La guerra civil.
La contrarrevolución en el sur de Rusia ya estaba caminando en los primeros meses del año 18. Durante el verano de ese año el soviet recibió sucesivos golpes, la invasión aliada del norte, la dictadura de Kolchak en Siberia, la rebelión de los checos, el golpe de los SR de izquierda, el gobierno SR-menche de Samara, la rebelión de los cosacos y de los pueblos del Cáucaso, la intervención francesa y etc.
De a poco el soviet fue venciendo a esos enemigos uno a uno, a partir de marzo de 1919 la acción se centra en el sur.
Historia.
Durante todo el siglo XIX el Imperio Británico había estado mezclado en las guerras del sur de Rusia, sin ir más lejos en la guerra de Crimea en el 1854-56.
Las inversiones francesas en la Rusia de los zares eran cuantiosas, eso explica, al menos en parte la alianza de los británicos, franceses y rusos contra Alemania.
Uno de los motivos, sino el principal, de la caída del gobierno liberal de Kerenski fue la continuidad de Rusia en la guerra.
Los ingleses apoyaron, a través de sus diplomáticos y asesores militares, el golpe de Kornilov.
En diciembre de 1917 Francia y los británicos se dividieron el sur de Rusia, Ucrania y Crimea para los franchutes y el Cáucaso y los territorios cosacos para los británicos.
Los británicos intentaron mantener alguna clase de “diálogo” con el gobierno de Lenin pero, al mismo tiempo, ofrecer ayuda de todo tipo a cualquiera que se les opusiera. Para comienzos del 18 el cosaco Kaledin, por ejemplo, recibió algunos millones de libras, Kaledin se pegó un tiro, lo que viene a querer decir que el dinero no hace la felicidad, no contra los bolcheviques, al menos. Parte de las acciones de los agentes aliados estaban dirigidas contra los alemanes y austrohúngaros que entonces ocupaban Ucrania. Para agosto del 18 se produjo el famoso “Complot de Lockhart”, una tentativa de asesinar a Lenin y a Trotsky y de dar un golpe de estado.
La idea imperialista.
Los países imperialistas no tienen una orientación o una ideología coherente de nada, Trump puede ser un gran líder de la democracia si bombardea Siria y un dictador populista si protege la industria yanqui.
Los bolcheviques eran enemigos del occidente cristiano y agentes de Alemania, que, según parece, era un país oriental y ateo. Tampoco importa demasiado que los alemanes se hubieran rendido y que la guerra hubiera terminado.
El jefe del estado mayor de los ejércitos del Imperio británico estableció 3 diferentes políticas aliadas con respecto a Rusia:
1_ Las tropas aliadas se retiran dejando al país rodeado de un “cordón sanitario” cosa que les dejaba a los bolches la iniciativa y obligaba a usar recursos para proteger a los países del “cordón”.
2_ Atacar a los soviets con toda la fuerza de que se disponga, imposible por falta de recursos.
3_ Apoyar a los blancos.
Con el 3 todos estaban de acuerdo. La iniciativa establecía mantener tropas tanto en el norte de Rusia como en Siberia, demorar la retirada de las tropas checas y armar a los estados del báltico. A fines del noviembre de 1918 partió una flota con armas para el báltico. En diciembre, tropas británicas, 40 mil soldados, desembarcaron en Transcaucasia. Indirectamente la ocupación británica causó la derrota de los rojos en el Cáucaso Norte.
Los británicos.
Para no extenderse demasiado la política británica en la intervención de Rusia estuvo determinada por el primer ministro Lloyd George que mantenía, o aparentaba tener, una línea de “no intervención”, estaba presionado por el Labour e incluso algunos liberales que habían comenzado una campaña “manos fuera de Rusia”, que es lo que hacen siempre. El líder de los intervensionistas era, quien si no, Winston Churchill, en enero del 19 fue nombrado secretario de estado para la guerra o algo así, Churchill era un fanático enemigo de los bolches. Lloyd George no quería mandar soldados pero si mandarles armas a los blancos, en enero del 19 una conferencia en Paris llamó a una reunión de todas las partes de la cuestión rusa en una isla llamada Prinkipo, la reunión nunca se celebró.
