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Con Cristina.

jueves, 19 de septiembre de 2019

Los empresarios tienen la culpa, ellos llevaron a Macri al gobierno.

En la sociedad hay distintos grados de responsabilidad. A medida que bajas en la escala social, la gente tiene cada vez menos posibilidades de elegir o de hacer el bien o de hacer el mal.

Hay gente que cree seriamente que el eje del mal son, por dar un ejemplo, los nazis, pueden ser pibes con la cabeza rapada que gritan sieg heil! en un alemán vacilante, pueden ser vecinos operadores que piden la muerte de todos los judíos, los negros y los peruanos. Bueno, cuál es el daño real que ocasionan esos chiflados, muy poco, a veces arman patotas que matan a otros vecinos confundiéndolos con ladrones, es cierto pero, por horrible que sea, el pelotón de linchamiento, y que cueste vidas, eso no define a una sociedad, no es un mal terrible, catastrófico para millones de personas. En cambio las opiniones descerebradas de tipos con mucho poder, si.

Un empresario culo roto puede dejar en la calle a decenas de miles de personas, directa o indirectamente.

Un empresario puede usar su guita, sus recursos y su prestigio social para hacer elegir a un loco desquiciado.

Por volver al ejemplo de los nazis, Hitler llegó al poder no porque ganara elecciones, eso es mentira, llegó al poder porque tenía el apoyo de los grandes empresarios alemanes.

Salvando las distancias entre una superpotencia industrial y un país que exporta porotos, fue la clase empresaria la que armó al gobierno macrista. Los pobres tenemos problemas para entender a los ricachones, porque, en nuestra mente simple, la guita es sinónimo de lujos y placeres, al parecer, cuando ya se tiene todo eso, o se lo tuvo siempre, y, más que nada, cuando no se ha hecho nada para alcanzarlo, les vienen al bocho pensamientos pelotudos, querer ser el rey del mundo, querer llevar a cabo vaya-uno-a-saber que ideal de mierda, ser inmortal, ser superman o cualquier pelotudez mesiánica por el estilo.

Los empresarios del tercer mundo son una clase casi inexistente, a lo sumo hay gerentes que se encargan de administrarle las empresas, empresas que plantan bananas, a los yanquis o a alguna trampa europea. No importa, aunque no sean, globalmente hablando, nadie, viven en países lo bastante atrasados y en sociedades lo bastante oscurantistas como para ser tomados como "formadores de opinión" o gente importante.

Todos los años o, mejor dicho, casi, casi, todos los meses se dan "coloquios", que nombre pelotudo, o seminarios, idem, o congresos o arreos de tropilla donde disertan los grandes cerebros del país: Pratgay, Melconian, Sturzenegger, Espert, ese tal Tetaz o quien sea por el estilo. Tipos ridículos que, o son unos chorros, o padecen de taras mentales evidentes, a veces usan palabras científicas ¿se acuerdan cuando había que "esterilizar" los pesos? o frasecitas reas o chantadas varias para decir siempre lo mismo, que hay que "achicar" los gastos, que hay que bajar los impuestos, que hay que "flexibilizar" y "desregular" y muchas otras pelotudeces similares.

Los países normales del tercer mundo ya están "desregulados", cultivan bananas, venden bananas, compran todo importado, se cagan de hambre, a veces la gente tiene suerte y cultivan algo en un terrenito o caminan hasta la frontera e intentan salvarse como mano de obra barata en el primer mundo, es un mundo perfecto, quieren quiere cambiar algo como eso?

En ese sentido nuestro país es una gran desgracia, no crece la banana, no se nos da, ponemos huevo pero la banana, la autentica, la poderosa banana sigue sin aparecer. Producimos, será de dios, lo mismo que producen ellos, si, los states, y tal vez Canadá, producen soja ¿a quien creen que le van a comprar? entre otras cosas, porque los porotos tienen que viajar 10 mil kilómetros para llegar hasta el hemisferio norte. Lean mis labios: No vamos a poder competir nunca con ellos.

¿Vieron que no era tan difícil?

La desregulación, la "entrada al mundo" y la libre competencia murieron antes de empezar. No hace falta ser un sabio, si es lo que los nenes ven en un mapa.

Un loco de atar como Macri y sus Pratgay y sus Marcospeñabraun y esa runfla jamás hubieran podido llegar de no haber sido por el apoyo y la complicidad del empresariado.

Es cierto que existe un anhelo suicida en un vasto sector de la clase media, no sabemos bien porque, la gente que se beneficia de los estados caóticos y los desastres es cada vez menos.

Se puede demostrar matemáticamente que, a cada crisis de los últimos 40 años, a la clase media le ha ido peor.

Si bien no es todo, no puede menospreciarse el rol de los medios, el rol de los medios refleja tanto la ideología de los propios dueños/gerentes de los medios como las ideas de la "clase empresaria".

La relación entre altos funcionarios, líderes políticos, de opinión y empresarios es muy fluida, el mismo tipo puede aparecer en todos lados, como es el caso de algunos de los personeros de la dictadura macrista.

