La guita del derpa de Vidal no se la dieron los narcos fueron los extraterrestres. Tengo pruebas.

No sé cómo lo lograron pero nuestro país está más feudal que antes. En un buen país feudal existen los ciudadanos y los nadie. La gente de bien y los negros. Por ejemplo si una persona de la parte sana de la población, sale de un restaurante, tiene dificultades para tenerse en pie de la curda y golpea a un policía ¿Qué carajo hace la cana molestando a la gente de bien, después de todo? Eso no es problema, ni denuncia, ni cárcel, ni una ligera amonestación. Los ciudadanos tienen derecho. Si un negro mal entrazado, se cruza con la cana en la noche, bueno, si el pardo tiene suerte lo meten en cana, sino las fuerzas del orden tienen otros métodos. Esto ya lo escribí, si atropellas a un villerito con un auto BM que te vuela la peluca, no pasa nada, nadie se entera, a nadie le importa. Si matas a un groncho con una catramina vas en cana unos meses. Si matas a Un Hombre de Bien vas 10 años y, es probable, que salgas de la cárcel con los pies para adelante. Lo que nuestros lectores quiere saber es como puede uno, que es un piojo mantenido con vida por respiración artificial, puede llegar a convertirse en un “vecino”, en “gente de bien”. Aunque parezca mentira, no basta con tener un montón de guita, no, mis amigos, eso sería capitalismo, sería plutocracia, sería inmoral y degradante. No basta con la guita, hay que tener los amigos correctos. Pertenecer a los amigos, de los amigos del fiscal Luciani o como se llame, eso va. Tener amigos de la estructura del PRO. Ser empleado de Milei. Entregar, el que están pensando, a Macri o a Larreta. También corre ser amigo/pariente/empleado o lo que sea de la señorita o del señorito que entregó. Somos todos amigos. Por lo tanto hay que ser amigo de los grandes. Un ejemplo bonito es el derpa de 500 mil dólares de la gobernadora coraje. El depto se lo vendió una amiga, el papá de la amiga era directivo del banco provincia, creo que la amiga también era funcionaria, o, por ahí, trabajaba de amiga, no lo sabemos. El derpa vale más de medio palo. Es probable que lo hayan comprado con guita “en negro”, la guita en negro viene de los narcos. Si usted, medio pelo lector, recibiera unos mangos de un narco, le puedo garantizar que termina en cana en cuestión de horas, iría en gayola como narco y terminaría mal. En todo caso no es porque seamos tan honestos que no nos metemos en esas cosas, sabemos lo que pasa por meterse. Pero no la gente de bien. La gente decente no necesita declarar de donde vino la guita, la parte sana de la población puede declarar lo que se le ocurra y después cambiarlo o no, porque puede tener un agujero de decenas de miles de dólares y no hay problema. Es más, si uno pertenece a la argentina civilizada nadie le va a desconfiar si pago tremendo derpa en Recoleta a la mitad del precio, con una hipoteca misteriosa. Busque usted, querido lector, una hipoteca por 200 mil dólares a pagar a 10 años y donde le toque pagar “unos pesitos” sin UVA y sin capital indexado. Vea que lindo banco del 1er mundo le presta, a usted, ciudadano blanco de 1era, 200 mil dólares. Pero estamos fantaseando, si te lo dieran tendrías que pagar 2500 dólares por mes de cuota, como no podes comprar los verdolagas en el oficial los tendrías que comprar al transa de modo que son más de 700 mil pesos por mes. Ajustado al verde. Un ciudadano de 1era, avalado por una constitución, no necesita guita, la guita le aparece como por encanto, como si dijéramos que la Sra. Vidal, la gobernadora coraje, la que enfrentó, con gran éxito las mafias es Cenicienta y se casó con el Príncipe. O mejor, es amiga del principito. Se supone que la propiedad privada es sagrada pero según. Hace unos meses los desamparados de siempre ocuparon tierras en, pongan el nombre ustedes, las tierras no tenían dueño pero, la justicia, que en esto es infalible, se inventó uno para rajarlos. En la edad media los dueños aparecen, surgen de la nada, figuran y después vuelven a la nada. Pura magia. En el mundo maravilloso de las tradiciones medievales las princesas encuentran tesoros, los buenos son recompensados por el rey o quien sabe quién y los siervos aplauden y son felices porque es justo que las damas, los caballeros, la gente principal, los que están cerca de dios, los puros de corazón, tengan lo que se les cante el culo.