No debe olvidarse que, para cuando Churchill llegó a ministro de guerra, los británicos estaban interviniendo en toda Rusia. Mientras los rojos estaban avanzando en todas partes, el estado mayor británico evaluaba que el estado de ánimo de las tropas no era el mejor para intentar la conquista de Rusia. Al parecer Lloyd George quería negociar y darle largas al asunto.
Armas para los blancos.
El 25 de noviembre un teniente coronel de la inteligencia británica se entrevistó con los líderes blancos en Ekaterinodar. Los blancos informaron que necesitaban asistencia de inmediato, entre otras cosas pedían 18 divisiones de infantería y 4 de caballería. El informe de inteligencia es favorable a Denikin y su “ejército voluntario”. En el mismo barco en que partió el oficial de inteligencia llegó el general Poole, que había estado en el norte de Rusia y al que habían echado por su “estilo colonialista”. Poole fue recibido con desfiles y multitudes exultantes, si el Imperio Alemán no había podido contra los británicos que iban a poder hacer los bolcheviques. Poole, por su parte, pidió a Londres el envío de toda clase de armas y de un par de brigadas, una parte del efecto de la misión de Poole fue el desplazamiento del jefe cosaco Krasnov, pro-alemán, y de la sumisión de los cosacos al mando de Denikin, porque, entre otras cosas, los bolcheviques habían vencido a los cosacos en todas partes. En Londres no le creyeron a Poole, que sobreestimaba groseramente la cantidad de tropas de Denikin, y fue desplazado después de unas semanas. En unos cuantos días de enero del 19, Churchill y la “oficina de guerra” embarcaron armas para abastecer un ejército de 100 mil hombres, además de 50 aviones y 12 tanques, que en principio eran para Kolchak. Unas semanas después el estado mayor británico decidió que enviarían armas para 250 mil soldados que incluía gas venenoso, los bolcheviques aprenderían lo que es la civilización cristiana. El material saldría de Salónica, Alejandría y puertos del mediterráneo, solamente los tanques y algunos aviones saldrían directamente de Gran Bretaña.
En febrero otro teniente coronel fue enviado a Ekaterinodar, el teniente se encontró con que la política de los británicos en la práctica era contradictoria, apoyaban a los estados de la zona, en principio a Georgia, y también a los blancos que eran enemigos de los georgianos. En Ucrania pasaba lo mismo, los aliados apoyaban a los nacionalistas ucranianos y a sus enemigos los blancos, del fracaso de la intervención francesa ya hablamos. En marzo el soviet todavía estaba más preocupado por Kolchak en Siberia que por Denikin, el general que dirigía el principal ejército blanco, ya mencionado, Maj-Maevsky, pudo expulsar de la región del Don, a los rojos, en mayo, en junio avanzó hacia Ucrania. A parte de eso los cosacos del norte de la región se sublevaron. En el este los blancos, en realidad, cosacos del Kuban, conducidos por Wrangel derrotaron a los rojos en mayo y marcharon 300 Km. Hasta Tsaritsyn, los rojos resistieron hasta que Wrangel recibió tanques y aviones británicos, los blancos lograron su mayor triunfo de la guerra civil, capturaron 70 cañones, 300 ametralladoras y 40 mil prisioneros. Los amigos británicos consideraron que la batalla había sido parecida a las de la guerra mundial, Wrangel había ordenado a sus soldados atacar de frente una y otra vez, y había perdido muchas de sus mejores tropas, los tanques y los aviones británicos le habían dado la victoria. Pero a que precio.
Ahí proclamo Denikin la famosa “directiva Moscú”. Apoyados por la flota británica los blancos avanzaron por las costas del mar negro, tomaron Crimea y Odessa, Kiev cayó a fines de agosto.
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Informes británicos.
Los británicos enviaron mucha información sobre la guerra en el sur de Rusia, las batallas se resolvían con cargas de caballería como si fuera la época de Napoleón, con lanza y sable. Los cosacos, el grueso del ejército blanco, tampoco estaba entrenado para hacer otra cosa. Por lo demás contra un grupo de campesinos mal armados era más que suficiente.