Que los empresarios caguen a la sociedad es, simplemente, la esencia del capitalismo, quien va a ganar en la “libre competencia” sino es el más hijo de puta.

Pero eso tiene 2 problemas, primero fíjense lo que está pasando con Arcor, por decir algo, es una especie de milagro, en base a la ideología de su propio gobierno una empresa que produce comida, en el país de la comida, tiene cada vez más pérdidas y se está yendo a pique. Fíjense lo que está pasando con “Mercado Libre” una máquina literal de ganar guita que se está yendo abajo. Los empresarios, en su divina locura, llevan al poder a tipos que los hunden.

El segundo problema es que están con el culito roto, llorando, pero siguen creyendo en “la mano invisible del mercado”, en “integrarse” a no sé qué y, esto es muy horrible, en “exportarse” de la crisis. Esta, que tengo en la mano, van a exportar.

Yo sé que ahora los lectores, zurdos a muerte todos ellos, piensan que lo que habría que hacer es imponer el soviet de diputados obreros y campesinos. Bueno, no va a ocurrir, por muchos motivos, por ejemplo, hay pocos obreros de la producción y los que hay prefieren ganar buenos sueldos y no meterse con el imperialismo. Los empresarios, estos boludazos que tenemos, no la burguesía nacional con la que sueña la izquierda, seguirán siendo los que son.

Deberían, si tuvieran un mínimo de decoro, abrazarse a los pies de Cristina y pedir perdón entre lágrimas pero, lejos de eso, ya buscan un nuevo Macri, un nuevo Martínez de Hoz.

Y que conste esta advertencia, la próxima encarnación dictatorial va a ser todavía peor con más violencia y con más miseria. Como si la que hay no hubiera sido suficiente.

3 comentarios:

  1. "Esta, que tengo en la mano, van a exportar"

    Adhiriendo 100x100 a todo el artículo, me quedo con lo central que es esa frase. El ciclo ~*"histórico y maravilloso"*~ que fue el kirchnerismo terminó a las puertas de un desafío abismal. Ibamos a encararlo con la fé y la esperanza de Scioli, íbamos a lanzarnos a la aventura de "producir y exportar". ¿Que y cómo? ni nosotros lo sabíamos.
    Al menos enfrentábamos esa aventura delirante hacia lo desconocido, sanos, desendeudados y bien comidos. Hoy estamos frente al mismo abismo, pero con las piernas cortadas, en pelotas, con las manos atadas y sin comida.

    Quizás lo central sea empezar con lo básico, que es querernos a nosotros mismos. Querer lo que somos y lo que hacemos. Si nosotros mismos no queremos nada de lo que somos, ¿Quién chota de afuera nos va a pagar por cosas que no nos compramos ni entre nosotros?

    Es donde se pararon las potencias para empezar a vender lo que hacen, desarrollar su cultura y marca país. Acá nuestros pibes play millenials se disfrazan de ninjas cosplay en el jardin japones, y a Tecnópolis le dicen Negrópolis y al muñeco de Zamba y San Martin los tiran y los rompen en un baldio. Un resumen de porque efectivamente "Esta, que tengo en la mano, van a exportar".

    Hay que empezar todo eso de nuevo con mas ganas, variedad e imaginacion. El desafio es vendernos y comerciarnos ideas primero a nosotros mismos, que hasta empezamos a dejar de vendernos COMIDA entre nosotros. Como todo en la vida, las mas de las veces, las cosas no se entienden a la primera. Ni a la segunda. Esperemos que sea a la tercera.

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  2. A pesar de coincidir en la mirada general, tengo una cosita que corregirle, Argentina SÍ cultiva y produce bananas, en el norte, Salta, Jujuy, Formosa, claro que no son como las ecuatorianas - al fin y al cabo, ésas son hijas del monocultivo al gusto yanqui - éstas son más chicas, más dulces y, seguro, orgánicamente mejores... aunque como por acá lo importado siempre es mejor, en tanto producto nacional tienen como virtud el venderse poco y que parte de la producción se tire, o sea, el virreinato del FMI y sus delicias.
    No sé si la palabra para los empresarios argies sea culpa, que tiene gusto a pecado, cuando lo notable de estos cosos es el nulo apego a la aritmética elemental, la imposibilidad de sumar 1+1 y seguir abrazando un verso que los anula y finalmente los elimina, uno los pensaría con alguna mínima picardía, y no, ahí tiene techint, arcor...que de significar fardos de guita, hasta para hacer dulce, ahí andan, con las acciones valiendo chirolas... obviamente, el gobierno que viene los salvará, zafarán y a más tardar el año que viene comenzarán con la letanía liberal que los derrumba hasta ahora... en fin, delicias del virreinato o ese viejo refrán del tonto que se muere, pero queda la tonta preñada....

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    1. De chico, hace apenas 50 años, incluso después, era como usted dice, había banana criolla para todos, tómelo como una metáfora. Y en lo otro también tiene razón, ya están desesperados viendo como van a tumbar a un gobierno nazi-comunista que les va a hacer ganar una fortuna.

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