Hacia una nueva dictadura macrista/m*nemista libremente electa.

A mí me llama la atención, si ya se soy un viejo ingenuo, la resistencia que tienen muchos progres en llamar las cosas por su nombre. Si Macri o cualquiera se las rebuscó para tomar una cifra colosal de deuda, puenteando al parlamento, eludiendo los controles democráticos y con la anuencia de la corte macrista, casi pongo m*nemista ¿Qué importancia tienen las instituciones? No solamente eso, no obstante es lo esencial, los dueños del único canal opositor fueron presos, hubo muertos por la represión y desaparecidos y políticos opositores fueron en cana por años. A esta altura deberíamos reconocer que gobiernos legítimamente electos, con el apoyo de la mayoría de los votos y pleno funcionamiento de las instituciones suelen resultar dictaduras. Por ejemplo el gobierno “constitucional” del Perú es una dictadura. Hace unas semanas el gobierno, este si electo y con las “instituciones” a pleno, del Ecuador cerró el parlamento en un golpe de estado. Colombia tuvo elecciones “libres” por décadas mientras masacraban a la gente, por cierto que ahora están en pausa, desgraciadamente es muy probable que lo vuelvan a hacer. El problema es que una vez que uno reconoció que vive bajo una dictadura existe, no el derecho, la obligación de oponerse con todos los medios posibles. Y, quien sabe, con algunos imposibles. Uno piensa que si hubiésemos salido a la calle cuando Macri hizo su famosa estafa con el FMI tal vez estaríamos mucho mejor. Es muy probable que una movida callejera contra esa parodia de dictador que era Macri hubiese terminado con muertos. Ahora, digo yo, por ahí estoy equivocado, el acuerdo con el FMI, la deuda impagable, los condicionamientos, la devaluación y la inflación desatada ¿no están costando vidas? Yo no sé si ustedes, lectores, viven en un barrio, un barrio cualquiera de la ciudad y si no andan dando vuelta por el chino del barrio, estos últimos días de agosto van a ser caóticos. Va a morir gente pero no en saqueos, esas provocaciones también se las podemos endilgar a la derecha, se van a morir por no poder llegar a fin de mes, de hambre y de angustia. Basta de mentir y de mentirse si un tipo de 30 años se ve como uno de 50 es porque lo están matando no hace falta que entren los nazis con bayonetas. Y las cosas se pueden poner todavía peor. Para matar inocentes no hace falta invadir con tanques, alcanza con arancelar los hospitales o bajarles los sueldos a niveles insoportables a los enfermeros, alcanza con hacerles pagar los remedios a los jubilados, alcanza con una buena campaña anti vacunas. Alcanza con ajustar en los planes sociales. La campaña contra las qunitas (¿se acuerdan? esas cunitas de cartón para cuidar a los nenes pobres) debe haber matado un montón de pibes pero ni nos enteramos. La muerte de los pobres, los débiles y los inocentes en general es silenciosa. Tampoco hace falta privatizar todo o demoler los hospitales una baja casi imperceptible del presupuesto es suficiente. Incluso alcanza con dejar todo como está. La masacre, más o menos disimulada, en el 3er mundo es la orientación actual del sistema, por eso el FMI nos exige cosas que carecen de sentido, tiene 2 funciones la 1era es hacernos pagar la crisis a nosotros y la 2da es hundir a nuestros países. Lean la historia y van a descubrir como los imperios yanqui-europeos impiden el progreso. Achicar el estado es achicar el país, eso no tiene vuelta. En algunos momentos de la historia no podían mantener su poder por las buenas, entonces había dictadura, proscripciones, desaparecidos y presos políticos a la vista. Pero ese sistema no es estable, tiene sus limitaciones. Videla podría haber ganado una elección en el 76 pero en el 82 estaban hechos mierda. De paso aclaremos que la dictadura del 76 tenía mucho apoyo, no es cierto que fueran 4 milicos locos. Tuvieron la oportunidad de sacarlos a la mierda pero, en el 82, eligieron transar con los milicos, no es tan grande el abismo que separa a los honestos prohombres de la democracia de los nazis de la dictadura. Al menos no es lo suficientemente grande.