El discurso de los blancos no significaba nada para los cosacos, los cosacos peleaban para conseguir un botín.
Los blancos disponían de cuerpos de elite compuestos por oficiales y suboficiales, a medida que avanzaba la guerra estos cuerpos se volvieron cada vez más pequeños y los blancos reclutaron al ejército campesino de siempre, en las ciudades ocupadas por los blanco reaparecieron los carteles, en las plazas y sitios públicos, que decían “prohibidos los perros y los soldados”. No se porque se la agarraban con los perros.
Los soldados campesinos iban a la batalla casi sin entrenamiento y sin que supieran bien porque estaban luchando.
Las principales armas de la guerra civil eran el fusil Moisin Nagant M91 y la ametralladora Maxim, ambos usaban cartuchos 7.62 mm, requerían cuidado y atención, a veces el problema era que se despilfarraban las cargas y se quedaban sin balas.
La artillería nunca cumplió un rol importante, faltaban preparación y tácticas modernas. Además había serias dificultados para transportar los cañones.
Casi no hubo casos de victorias aplastantes, en general las batallas se ganaban cuando el enemigo se retiraba, en caso de victoria el saqueo era más importante que la persecución del enemigo.
Los blancos hacían un culto de la muerte, pensaban que no era de valientes cavar trincheras. Se refieren casos donde los blancos no se agachaban cuando estaban siendo baleados. Muchos de los mejores oficiales blancos cayeron en estas demostraciones de coraje inútiles. Los oficiales blancos mantuvieron la misma actitud que tuvieron en la guerra mundial e igualmente perdieron. Aparentemente los bolcheviques reclutaron a oficiales rusos con una mentalidad más avanzada, por ejemplo, combinaban artillería con ametralladoras. Los británicos sospechaban que detrás de los rojos estaba la mano alemana.
En los meses de junio-julio del 19 Churchill estaba eufórico, cuando empezaron a llegarle informes no tan alentadores, por esos días el ejército de Kolchak había colapsado y los rusos reclutados en el norte de Rusia se habían amotinado matando a los oficiales aliados, la evacuación del norte se completo a fines de agosto del 19. Eso puso todo el peso de la campaña en Denikin, Kolchak había recibido enormes cantidades de material y de nada había servido, excepto para que los rojos combatieran con uniformes británicos. Para esos días enviaron 56 tanques pesados y 18 livianos desde Francia y Gran Bretaña a Novorossiisk.
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Curzon vs. Churchill.
El 4 de julio Churchill hizo un discurso en una reunión del gabinete, según él, el ejército de Denikin contaba con 600 mil hombres y que las atrocidades que se le atribuían a los blancos eran falsas y que la región del Mar Negro pronto estaría disponible para el comercio.
El gran opositor a Churchill era un tal Curzon, no porque tuviera la más mínima simpatía por los rojos, sino porque no veía la ventaja de volver a tener un Imperio Ruso, que era lo que los blancos representaban.
Algunos autores, no solamente aquellos a los que se suele considerar como simples propagandistas de la guerra fría y post- guerra fía, minimizan el monto de la ayuda británica a los blancos. Acá van algunos números…
1200 cañones con 2 millones de balas, 6100 ametralladoras, 200 mil rifles con 500 millones de cargas, 629 camiones y autos, 279 motos, 74 tanques, 6 autos blindados, 200 aviones, 12 hospitales de 500 camas, 25 hospitales de campaña. Esto es suficiente para un ejército de 250 mil hombres, mucho más de lo que Denikin podría haber necesitado nunca.
