Donde nos acordamos que el atentado de la AMIA en 1994 todavía esta impune.

Tal vez si de movida se hubiese acordonado la zona y se hubiese laburado como dicen los manuales de policía, o las series de televisión para el caso, se hubiese podido recolectar material de prueba. Incluso si el material que había hubiese sido tratado como corresponde, se hubiese podido averiguar algo. Hubo un primer juicio, para los jóvenes y los que no se acuerdan, el juicio se basó en la hipótesis de un conductor suicida, que se hizo volar en pedazos al mando de una de esas camionetas trafic. La prueba sería el block de un motor, hay gente, bastante creíble, que, lisa y llanamente, niega que exista, ni el block, ni el motor, ni el suicida. El número del motor apunta a un ¿Cómo decirle? Un vendedor de autos usados, truchados o lo que sea llamado Telleldin. Las versiones sobre Telleldin lo dan como hijo de un jefe de policía, un criminal de la dictadura, además se le atribuye ser propietario de un prostíbulo, de ahí a ponebombas… El primer juicio, de los años 90, hablaba de una conexión local, con el comisario Ribelli, la verdad es que si un comisario trucho de la bonaerense tiene tratos con terroristas árabes es que vamos bien. Para el 98, o antes, surgió que a Telleldin le habían pagado para que declarara, el juicio se anuló y empezó un nuevo juicio por encubrimiento que incluye a fiscales truchos y al juez Galeano. Ahí empezó a tallar la figura señera del fiscal de la patria, Nisman. Nisman presenta las mismas denuncias de Galeano. Existe, más allá de toda duda, un caso en el que la Interpol detuvo a un iraní que figuraba en la lista de sospechosos, lo detuvieron los ingleses, famosos por su justicia independiente ¿Saben en que terminó? Por ahí no se acuerdan. El iraní quedó libre y a la justicia de Nisman y compañía les mandaron una nota quejándose por la falta de pruebas. Nisman se pasó 10 años pelotudeando, de putas y sacándole la plata tanto al estado argentino como a los israelíes, todavía andan dando vuelta las denuncias por cuentas en los bancos cuyo origen es turbio. Les cuento una más porque hay “amnesia” sobre cosas que no convienen que se sepan. Lanata, si, el mismo, cuando todavía era algo parecido a un periodista y no esa marioneta ruinosa de estos tiempos, escribió un libro junto con Joe Goldman, un periodista yanqui que escribía en página 12, se llamaba “Cortinas de humo”, en ese libro se prueba que no hubo coche bomba. Lanata afirma haber entrevistado a no menos de 12 testigos, gente que estaba en los alrededores de la puerta de la AMIA, de los cuales ninguno reconoció ninguna camioneta. Qué sentido tenía matar a Nisman si la denuncia contra los iraníes es falsa. Cuando afirma que mataron a Nisman debería aclarar por qué, como de costumbre uno de los 2 Lanatas miente. Una cosa más, Lanata insinúa que el fiscal Moldes, el mismo que andaba dando vueltas con las viudas de Nisman, mandó pistas falsas. Moldes es el encubridor de ese tal Monzer Al Kassar un traficante de armas famoso por haber sido bancado por los M*em-Yoma y su ruta. Después tienen al presunto chofer suicida un tal Berro que murió, sí, pero en el Líbano años después. Se suicidó 2 veces. No nos olvidemos del supuesto comunicado de Hezbollah, o como se llame, afirma que el otro atentado, a la embajada de Israel, fue en respuesta a la muerte de vaya-uno-a-saber que dirigente de la organización. Si Hezbollah tuvo algo que ver nadie lo sabe pero en lo que todos coinciden es que el comunicado es trucho. Se puede o no estar de acuerdo con Hezbollah pero son una organización seria, usaron camionetas con conductores kamikaze en los 80, declaran que dejaron de hacerlo y que no comulgan con ataques como los de la AMIA. Son enemigos a muerte de Israel. Y son un partido laico que incluye cristianos y hasta católicos en sus filas. Después aparecieron tipos de, no sé, los servicios, la seguridad de Israel afirmando que, a los responsables de los atentados, los habían barrido a todos. Uno sospecha que, a los israelíes, puede creerles cuando dicen cosas como esa. Como en las buenas novelas policiales ustedes quieren que yo, que la juno lunga, les diga quien fue. Les presentó a Horacio Lutzky, insospechado de simpatía por Irán, el fundamentalismo árabe o los comandos venezolanos, fue vocero de la AMIA y autor de 3 libros sobre el atentado. Lutzky le atribuye los atentados a la “pista Siria” que vendrían a ser socios de los m*nemistas, eso explicaría el ocultamiento, además, como frutilla del postre tipos de la AMIA-DAIA como ese tal Beraja y su Banco Mayo y los servicios israelíes también están mezclados. También afirma que no se encontraron rastros de ningún suicida, solamente había restos de las víctimas. ¿Saben con qué lo relaciona? Con la voladura del arsenal de Rio Tercero, fue, si no se acuerdan búsquenlo, por la venta ilegal de armas para la guerras entre serbios, croatas y lo que sea. La voladura fue para ocultar pruebas. En el tráfico de armas estaban mezclados familiares, socios y simples cómplices de los Menem-Yoma. Las armas las ponían los israelíes que son los que les hacen los trabajos sucios a los yanquis. Una comisión del parlamento yanqui se inclinaba por una pista Iraní-Siria, siempre desde el punto de vista del tráfico de armas. Hay muchos que niegan que Irán tenga que ver en el asunto. Por ejemplo Juan Salinas que es periodista de verdad y el mayor experto en los atentados. Por eso si quieren saber más acá tienen el link al blog de él y uno de los artículos que tratan el tema. A propósito, el otro día habló un tipo de la fiscalía, AMIA, lo que sea, en el programa de Navarro, habló… ¡todavía! De la Trafic del suicida, de los iraníes y de Hezbollah.