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Con Cristina.

martes, 19 de septiembre de 2017

¡Aparición con vida de Pato Bullrich y recompensa para los culpables!

No se si dieron cuenta de lo que pasó, durante semanas la Sra. ministra Bullrich apareció en cuanto programa de garcas, portal clarinesco o revista de chistes exista. Se nos volvió omnipresente. Explicó, aclaró, despanzurró todo lo que hiciera falta, que “el artesano” desaparecido no estaba desaparecido, que fue un error, que se les escapó, que estaba en Chile, en Venecia, en la concha de la lora. Que fue pero que no fue, que se la bancaba, que, ella, no fue pero fue y se fue.

Resulta que tuvimos, hace unas horas, la visita del más grande, chiflado como Trump, fascista como la oposición venezolana, duro como ISIS, corrupto como el Payaso, no M*nem, el actual Payaso, tuvimos a ese orgullo del nazifascismo judío, a Netanyahu. Y resulta que, el gobierno macrista, nos esta haciendo grandes negocios truchos con el estado terrorista de Israel. Pato Bullrich está para eso, compraron, no se, unos lanchones que se fabrican acá pero los pagaron 4 veces más caros, para combatir a los narcos que, según parece, bajan en canoas por el Paraná. Es así, entiéndanmelon, vamos a combatir al narcotráfico derrochando cientos de millones de dólares en una mierda de republiqueta terrorista ¿Por qué no?

Lo van a hacer mientras los fiesteros de la clase media alta se nos cagan de la risa y nadan en frula.

La cuestión es que vino Netanyahu, el ma’ grande, pero Pato no está.

¡Nos están ocultando a la Pato Bullrich! Ya no está más, desapareció, ella también. Hace días que parece haberse esfumado en el aire. Prácticamente no nos dimos cuenta, un día se la llevaron, hijos de puta, y no vimos cómo, ni cuándo.

La gente no sabe pero todo macrista, para ser reconocido como tal, necesita un peinado medio joposo y un testaferro, a su vez, puede pasar que, el testaferro, tenga otro testaferro. Por ejemplo, José López, el famoso de los bolsos, las monjitas y esas vainas, era testaferro de una empresa o la empresa era prestanombres de él, a su vez la empresa tenía otro testaferro que, a su vez, era testaferro del gran Jefe, el pibe de oro.

Entonces la Pato venía a ser la ministra testaferro de ese tal Yanco, Guillermo Yanco, mucho gusto, que resulta ser un eiyent sionista.

Vos, ponele que me estas leyendo, Pato, sos testaferro de un buchón sionista y cuando viene el gran Jefe facho-sionista, das un pasito al costado ¿Qué pasa Pato? ¿Quién fue? Decinos que vamos y lo reventamos.

Se están tirando a la mierda cientos, miles de millones de dólares para comprar tecnología represiva a los sionistas. Se obtuvo una gran victoria contra el enemigo Mapuche, la patria ha sido reestablecida, Benetton festeja con champagne, junto con sus matones, que, muy probablemente, hayan colaborado en la desaparición de ese “amigo de los salvajes” y viene Netanyahu, a darse besos con el niño jefe y otros antisemitas. Piensen que después de siglos de desencuentros, los nazis fascistas antisemitas y los nazis fascistas sionistas han depuesto sus diferencias.

Al fin y al cabo, La Patria, es una sola. Pero ahora piénsenme en la Pato. Sola, con el espía israelí en su casa haciendo transa, porque este pibe Yanco parece estar en todas. Por ejemplo ¿De dónde se conocen con Pato? Eso ¿De dónde? De los amigos de la CIA de Galimberti, de cuándo estaban con el novio de Susana Giménez en “Hard Comunication”, so hard, de visitar el merendero del padre Grassi, también hard, de alguna reunión para tapar el atentado de la AMIA en la embajada de Israel.

A lo mejor se conocen de cuando Nisman desviaba la investigación de los atentados, del escritorio del cuez Galeano.

O se conocieron cuando Beraja se reunía con Yanco para hundir al banco Patricios, sin ir más lejos.

Pero ahora estamos tristes, la escondieron a la Pato, lárguenla desgraciados, la Pato podría ser su madre. O el mismo Yanco, vaya uno a saber.

A lo mejor atrás de todas estas garcadas, que son tragicómicas pero que están dejando desaparecidos, y un país que se hunde, en el camino, esta Barbitas, y Barbitas les dijo que mantengan a alguien lamentable y horrorosamente desprestigiado para disimular. Así hablamos de un par de espías sionistas y no hablamos de los putines que cortan el bacalao.

Antes Pato tenía prohibido hablar de su pasado, para que recordar momentos tristes, mis amigos, no podía hablarnos de sus críticas a los montos, de la Operación Retorno y movidas así. No sea cosa de que un día la CIA o quien sea, desclasifique y nos enteremos de un par de cosas. Pato, patito Bullrich no podía hablar de cuando fue jefecilla de la JP y organizaba la marcha contra la deuda externa, es más, por terrible que parezca, no la van a dejar participar de la marcha a favor de la deuda externa.

¿Cómo van a hacer? ¿La van a esconder hasta que nos olvidemos? ¿Y cuándo va a ser eso? Vamos a tener una especie de gabinete en las sombras, la Pato ya demostró enorme capacidad para camuflarse. La van a fotografiar en la playa como a Yabrán.

Le van a poner un vocero pero le van a preguntar dónde carajo esta Bullrich, le van a cambiar el peinado, un entretejido a la Aramburen le vendría bien.

O tal vez hagan como todo lo otro y la exhiban en grandes operativos rastrillo, buscando en la Villa a criminales que roban comida, en uniforme paramilitar, después de las elecciones.


A Santiago Maldonado lo hicieron desaparecer la Gendarmería y Benetton.

1 comentario:

  1. A veces uno se sorprend de esa notable sensibilidad de alguna gente en relación a cierto bicherío, debo confesar que yo no puedo entender que alguien pida "aparición con vida" del conocido esperpento ministerial, lady pato malbec, bicho fulerón en casi todos los sentidos, confirmando (por si hiciera falta) que la Naturaleza es sabia ya que no hubo ni clonación ni reproducción que valga pa´la susodicha esperpento, si hubo audaces masoquistas capaces de afanarla, pues que se la queden, porque se la merecen bien merecida, .....¿qué derecho tenemos a meternos con los pésimos gustos ajenos?. Y lo que vale para esta bicha, también vale para el resto, el buby, el virrey, el yanco, etc. ¿Nosotros, argentinos, claro...

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