Menos mal que Larreta era el moderado.

De repente, sin que se diera cuenta, me acordé de lo que leí sobre el gobierno de Frondizi, los militares le mandaban alguna clase de mandato, a los que llamaban, corríjanme si no es exacto, “planteos”. Y Frondizi corría a cumplirles. No pasó mucho tiempo antes de que ese presidente que había ganado las elecciones con votos peronistas y que venía para, si, para cerrar la grieta, quedó convertido en una cáscara vacía. Lo mismo vivimos, que yo recuerde sin mayores expectativas, con el gobierno de Isabel y Lopecito, un día alguien va hacer algunas revelaciones sobre las relaciones incestuosas entre la derecha peronista y la CIA. Si es que ya no se hizo y no nos enteramos. Un día se va a saber porque Larreta vació el contenido de su propia propuesta, ir en busca de los votos de centro, de votantes peronistas desencantados o, directamente, de derecha, estos últimos abundan en la ciudad y han estado votando al PRO, para tratar de correr a Pato Bullrich por la derecha e inventar una controversia con el gobierno nacional por las clases presenciales. Las cifras de contagios de la ciudad son de las peores del mundo. Se están amesetando pero en números altísimos. Los testeos están dando alrededor de un 25 % de positivos, 10 mil muertos y medio millón de casos. Y viene para peor 3 mil casos por día son más de 70 muertos por día. Una nota histórica, no sé cuántos muertos por día había de fiebre amarilla cuando el gobierno de Sarmiento se escapó dejando a la ciudad librada a su suerte. Por cierto que llegó a presidente igual, alguien debe haber pensado que un papelón puede dar 2 veces resultado. Porque aparecer poniéndose en contra de las medidas de restricción, como si el tema fuera que los pibes vayan un par de veces por semana a clase, es un cálculo político medio complicado. Tenemos 2 países pero no da la impresión de que la paridad sea como la que mostró la elección del 2019. Uno creería que la campaña contra las restricciones tiene el apoyo de los sectores más radicalizados. Aunque vaya uno a saber. Es posible que las encuestas que manejan los operadores del macrismo muestren un corrimiento a la derecha como se vio en Brasil o, recientemente, en Ecuador. En este último caso muchos votos progres que captó el indigenismo fueron para la derecha. Algo así pasó acá cuando ganó Macri. Me imagino que hay alguien midiendo de esa forma. También es posible que los asesores de los políticos de derecha estén usando categorías europeas, la extrema derecha parece estar avanzando gracias a la pasividad de los, presuntos, a quien se ocurre que Macron sea progre, después de todo, progres y la pandemia. Si es así la están pifiando mal, probablemente. Si eso es cierto lo vamos a saber pronto, cuando midan, consultoras medianamente serias y a Larreta le dé para atrás. A lo mejor mandaron al pelado a incinerarse a lo bonzo para traernos a otro figuretti, por ejemplo, en los últimos días reapareció Vidal, si me lo preguntan, uno de los grandes misterios de la política argentina. Supongo que es nuestra Ángela Merkel del 3er mundo. Entre otros dislates anda dando vuelta una teoría conspirativa que en su extrema improbabilidad me encanta, que el peladillo estaría siendo chantajeado por Macri, ese verdadero genio del mal, que, con sus servicios de inteligencia y Daniel Santoro, estaría usufructuando información confidencialísima sobre el alcalde porteño. La impresión, vuelvo al mundo real, es que el grueso de la población apoya las medidas de restricción y las apoyaría aunque fueran aún más severas, no por algún resurgir de la racionalidad o incluso de la conciencia social, sino porque, a esta altura de la sesión, todos tenemos vecinos, amigos, familiares o conocidos que o bien pasaron las de Caín o bien fallecieron. Nadie en su sano juicio quiere que se le muera la mamá, el papá o la tía y, menos aún, para seguir con las clases de los nenes que, uno burgueses sin escrúpulos, no los quieren tener en la casa. Puede ser también una señal de agotamiento del proyecto de la derecha, los gobiernos de ese signo la han llevado muy mal con la pandemia, la propia ciudad tiene pocos vacunados, no se entiende bien porque, muchos casos y poca o nula iniciativa para aislarse y proteger a la gente. Los seres humanos tenemos tendencia a hacer pronósticos, bueno, 1er acto el peronismo gana las elecciones de término medio, y al derecha queda partida y en crisis. 2do acto los massistas, algunos provinciales, que se yo, la CGT se adjudican el triunfo. 3er acto las leyes, controles y políticas progresistas que, los 4 zurdos y los kerneristas, esperan, no salen o bien se demoran hasta que se le caigan los gobelinos al toro.