados se producen unas 30 revocaciones de mandato por mes, las principales causas son alcoholismo, partir al frente de combate y desoír el mandato de los electores. En las provincias los obreros están sobre representados en una inmensa proporción. El soviet de toda Rusia el organismo ante el cual deben responder los comisarios del pueblo, se reúne raramente y es crecientemente formal.
Russell nos dice que la suma del poder recae en el Partido Comunista que cuenta con no menos de 600 mil miembros.
Mi opinión es que 600 mil sobre unos 120 millones de Rusia eso es una representación popular, sin ser el ideal, mucho mayor que la de las democracias occidentales donde el poder reside en unas pocas familias.
Pero no me hagan caso, soy un terrorista.
Para nuestro filósofo, las razones por las cuales, entre los campesinos, hay oposición al régimen son “inadecuadas”. Se reconoce que los campesinos nunca estuvieron mejor y a nadie han visto desnutrido. Los terratenientes han sido expropiados y los campesinos están ganando plata. También es cierto que un rublo zarista vale 10 veces más que uno del soviet.
Cualquier cosa parecida a algún país latinoamericano del siglo XXI es pura coincidencia.
Al parecer una buena parte de los campesinos ignora la guerra y el bloqueo y quisieran que sus poblados sean independientes de cualquier gobierno.
Por su parte los comunistas están divididos en facciones y solamente la presión externa los mantiene unidos. El amigo distingue entre 3 clases de burócratas: los viejos militantes del partido, creyentes y despiadados contra los corruptos y los viciosos, los arribistas que están con el que va ganando, ahí encontramos a tipos que sirvieron con el antiguo régimen, entre estos Russell señala a miembros de CHEKA, cosa que no se corresponde con lo que escriben otros autores. La tercera clase es la de los que, simplemente, son tipos capaces que han encontrado un laburo.
El 9no congreso del PC de marzo-abril de 1920 habla, entre otros desastres, del colapso de los ferrocarriles, las fábricas solamente producen armas y uniformes para las tropas. Ya antes de la llegada del poder soviético, el principal rasgo de la industria del Imperio Ruso, era su dependencia del extranjero. De los especialistas rusos que quedaron, durante la primera época del soviet, muchos se dedicaron al sabotaje. Los ferrocarriles están paralizándose por falta de repuestos. La falta de productos manufacturados genera problemas en la distribución de alimentos, a su vez la falta de alimentos genera parálisis en las industrias. Otro problema grave es la falta de combustible, antes Rusia importaba carbón de Polonia y de la cuenca del Don, Polonia se independizó y las minas de carbón de la cuenca del Don fueron destrozadas por Denikin. La tecnología de las destilerías de petróleo es de origen inglés. La falta de combustible hace que, los caños que llevaban el agua a las viviendas de Petrogrado, hayan quedado destrozados en el invierno. Por cierto que eso explica porque la ciudad perdió las 2/3 partes de la población.
Nuestro filósofo nos cuenta que hay un problema de ineficiencia, cosa en la que seguro tiene razón, acto seguido esboza un plan para abastecer a las grandes ciudades del soviet usando caballos, afirma haber visto muchos en el Volga.
Uno sospecha que el plan es igual a los sueños utópicos que les atribuye a los comunistas.
Moscú está rodeado de tierra cultivable, no deberían tener problema en vivir de lo que se cosecha en su entorno, es una idea de una increíble perspicacia que recién se está empezando a usar en el siglo XXI.
Los obreros de las ciudades intentan huirle al hambre mudándose al campo, eso esta prohibido, se publica una lista de “desertores” y son condenados a rehabilitación. El 9no congreso decide: “(…) la movilización del proletariado industrial, el trabajo compulsivo, la militarización de la producción y el uso de fuerzas militares para necesidades económicas”. La situación es tan desesperada que Russell no ve nada criticable en estas iniciativas. Con estas y otras medidas similares considera posible que la república socialista consiga desarrollarse sin apoyo externo pero el costo promete ser altísimo. Y termina por reconocer que las leyes tan severas se deben, al menos en parte, por la guerra y el bloqueo de los países aliados.
6_ Vida cotidiana.
La vida cotidiana en Moscú dista mucho de ser como los horrores que inventan los medios de la época. No hay desórdenes, se cometen pocos crímenes. Todo el mundo trabaja duro y los mejor educados ya tienen algún cargo en el estado. El teatro, la ópera y el ballet siguen como siempre y los sindicatos reparten entradas gratis. La prostitución es casi inexistente y en ninguna parte del mundo las mujeres pueden andar con tanta tranquilidad. Por otro lado la vida es muy difícil a causa de la escasez de alimentos. Russell nota que la gente trabaja más horas que en Inglaterra.
Que eso sucede porque los ingleses tienen a los hindúes, y a la argentina, es algo imposible de concebir para Russell, como si dijéramos lo que piensa un pez acerca del agua.