Los primeros barcos llegaron a Novorossiisk en marzo del 19. Recordemos que, que en ese momento los rojos estaban de campaña contra Kolchak. Una vez equipado su ejército Denikin avanzó sobre la cuenca del Don. La logistica de los blancos era inexistente, los depósitos fueron asaltados varias veces, por Makhno entre otros. La primera prioridad fue armar a los “voluntarios” de Denikin, recién en junio las nuevas armas les llegaron a los cosacos. En junio los británicos pusieron al frente de su misión al Mayor-general Holman, un experto en administración y logística que conocía Rusia y hablaba fluidamente ruso. A partir de ese momento los británicos se ocupan de abastecer directamente a los blancos. Holman se estableció en Novorossiisk y empezó reemplazando oficiales ingleses que no fueran los adecuados y obligando a los rusos a aceptar su mando, a partir de septiembre del 19 los británicos se encargaban de recibir el material y hacerlo llegar al frente en un tren especial y el material era entregado por oficiales británicos.
Además de suministrarle los fierros la “misión británica” tenía que entrenar a los blancos en el uso de las armas que entregaban. Los blancos en general no estaban interesados en armas, ni tácticas modernas. Las ametralladoras británicas eran más complicadas que las rusas y terminaban por deteriorarse rápidamente. En septiembre llegaron más expertos británicos, la artillería de Denikin mejoró mucho.
En marzo del 19 el gabinete de guerra había prohibido explícitamente enviar tropas al combate. Los tanques fueron desde un comienzo tripulados por oficiales británicos. Estos tanques tomaron Tsaritsyn considerado como uno de los mejores ejemplos acción de combate del Real Cuerpo de Tanques. Parecido ocurrió con oficiales de artillería y de las ametralladoras. El propio Holman aparecía por el frente con frecuencia, incluso abordaba bombarderos para mandarles algunas bombas a esos malditos bolcheviques.
Por su parte los malvados bolcheviques prometieron tortura y ejecución a estos nobles caballeros británicos. El universo es un sitio injusto por eso un acto de justicia brilla como un relámpago en la oscuridad, el capitán Frecheville y el teniente Couche eran instructores de ametralladoras en el ejército cosaco cuando fueron capturados por los rojos en Rostov en diciembre del 19, los pobres, que no habían hecho nada, fueron asesinados a palazos y atados a caballos que los llevaron a pasear por la ciudad. Mientras Churchill negaba la participación británica en los combates, muchos oficiales recibían medallas y muchos recibían su merecido, en el cementerio militar británico de Estambul se recuerdan 41 militares muertos. El gran total da, sumando la intervención en el Cáucaso, cerca de 300 muertos. El escuadrón 47 de la RAF arribó a Novorossiisk en mayo del 19. Fue reforzado con varios aces de la aviación. Los ataques contra los rojos se efectuaban diariamente, los vuelos de reconocimiento ayudaron mucho a la ofensiva de los blancos. Hasta llegaron a realizar atentados contra jefes bolches. En la captura de Tsaritsyn varios pilotos recibieron medallas. Los bolcheviques tenían algunos aviones, en los textos que tengo se mencionan pilotos alemanes como “mercenarios”, lo más probable era que fueran internacionalistas. Demás está decir que los británicos dominaban el cielo y que los ataques eran devastadores. Los rojos intentaron retomar Tsaritsyn contaban con una flotilla en el Volga, de los 40 barcos 15 fueron hundidos por la RAF. Ante la presión de la opinión pública la Oficina de Guerra ordenó desbandar el escuadrón 47 en octubre, era mentira. Sin embargo a los pilotos se les dio la posibilidad de quedarse como voluntarios y muchos se retiraron pero más voluntarios arribaron. El escuadrón siguió en Rusia hasta la retirada final de Denikin en marzo del 20.
Los voluntarios.
Puede ser de interés indagar en quienes eran estos voluntarios, según los informes de Holman y otros. Un grupo eran los “profesionales” tipos que querían avanzar en la carrera militar, algunos había pasado la guerra en campos de prisioneros o en hospitales, o simplemente se aburrían si no podían meter algunos tiros. El segundo grupo eran desocupados o tipos con dificultades para adaptarse a la vida civil después de haber estado en la guerra. Un tercer grupo eran tipos que habían trabajado, o lo que sea por el estilo, en Rusia y querían hacer negocios. La campaña de los medios mostrando a los rojos como monstruos resultó muy eficiente, los que buscaban ser reclutados recibían un folleto donde se afirmaba que los bolcheviques estaban “socializando a las mujeres”, una buena idea que, lamentablemente, nunca pusieron en práctica.
