El FMI nos muestra como terminar, definitivamente, con la pobreza, como están haciendo en Grecia.

En medio de la crisis uno de cada 3 griegos esta desocupado y carece de seguro médico. Solamente una minoría tiene recursos para costear la medicina privada y por eso decenas de miles de niños quedaron fuera de los planes de vacunación. La polio y el sarampión se están volviendo mas frecuentes. Médicos del mundo advierte sobre la posibilidad de epidemias. El dispensario de Atenas en el puerto del Pireo esta repleto de familias con chicos. Muchos vienen para vacunar sus pibes en la organización de voluntarios Médicos del Mundo, uno de los pocos lugares en el país en los que los griegos pueden vacunarse gratis. En Grecia no existe ningún programa de vacunación estatal. Toda atención médica exige un seguro pagado por la patronal. Los desocupados tienen que firmar en compañías privadas para asegurarse el acceso a la medicina. La cola de los que esperan en el centro médico se hace cada vez más larga. Muchos temen no llegar a atenderse. Uno de los que esperan es Dimitris que ha llegado a Atenas con su nieta de 6 años Emma. —Emma esta sin vacunas y no puede empezar la escuela. Es una regla para evitar los contagios. Estamos obligados a venir acá, en ninguna otra parte dan vacunas gratis. “Cada vez peor” Nadie de la familia de Dimitris tiene recursos para un seguro médico. Él es el único que tiene un ingreso, una pensión de 800 euros. Con los 800 euros tiene que mantenerse él, la mujer, 3 hijos adultos y dos nietos. Lo único que le queda es la casa donde viven. Emma, su hermanito y sus padres viven en un albergue para gente sin techo. —Nuestra casa no tiene electricidad. No tenemos heladera, ni agua corriente. Emma y su hermano no podían quedarse. Los últimos 4 años de la crisis las cosas han ido de mal en peor. Antes, por lo menos tenía trabajo, pero me despidieron y lo mismo les pasó a mis 3 hijos, dice Dimitris. El gobierno en silencio, pese a las presiones. Según Médicos del Mundo más de 3 millones de griegos (una tercera parte de la población) carece de seguro médico y de vacunación. La alta desocupación y la crisis económica hacen que los padres no puedan darle prioridad al cuidado médico de sus hijos. A pesar de los reclamos el gobierno mantiene el silencio sobre la cuestión. En noviembre del 2013 Médicos del Mundo le exigieron al estado griego que cubriera los gastos para vacunar a todos los niños sin seguro médico. —No hemos recibido respuesta. No les interesamos, dice Liana Mailli, pediatra de MdM. No existen cifras exactas de cuantos niños carecen de vacunas. MdM vacunó 10 mil niños durante el 2013. —La cifra es correcta, pero ¿Cuántos están sin protección? Decenas de miles, eso es seguro. Quizás centenares de miles. Los mayores todavía están protegidos por los antiguos planes de vacunación. Pero los chicos que están creciendo están en riesgo de sufrir epidemias. —Tenemos mucho miedo de lo que puede ocurrir. Tendría consecuencias dramáticas. Vemos ya hoy niños y jóvenes que vienen a nosotros con esas enfermedades. Sarampión, Polio… si hubieran sido vacunados eso nunca hubiera ocurrido. Es el turno de Emma de ir al médico. Está Chrissa Deligianni la médica voluntaria en el dispensario. Ella escucha el corazón de Emma. Hoy la nena va a recibir la vacuna contra la polio. Chrissa arremanga la remera rosada y habla para dejar tranquila a la nena. El abuelo Dimitris sonríe por primera vez. —Se siente bien estar acá. Para nosotros todo es oscuro. No hay futuro en Grecia. No nos queda ningún sueño. Pero, por lo menos, ahora Emma puede empezar la escuela. Dimitris toma a su nieta en sus brazos, agradece y cierra la puerta. Chrissa Deligianni suspira. —La historia de esta gente no es nada comparado con las cosas que oímos. La pobreza y las enfermedades son peores cuando más avanza la crisis. Lo único que podemos hacer es vacunar a todos los que podamos. “Europa debe abrir los ojos” La puerta se abre y asoman decenas de caras, empujan para poder entrar. Los voluntarios devuelven a las personas a la sala de espera. En el pequeño local se estrujan 30 familias con nenes que lloran. El teléfono de la doctora Maillis suena continuamente en las oficinas. —El gobierno tiene que abrir los ojos y los oídos, toda Europa tiene que hacerlo. La gente tiene que ver lo que esta pasando, justo ahora, en Grecia. Si cae la barrera de la vacunación, no puedo ni siquiera imaginarme el caos que se va desatar.

Para los amnésicos de siempre, acuérdense que para el 2001-2002 se decían, y se mostraban, cosas parecidas, en estas pampas. Pero debo ser yo, que soy loquito. La nota es de un diario sueco, y por aquellos pagos, todo el mundo sabe que es así. Acordate, corazoncito mío, que en los 80 y los 90 los griegos estaban por encima, de los argentos primitivos, en cualquier tipo de medición, de producto bruto, salarios, salud, educación y lo que quieran.
Y ahora, pumbate.
Pero no se confundan.
No es culpa del FMI, la Unión Europea, la Troika, el neoliberalismo o Angela Merkel.
Es culpa del gordo D’elia, ese agente del odio.

Y una cosa más, los griegos no tienen de que preocuparse, porque después de la epidemia de polio, viene la revolución.
Ya van a ver lo que es bueno, burguesitos del orto.