Se puede ver a los trabajadores en andrajos, buscando agua con una cantimplora. Tomarse unas vacaciones es imposible, para poder viajar se necesita un permiso que puede demorar semanas, las colas en el ferrocarril son normales en Moscú, puede llevar días conseguir un asiento, los trenes van repletos, con gente viajando en el techo. La gente viaja al campo todo lo que puede porque en el campo hay alimentos. Los obreros de las ciudades siempre tienen familiares en el campo. La policía controla los trenes en busca de especuladores, estos resultan ser gente que vende comida. Todo el mundo viola las leyes diariamente. Los diarios son exhibidos en lugares públicos, nadie los compra. No hay vida social, en parte por la falta de alimentos, en parte por miedo a la represión policial.
En el momento en que nuestro filósofo está en Moscú un grupo de presos anarquistas y Socialrevolucionarios están de huelga de hambre, el rumor dice que, después de 8 días, fueron a juicio y que, en muchos casos, fueron exonerados.
Las huelgas son ilegales, aun así, ocurren. La disciplina es mayor que en la peor explotación capitalista. No hay una regla respecto a los pacifistas que se niegan a ser reclutados, hay casos de fusilamientos, por cierto que las mismas leyes que tienen los aliados, y hay casos de acuerdos y el objetor de conciencia se va a su casa.
La religión es, todavía, muy importante, la gente “se hace cruces” lo que debe querer decir que los ortodoxos hacen como los católicos y se santiguan. En teoría los trabajadores deberían sentirse felices de haberse librado de la dominación capitalista, eso es cierto para los comunistas convencidos pero no para la mayoría que se siente “esclava del gobierno”.
Por lo que uno ha visto de esas cosas, no solamente los “convencidos” podrían llegar a estar felices del fin del capitalismo, muchos, muchísimos no-tan-convencidos bailarían con gusto sobre la tumba de los chupasangre.
Y esto lo digo como axioma: trabajar para el estado es mucho menos opresivo que hacerlo para privados que joden todo el día.
En principio, todo el mundo recibe una ración de comida que debería ser suficiente para vivir, pero no lo es, en algunos casos dicen que no se distribuyen como deberían, en otros, simplemente, no bastan para estar alimentado, de ese modo, todos tienen que comprar en el mercado negro, los precios son 15 veces los fijados por el estado. Para rebúscaselas muchos van “de visita” al campo y vuelven con bolsas de harina, lo que es ilegal, pero que puede hacerse, o bien sobornado a los inspectores o por medio de la viveza criolla, importada para la ocasión. El gobierno parece no saber qué hacer para cortar esa cadena de especulación. Si los campesinos pagaran un impuesto en especie sería fácil alimentar a las ciudades pero a los campesinos no les interesa, solamente quieren intercambiarlo por bienes.
En los peores momentos el ejército rojo se ocupo de "expropiar" el grano por la fuerza, eso ya no es así pero el intercambio de comida por unos billetes desvalorizados no es popular, si se permitiera el "libre intercambio", si un gobierno votado por la mayoría de los campesinos se impusiera, la gente de las ciudades perecería de inanición.
Russell deduce que la república soviética no va a ser vencida, los rusos pueden seguir adelante en condiciones intolerables para los occidentales. La lucha por defenderse va a terminar en un contraataque. Ve los trenes soviéticos viajar en el Turquestán. La Política de intervención militar de los aliados siempre fue criminal pero ahora también es contraproducente. Una declaración de Lenin en el congreso de la 3ra internacional que llama a los revolucionarios a pactar con la burguesía del 3er mundo. Dice que esa política es un ataque directo contra el Imperio Británico. Entre los bolcheviques describe 3 tendencias respecto a la política exterior, los "pragmáticos" partidarios de hacer la paz con el imperialismo, comerciar y desarrollar el país, los que sueñan con exportar la revolución al occidente y los que pretenden la liberación nacional en el oriente.
Considera al bolchevismo como una religión y a la religión como fuente de todos los males, en contraposición con el saber científico fuente de toda bondad. Con religión nos quiere decir una serie de dogmas que gobiernan la vida. El comunismo entre los rusos le parece similar al Islam entre los árabes.
Por último los métodos brutales del soviet son razonables en un país atrasado como era Rusia pero no en el mundo desarrollado. Los bolcheviques no son ángeles a los cuales rezarles ni demonios para ser exterminados sino hombres temerarios, capaces y con gran determinación, intentando lo imposible.
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espero con ansias el próximo capítulo. seguramente tendré algo que comentar. todo el mundo político tiene su propia opinión sobre kronstad
ResponderEliminart
ResponderEliminarmuy buen post
ResponderEliminar¡Gracias mil por retomar la historia de la revolución! Un cartelito en cirílico para despuntar el vicio del traductor de google en la próxima nota.
ResponderEliminar¿no fueron mas q tendenciosas las miradas anglosajonas hacia rusia, siempre?
ResponderEliminarEste tipo era un groso, sintetizó su vida en esta frase: “Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación. Ésta ha sido mi vida. La he hallado digna de vivirse y con gusto volvería a vivirla si se me ofreciese la oportunidad.” Bertrand Russell Autobiografía, 1967.
ResponderEliminarSalute Bernard !