Un aspecto que complicó a la generosa intervención en el sur, fue la mentalidad de los rusos, los oficiales británicos corresponden a la mentalidad de la clase media, esa a la que “nadie le dio nada” y que “se hizo trabajando” los oficiales zaristas rusos lo veían, como suelen ver al trabajo los privilegiados del tercer mundo, como una deshonra. Los pilotos rusos no solían cumplir con su entrenamiento y unos cuantos terminaron matándose. Los oligarcones rusos odiaban a esos pequeño burgueses británicos, más de un inglesito terminó cagado a latigazos por parte de un garca justiciero. Y más de una vez ingleses y rusos blancos dirimieron sus diferencias en los cabarutes. El paraíso es el infierno visto desde el otro lado. También nacieron maravillosos romances, condesas en desgracia fueron rescatadas por aguerridos caballeros británicos, tengan cuidado con las historias románticas, no es nada raro que esas historias de amor sean a costillas nuestra.
Entre los campesinos los intervencionistas eran odiados, como lo sería cualquier putito de esos que asomara por nuestro país.
Los oficiales británicos que llegan a Rusia vienen alimentados de una propaganda feroz que señala a los rojos como monstruos, asesinos y torturadores, en cuanto llegan pueden ver que los de su propio bando son los que matan y torturan. La realidad es exactamente al revés de lo que ellos postulan, las ejecuciones sumarias y las torturas ocurren solo por excepción entre los rojos y son una práctica corriente entre los blancos, lo que pasa es que son distintos los sujetos, los blancos son señoritos y los rojos son obreros, soldaditos o, peor aun, judíos. Hubo casos en que los rojos, ante la derrota, se suicidaron en masa.
La reacción de estos nobles guerreros es ejemplar, condenan a ambos bandos. Y siguen sirviendo a los masacradores.
En cuanto a los pogrom tanto la sociedad británica como sus ejércitos eran antisemitas. La relación entre los bolcheviques y el judaísmo figura en los periódicos del Imperio. Holman niega los pogrom y se los atribuye, en su totalidad, a los nacionalistas ucranianos y a ese tal Petliura. En definitiva las limpiezas étnicas y la aniquilación de pueblos enteros no son ninguna novedad para el Imperio. Chuchill explicaba la participación judía en las atrocidades de los bolcheviques.
El punto de inflexión.
En octubre del 19 la ofensiva blanca alcanzó su punto máximo, Tula, el principal arsenal del soviet estaba a 130 km. y Moscú a 300, pero, esta vez, los rojos habían logrado formar un ejército y equiparlo, para el 20 de octubre pasaron a la ofensiva, el 24 los blancos abandonaron Orel. La batalla por Kursk duró semanas y cayó el 17 de noviembre. En Ucrania Makhno peleaba su propia guerra contra los blancos, en cierto momento los instructores y mecánicos británicos fueron puestos a luchar contra el anarco. A principios de diciembre Denikin intentó reagrupar sus tropas, Mai-Maevsky fue reemplazado por Wrangel.
Para principios de septiembre del 19 el gabinete británico había decidido suspender la ayuda a los blancos, se instituyó un “paquete final”, el valor de este regalito es de mil millones de dólares al cambio actual. La misión británica debería retirarse en abril-junio del año 20.
El 8 de noviembre el primer ministro Lloyd George declaró que “el bolchevismo no puede ser suprimido por la espada”, los blancos habían recibido material por 7 mil millones de dólares al cambio actual y la “deuda de honor” de los aliados había sido pagada. Churchill, sin embargo, no quería darse por vencido, declaró que los blancos pagarían sus deudas con el Imperio en caso de vencer. El motivo de la retirada británica no es otro más que el costo intolerable de la intervención. Churchill dirige una última y conmovedora carta a Denikin, alentándolo a que siga la lucha, le promete venderle munición barata y lo conmina a reunir todo lo que pueda de recursos para pagar esas sumas. En la conferencia aliada del 11 de diciembre del 19 se impone la idea del “cordón sanitario”. La nueva esperanza del occidente cristiano va a ser Polonia.
