Israel no tiene fronteras, es un estado “en formación” después de 60 años. Nadie sabe cual era la frontera ni cual va a ser, el truco es que Israel engulle todo lo que puede, todo lo que puede servirle. En otros tiempos, los accidentes físicos, como el desierto, impedían expandirse sin límites. El imperio romano construyó ciudades subterráneas, provistas de cisternas gigantes con acueductos monumentales pero, más allá, estaba el desierto. Ahora no. La tecnología más moderna para llevar adelante los sueños de la Biblia. El estado de Israel es confesional, aunque hay lugar para algunos árabes, esos árabes se resisitieron al estado hebreo en tiempos mejores, hoy en día, están como todos, con miedo pánico a que los dejen sin empleo. En Israel se vota religiosamente, valga el chistecito, del mismo modo en que los ciudadanos de la metrópoli votaban en el imperio británico o cualquier otro por el estilo. En los últimos 300 años todos los imperios carniceros y destructivos del mundo practican la democracia, por supuesto que para adentro. Hasta hace algún tiempo, los palestinos podían ingresar para ser trabajadores de 2da, con un pasaporte, el pasaporte es cuestión de vida o muerte en un país sin fronteras, lavarles el culo a los viejos del geriátrico, acá hablo por experiencia, y volver a sus covachas, siempre y cuando no hubiera piedras y bombardeo. ¿Se acuerdan de la muralla? ¿Qué pasó? Qué pasó con la muralla que iba a proteger a Israel de los filisteos. Había riesgo de que la muralla se convirtiera en un límite para la expansión y de ese modo, la frontera de Israel, nunca iba a llegar a ser la del Rey David, los macabeos o de quien sabe quien. La religión judía se adapta muy bien a los tiempos que corren, está el “pueblo elegido”, que van a ver que no se necesita ser judío, con que sea del primer mundo alcanza y sobra, y los demás somos miserables objetos de piedad o terroristas. Al mismo tiempo, y cuando la cosa es conveniente, tenemos al “nuevo judaísmo” para los elegidos, me viene a la mente el caso de esa señora, conversa, casada con un judío, que pidió ser enterrada al lado de su marido, le dijeron que no, porque judíos somos algunos nada más y porque, la exclusión, debe prolongarse hasta después de la muerte. En pleno siglo XXI en Israel los judíos tienen prohibido casarse con un palestino. En la Alemania nazi las alemanas “étnicas” protestaron y Hitler les devolvió a los maridos judíos. Creer o reventar. La religión musulmana, por el contrario, no se compadece muy bien con estos tiempos de “yo primero”, al menos por ahora, algunas de las prescripciones del Coran son absurdas, anacrónicas y/o están aplicadas por tipos de mala leche pero la esencia es que musulmán es cualquiera que acepta la fe y cumple con los rezos y esas cosas, es una religión incluyente. Igual ya se están haciendo “ajustes” para que Chiítas, Sunitas y Susanitas se hagan la guerra, van a ver, estas “nuevas ortodoxias” van a servir para excluir a los más débiles, a los extranjeros, a los morochos o a cualquiera. Y que los tipos que impulsan estas sectas, misteriosamente, tienen dólares, armas y respaldo no se sabe bien como, por ejemplo, vean lo que pasa en Arabia Saudita, donde las mujeres tienen muchos menos derechos que en Irán pero a nadie le importa. Lapidan a las adúlteras pero “discretamente”. Si lo que están buscando es una analogía que haga las cosas más comprensibles, piensen en el estado de Israel como un country, rodeado de villas miserias, el cerco perimetral es impreciso, cuando necesitan, los paisanos del country se desplazan en sus vehículos, se llevan todo y arrasan con los villeros, el sueño del próximo gobierno liberal. Para proteger sus casas, unos adefesios estilo California, cuando más avanzan los imperios más pobre se hace su cultura, necesitan de una cantidad espeluznante de guardias, armados hasta los dientes, contra los pibes chorros, las gavillas y la traición del personal doméstico, además está el ánimo revanchista de los villeros, que no se resignan a ser extranjeros en su propio país. Los negros son muchos, no tienen adonde ir y viven en un sistema darvinista donde sobreviven los más astutos y más aguerridos. Cuando más se expande más soldados necesitan, en el country ya no hay civiles, todos están enfierrados y los villeros ven en cada hombre, mujer y niño del country un enemigo mortal. El esfuerzo económico para sostener un aparato militar semejante está llevando al country a una situación cada vez más difícil. Se supone que llegan nuevos vecinos o que la población crece y eso, por un lado, hace aceptables los sacrificios y, por otro, es una promesa de nuevos ingresos. Aun haciendo esfuerzos desesperados, el country no genera recursos propios, es un portaaviones del imperio, pero el imperio no puede dejar su portaaviones, ha gastado mucha guita y el country cuenta con un poderoso lobby de “tipos influyentes” que quieren seguir a toda costa. El futuro del country solo puede ser la ruina, por más que la Biblia y Jehová, más poderoso que nunca, insistan, por más que ejércitos invencibles armados con nucleares amenacen a no se quien. Pero no hay nada, particularmente las cosas terribles, que no tenga un costado cómico, imagínense que la tierra prometida es un cuartel de milicos, que las libertades garantizadas por tremendas constituciones son para un país donde, si no queres ser soldado, vas en cana, el país libre donde no te podes casar con una morocha/morocho de las razas inferiores, y donde los felices ciudadanos del pueblo elegido, en la tierra prometida, optan por emigrar. Caminá por Buenos Aires y preguntá, vas a ver que, el infierno, está lleno de gente que se escapó del paraíso. |
cris
domingo, 6 de julio de 2014
Israel para principiantes. El país country ¿viste?
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No puedo entender el que un judío se sienta herido a muerte de ofendido por que le diga que Israel tiene en el gobierno una banda de genocidas. Y hablamos incluso de judíos argentinos.
ResponderEliminarA ver, en Argentina, los argentinos tuvimos en gobierno a una banda de genocidas. Y no me sentía herido por que me lo digan. Lo veía, constataba y los quería que se vayan cagando y lo antes posible. Luego quise juzgarlos y condenarlos. Y hoy que se logró digo; -que bueno que los argentinos pudimos cagar a patadas en el culo a esos argentinos.
que buen final
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