El pánico ante el coronavirus se extiende y muchas otras cosas sin sentido en la argentina de marzo del 2020.

Mientras todos los sometidos de la clase media corren a comprarse el barbijo, se asustan cuando ven un chino y sufren ataques de ansiedad, aparecen casos de dengue por todos lados, una enfermedad grave que te caga matando en serio. También siguen matando enfermedades medievales como la tuberculosis, el Chagas y la sífilis, dicen los médicos que en los últimos 4 años, adivinen con que coincide, los casos de sífilis se multiplicaron. También sigue matando el hambre, la desnutrición y toda clase de plagas típicas del África subsahariana, lo que, no vayan a creer, es perfectamente lógico, porque los sueldos andan por ahí, con niveles tipo Ghana y Nigeria. Pero a nadie parece importarle, nuestro problema es una gripe de mierda. Pero supongamos que la causa de los desatinos es la crisis que dejaron los que te jedi, después de todo, para fumigar, para repartir condones, para internar a la gente y suministrarle antibióticos machazos y para darles de comer, comida de verdad, a los marginados y excluidos, hace falta una bocha de guita. Hay desatinos que son, comparativamente, gratis. Un buen ejemplo es ese juicio por la obra pública en Santa Cruz, yo sabía que ya hubo otro juicio por lo mismo, obras que supuestamente no se hicieron y tenían sobreprecios, y ya hubo sobreseimiento, lo que yo no sabía es que, este nuevo y disparatado juicio, era la historia sin fin, hay como 180 testigos y los testigos pasan de a uno por semana. Lo revisé varias veces porque, puede ser, que uno haya leído mal, que la información sea fake news o lo que ustedes quieran. Pero no, es así, el juicio, con toda la furia, va a durar no menos de 4 años, en realidad más, puesto que, una vez que pasen los testigos, habrá, no se, una deliberación, tal vez recusaciones, reclamos, apelaciones y cualquier otra sarasa jurídica que se les ocurra. Eso sin contar que, los testigos que ya pasaron, presentaban como prueba artículos del diario La Nazión y choterías así. Eso sin contar, repetimos, que ya hubo peritajes que no dieron nada y ya hubo sobreseimiento. Uno se pregunta, ya que estamos, cuanto cuesta esta farsa interminable que va a dilatarse, nunca mejor dicho, durante 4 años. Pero, en nombre de todo lo sagrado y de la reconcha de su madre ¿Por qué mierda no pueden llamar a todos los putos testigos de una vez? Los tipos que están detrás de esto, la embajada, los partisanos del cambio, los juececitos con cáncer de cerebro, se nos ríen en la cara. Después, como si esa pelotudez abismal del juicio a la obra pública no fuera suficiente para varios días, me encuentro con un artículo que dice que "debido a las manifestaciones y disturbios continuos, Chile crece más que antes" ¿Vieron? estábamos preocupándonos por nada, lo único que hace falta para que el país crezca es que la gente salga a la calle, rompa, no se, los molinetes del subte, y que una policía nazi, matona y criminal viole mujeres y les saque los ojos a manifestantes con balas de goma. Parece mentira pero el exitoso modelo chileno siempre estuvo al alcance ¿Quién carajo son los subnormales que escriben esas cosas? Además después resulta que los Feimann y los Baby salen a la calle con camionetas de 100 mil dólares y son millonarios. Porque en el país de los tarados, los más tarados son reyes. Pero vamos a diferenciar, al menos, 2 tipos de estupidez, la clase media mentalmente esclavizada vota por sus propios verdugos, es más, tiene principios y se la banca. Se acostumbró a no cambiar el auto, a no irse de vacaciones a una playa de verdad, a no comer sushi del delivery, a no beber vino bueno y un interminable etcétera de frustraciones. Ahora solo queda llorar en un rincón, cuando nadie nos ve, o afianzarte todavía más en la miseria mental y fingir amnesia, porque no ganabas 3 mil dólares en el 2015 y te ibas a caretearla a Cancun, era todo una ilusión. Pero hay otros salames de clase media que están creando el ejército de los desesperados que se acordaron ahora de que ganan la mitad de lo que ganaban en el 2015, y quieren recuperar todo, y lo quieren ahora. Estuvieron 4 putos años ajustándose el cinturón, agachando la cabeza, creyéndoles a Pratgay, Dujovne y hasta a Lacunza, pero ya no más, ahora se nos despertaron combativos. Queremos que nos devuelvan la mitad del sueldo que nos cagaron y por el cual no hicimos un carajo los últimos 4 años. El verano fue peronista pero el otoño…será trosko!