Estadistas que nos darán un futuro venturoso, por ejemplo Caro Losada.

Hay una generación que ya se está yendo, son los Lopez Murphy y los Pato Bullrich, eran una derecha de palo y saqueo. Tenían alguna clase de discurso político, si los ricos eran mucho más ricos, demoledoramente millonarios iban a invertir. Desarmando el estado, sin clase media, con gente trabajando por un pedazo de pan, habrá confianza e inversiones. Gobernar es lograr la inversión de los ricos. Tanto buscar inversiones te convierten en un invertido. Para acceder a ese futuro, que es como el pasado de los europeos del norte, hay que terminar con todo tipo de instancia de resistencia, con los sindicatos, con los abogados de los sindicatos, con los movimientos sociales y con los simples activistas. Ese verso minimalista, más que eso, minúsculo, repetido hasta el infinito, todavía le llega a mucha gente. Pero aparecen encuestas que dicen que ya no es como antes. La vez pasada decíamos que el peronismo no tiene casi figuras, incluso D*halde y el, finado, gallego De la Sota nos parecen unos gigantes. Quieren hacerse votar tipos con menos trayectoria que los candidatos de la derecha. No da muchachos, basta de inventos. No es la falta de figuras sino que el discurso es más o menos inaceptable, retroceder, pactar lo que sea con el fondo monetario y hacer tiempo para que pase algo que no se sabe muy bien que es. La onda es hacer barullo y que nadie se entere de lo que realmente pensas. Caro Losada es nuestra candidata favorita, una rubia descerebrada, esto último no se puede decir porque es un crimen de lesa feminismo, si fuera, por decir algo, el marido de Pampita tampoco nos atreveríamos a describirlo como un descerebrado, diríamos que tiene “capacidades mentales diferentes”. Hace unas horas nuestra querida Caro puso en claro su postura: si la eligen, llevará su domicilio a su provincia. Nos preguntamos para qué. No hay ninguna necesidad de hacer ese sacrificio. Caro puede llevar adelante su gobierno, hacer lo mismo de siempre, con los mismos de siempre, sin necesidad de rebajarse a mudarse a esa provincia de mierda. Es más, el gobernar sin estar sería el colmo de la eficiencia, menos gastos, menos problemas. Pero atenti porque Caro parece tener los votos de los “socialistas” santafesinos. ¿Cómo pueden haber caído tan bajo estos catrascas liberales? La clase media parece haber sufrido una terapia de shock de “fachistol” en supositorios. Lo que necesita el país son figuras simbólicas mientras los mismos de siempre se llevan los porotos, que es lo que el país realmente produce y que les interesa a ellos, y los dólares. Dejan, que picardía, a la clase media sin dólares y a los pobres sin comida. Caro puede exhibirse, sin ropa de ser posible, y pasearse por las calles y saludar a los boludos de siempre que van a ser felices. Y después tomarse el avión y residir en Miami, uno sospecha que la mina es bien mersa, o, si no resulta ser tan grasa, comprarse una mansión en Sicilia. Sería lo mejor, cuanto bien podría hacer un gobierno en el exterior, haría lo mismo de siempre pero al menos estaría cerca de sus mandantes. Cuando gobernaba ese santísimo varón M*nem, el tipo andaba por ahí, corría carreras, jugaba al básquet, una especie de básquet para enanos, prometía viajes a la estratósfera y aun así tenía más contenido que la derecha de ahora. No sé cómo es posible, es una especie de milagro. Mejor dicho, lo contrario. La imbecilidad de gente aparentemente educada de clase media no deja de sorprenderme, confunden, se confunden o quieren confundirnos, a M*nem con el peronismo cuando el ministro de economía era Cavallo. Parece que los 10 años del turco puto fueron muy buenos, ahora nos venimos a enterar, 150 dólares para los privilegiados que podían jubilarse, con el colectivo a 80 cts. de dólar, y los tipos sin laburo, 20 %, seguramente más, de desocupados, se conseguían una escopeta y se iban a matar bichos para comer, al monte. Un país de ensueño. Y a los clase media los engañaron haciéndoles creer que tenían depósitos en dólares y después resultó que los dólares no estaban. ¿Volverán a hacerlo?