se desprende del texto que el pelado fue alguna clase de gran hombre y que los pibes que pagaron con su vida la tentativa insensata de La Tablada no existen. Parece que, la muerte de 40 militantes populares entregados en un ataque sin sentido, era una fase necesaria para que Gorriaran alcanzara su trágica grandeza. La sra. Miau consulta (sobre el pelado) con Luis Mattini, me acuerdo cuando lo conocí, se llama Arnold Schwartzenegger o algo así, participaba de alguna clase de fundación del Partido Radical y pensé: “¿Este tipo era la dirección nacional del PRT? No entiendo como estoy vivo todavía”. Dirigentes de la izquierda, y pensar que el PRT fue la única izquierda seria que hubo, que matan a sus propios militantes o que están ahí no se sabe bien porque y que no son nadie. A tales dirigentes, tales periodistas. Aunque, aun los malos dirigentes, se la jugaron en algún momento, incluso los peores dirigentes conservan algo de dignidad y, al menos, no se exhiben demasiado. Muchos de los “periodistas independientes” son poca cosa, no han sido nadie y, si hacen méritos, llegaran a ser, como siempre me imagino a TNbaum, unos pequeñitos garcas de la CNN de Miami. Pero la amiga Miau tiene una dimensión propia. Me pregunto si la sra. Miau nunca se encuentra con alguno de esos que sobrevivimos a la dictadura, de puro pedo hay que decirlo, y que nos mataron a la familia, a los cumpas, a los amigos. Nunca parece encontrarse con un sobreviviente que le diga que la siguió durante años en Página 12 y que le creía y que se esperanzó y derramó alguna lágrima con sus artículos. Y ahora es una feliz nueva millonaria de Clarín. ¿Puede ser que de la izquierda foquista pasen por la izquierda liberal para terminar siendo…de Clarín? ¿Cómo se hace eso? ¿No tienen un entorno como tenemos los criollos normales, de a pie, de la clase media? ¿Nadie, pero nadie, les dice nada? ¿Hay alguna clase de vínculo diabólico entre el panegírico de Gorriaran y el de D*alde? En los tiempos de la “guerra antisubversiva”, no siempre, pero en muchos casos, detrás de la “brigada” que se encargaba de secuestrar, torturar o matar directamente a los temibles civiles desarmados del terrorismo apátrida, venía un camioncito como de mudanza. Si adivinaron, para sostener el peso de una guerra era necesario financiarse usando los recursos tomados al enemigo. Los soldados que aplastaron a la subversión eran gente humilde, no le hacían asco a nada, un televisor, una mesa de luz, un catre o una frazada vieja pasaban igualmente a enriquecer a la patria. La sra. Miau hizo lo mismo. Construyó su carrera con los relatos de la masacre y denunciando a los militares. Aun cuando acompañó a un arribista, que ya nadie toma en serio, como Lanata no se trataba sino del derecho de hacer periodismo donde le plazca. El propio contenido de los artículos que firmó para el lamentable pasquín del estafador español despertó dudas ¿Es está la misma persona? Si no le gustan los pingüinos, bueno, es entendible pero… ¿Es necesario bajar a este nivel? Que el socialismo sería mejor que los pingüinos, sea, pero… ¿D*alde? Veo a la sra. Miau vestida de chofer llevándose el televisor de los desaparecidos ¿No habrá maneras menos indecorosas de ganar plata? Peor todavía, la brigada de cucarachas de nuestras gloriosas fuerzas armadas se llevaba objetos pero objetos, después de todo. Pero la sra. Miau se ha pasado años lucrando con el recuerdo y con el dolor de nuestra gente. Hay que felicitarla, sacó jugo de donde parecía imposible. Dios santo, la Sra. Miau formaba parte de la Universidad de las madres. ¿Saben? Los tipos normales podemos pasarnos años mortificados por un error. Los torturadores e insectos varios que conocí, estando secuestrado, no sienten culpa de nada. Por lo que vi, se toman una cerveza, miran la tele y se van a dormir. Las cucarachas no tienen pesadillas. Es una pena que uno no sea un gran escritor. Un buen escritor podría poner en palabras la infinita vergüenza de los nuevos ricos de Clarín que se hicieron fama, mintiéndonos, con el discurso de la junta militar y los desaparecidos. Clarín está constituido por las cucarachas del periodismo que hicieron negocio con los milicos. Uno fue “joven promesa”, otro escribía su basura para la revista “Somos”, no me acuerdo si “Somos” era de la Side o de los servicios de la marina, otro estaba haciendo patria con Buzzi. Me imagino ahora que la sra. Miau se va a saludar con el inefable Joaquín. Y los otros reputados “jóvenes maravilla” de la época de la dictadura. Harán un programa juntos. Y Susana Miau estará perfecta representando a la izquierda revolucionaria del proyecto du*aldista. Los periodistas independientes se darán la mano por sobre los cadáveres de nuestros compañeros. Supongo que así se termina el mundo, cuando las cucarachas se quedan con todo. Igual reconozcamos que bien que la hizo, si a TNbaum le pagan 50 lucas por escribir esa basura, la sra. Miau la debe estar levantando en pala. Espero que D*alde no le amarretee. |