La ayuda en 1920.
A pesar de los nuevos lineamientos, los británicos siguieron asistiendo al ejército de Denikin y los oficiales llegaron a ser 2000 en febrero del 20. Aun en la derrota los blancos siguieron bien equipados. Y cada vez más los británicos se ocuparon de dirigir al ejército. El escuadrón de aviones fue a parar a Crimea. En Kharkov los tanguistas británicos intentaron pasar a la ofensiva pero ya muchos tanques habían caído en manos de los rojos. En otros casos los oficiales blancos desertaban dejándoles el mando a los británicos. La situación era caótica y, en la retirada, tenían que destruir los aviones antes de que se los quedaran los rojos. En una última carta, ya en febrero del 20, Holman critica a los blancos y exige la dimisión de algunos oficiales blancos, un tal Shilling que le entregó Odessa a los rojos sin luchar y de un tal Kravtshevich, jefe de la fuerza aérea blanca y que estaba mayormente interesado en “vino, mujeres y canciones”, bien por él. Es obvio que Wrangel, el sucesor de Denikin, le debe su puesto a los ingleses.
Los británicos querían desarrollar un gobierno de “contrarrevolución democrática”, en los últimos días de su dictadura Denikin reconoció la autonomía de los cosacos y de las repúblicas del Cáucaso y les cedió tierras a los campesinos, después van a ver como le fue a Wrangel que hizo lo mismo. Los intervencionistas concentraron sus fuerzas en Novorossiisk donde instalaron puestos de defensa. Churchill ordenó también evacuar a los civiles, se supone que para levantar la moral de los blancos. Enviaron una flota de barcos de batalla y a un batallón de escoceses que anduvieron por Novorossiisk tocando la gaita. Los blancos que se retiraban eran hostigados no solo por los bolches sino también por las guerrillas locales, los “verdes”. Para evitar los ataques de franco tiradores los británicos ejecutaron represalias, por ejemplo, pulverizaron una aldea sospechosa.
Novorossiisk era defendible pero nadie quiso hacerlo.
La evacuación fue desastrosa y solamente el fuego de los barcos evitó la entrada de los rojos.
Supuestamente el gobierno de su majestad exigía la rendición de los blancos y un acuerdo de paz con los soviéticos, en realidad la misma ayuda en material y asistencia para Denikin la recibió Wrangel. La misión británica se estableció en Crimea 171 oficiales y 458 varios. Wrangel pidió 2 meses para tratar el tema de la paz y los usó para reorganizar su ejército. La presencia de la flota imperial impidió que los bolcheviques entraran en Crimea y terminaran la guerra. A fin de cuentas la evacuación de Novorossiisk no fue un desastre total, 50 mil soldados blancos, además de artillería y otro material, fueron evacuados a Crimea. Wrangel recibió tanques, aviones, combustible y armas hasta el 20 junio del año 20.
Si se toman el trabajo de leer los libros que los propios imperialistas escriben sobre el tema, van a encontrar que la ayuda de los aliados a los blancos fue mínima y no tuvo ninguna importancia, es todo mentira, la ayuda de los británicos a Denikin fue enorme, sin los aliados, en particular los británicos, ni Denikin, ni Wrangel, ni sus ejércitos ni la guerra de 1919-20 hubieran existido.
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Hmmmm.... es una pena encontrar ese tono suyo tan reacio a admitir los enormes esfuerzos de la maravillosamente rubia albión por la paz y la concordia mundiales..... seguro que prefiere a esos rusos rojos, comunistas y rústicos (sí, claro, pero también rubios, lamentablemente).
ResponderEliminar"Uno de los motivos, sino el principal, de la caída del gobierno liberal de Kerenski fue la continuidad de Rusia en la guerra." -> No es por masajearle el ego, ni siquiera estoy al tanto de si conoce a George F. Kennan, pero en su obra "Rusia y occidente bajo Lenin y Stalin" sostiene EXACTAMENTE eso (se consigue por $ 50 en MercadoLibre, no se lo pierda).
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