La verdadera militancia heroica es la del macrismo.

Es un momento donde muchos han perdido la fe, ya no creen que después de 15 o 20 o ¿me creerían 25? años de baja de salario, desocupación y pérdida de derechos, va a venir un tiempo feliz, un tiempo en el que podamos exhibir con orgullo que nos hemos ganado la entrada al parnaso del primer mundo. Es triste ver a la gente dudar ¿Creyeron que iba a ser fácil? ¿Qué bastaba con un tarifazo del 1500, 2000 por ciento? ¿Creyeron que con solo un 30 por ciento de caída de salario las cosas se solucionaban solas? Por otra parte es exagerado, no fue para tanto, si todavía podes pagar la luz, entonces no es tan grave. El lema del sinceramiento tarifario es que, mientras se pueda pagar, es insuficiente. El hecho de que tanta gente ande vestida por la calle sin revolver los tachos de basura, es una clara demostración de que no, de que todavía el verdadero y, absolutamente inevitable, sinceramiento total no ha llegado. Porque así es con el progreso y la grandeza y otras cosas que no acuerdo, requieren sacrificio. Con el peronismo era todo una joda, se vivía regalado, a costillas de los ricos que estaban condenados, como si fuera la Rusia comunista, la Alemania nazi o el estado islámico, a pagar impuestos. Los pobres ricachones se mataban trabajando honradamente sus campitos, se los veía en las madrugadas sembrando la soja, las manitos lastimadas, para darle toda la plata al estado explotador. Así se generaba la mentalidad del parásito ¿Para qué vas a trabajar si los ricos pagan impuestos? No solamente eso, había trabas, o, tal vez, travas al libre comercio existía ese terrible cepo, esa espantosa máquina de represión brutal que oprimía a los trabajadores y les impedía mandar los dólares a las Islas Caimán. ¿Pensaban que la libre empresa era gratis? No solamente se pagaban impuestos confiscatorios, yo he visto a las pobres familias sojeras pidiendo limosna en las calles, no solamente se perseguía a gente honrada que tenía, no se sabe bien cómo, millones de dólares para sacar del país. Como si estas barbaridades no fueran suficientes se llevaba adelante una política perversa de desendeudamiento ¿Quién va a confiar en un país que debe cada vez menos plata? Para resolver tamaña crisis el país va necesitar años, décadas, de esfuerzos. Todos esos jubilados, vagos que no hicieron aportes, deberán quedar en la calle, cagarse de frío y morir abandonados sin recibir atención, es indispensable para tener un país civilizado. La educación es la clave para vivir en un país próspero, para salir de la miseria, por lo tanto el presupuesto será reducido a su mínima expresión y el sistema privatizado. La educación es un bien valioso, nunca puede ser gratis. La educación, sin presupuesto, mejora muchísimo porque obliga a usar la imaginación. El aporte más grande que se puede hacer para el sistema educativo es pagarle cada vez menos a los docentes, así vienen las inversiones. Al día de hoy vemos que el presidente y su equipo, un equipazo, atraviesa algunas dificultades, no faltan, incluso, las ratas, larrata para el caso, que abandonan el barco, se hunde el Titanic, dicen, hacen bien en irse, nadie necesita la compañía de gente que no lucha por un mundo mejor. Es que no saben esperar, dentro de 30 años, nuestras preocupaciones actuales nos van a resultar graciosas, mientras vamos a ver crecer las lechuguitas rozagantes del lado de abajo. Hay gente que todavía no se dio cuenta de lo bueno que es endeudarse, con los 150 mil millones de dólares se financió la fuga y los bancos están felices, eso es lo importante, si los bancos están felices entonces se puede fugar más y así sucesivamente, hasta que llegue el futuro mejor en el 2050. ¿Cómo puede ser que haya tanta impaciencia? Sobre todo tenemos que reconocer que veníamos de una situación terrible, un país condenado sin deuda, con paritarias por encima de la inflación, con la fuga de verdes prohibida por una legislación terrorista, el 99 % de pobres, según la UCA y Todesca, en fin, éramos Venezuela. Al mismo tiempo que había una pobreza terrible vivíamos por encima de nuestros recursos ¿En qué se veía eso? En que los jubilados vivían con un mínimo de decoro. Es una suerte que hayamos podido salir de esa situación espantosa. Para cualquier persona coherente es evidente que el problema de la deuda y el déficit es culpa del gobierno anterior así como el problema de la fuga de capitales. Ahora con la pericia y la buena onda del fondo monetario, todo se va a arreglar, dentro de un tiempo 35, 40 años, no más que eso. Además no se olviden que pronto llegan las inversiones. Fe de erratas donde dice "Todesca" debería decir "el montonero Todesca".