Uno de los mejores chistes que he oído en mi vida lo contaba, magistralmente, Olmedo, poeta y profeta, decía él:
Yo tengo experiencia con grandes patotas de cobardes. En primer lugar la del ejército, llegaban de madrugada para que nadie los viera, armados hasta los dientes, siempre contra civiles desarmados, después los juristas de la patota hablaban de la guerra, la guerra con las armas de un solo lado, la guerra de la picana y un rehén atado a una cama de hierro y la muerte compasiva y cristiana de tirar una víctima al río. Torturar chicas embarazadas y llevarse a los bebes. Después teníamos a la gloriosa patota del servicio penitenciario, esa patotita era tan marica que hacía correr a los presos desnudos, no sea cosa que llevaran, no sé, una Gillette, un pedazo de vidrio, esa patota te hacía correr, no sea cosa de que los vieras, a lo mejor los ojos de los infelices secuestrados daban mal de ojo, vaya uno a saber. A lo mejor temían que un tipo que llevaba semanas sin comer, desnudo, cagado a palos, se diera vuelta y les diera una piña. A lo mejor un trompazo dado por una víctima medio muerta les hubiera dolido, a lo mejor los cobardes son tan delicados que un toquecito, el roce, un empujón, los puede llevar a la muerte. El milico marica es un ser suave, evanescente, solamente se nos pone macho 20 a 1 y con armas, porque la manito duele o porque no vaya a ser cosa que la antipatria nos cague a trompadas. Estuve preso un año, jamás vi, ni oí hablar, de un guardia cárcel que hiciera como en las películas de Hollywood, que le dijera a un preso: “Vení esto lo arreglamos uno contra uno”. Las peleas con los carceleros siempre fueron justas: uno contra 20 y los guardias con palos, no sea cosa que los putitos lastimaran sus manecitas. Si me lo preguntan es llamativo, mi crianza en un barrio, bastante de mierda, del centro de la ciudad, fue en un ambiente, no de los niños soldados del África pero bastante violento, y las peleas eran uno contra uno, ni en la escuela, ni en el potrero hubiésemos permitido que 20 cagones le pegaran a uno, no éramos rugbiers por cierto. Aunque el rugby no tiene nada que ver con esto, es solamente un ámbito para que la patota cobarde se conozca. No solamente tenía que ser mano a mano, ningún pibe del grado le hubiese pegado a alguien más chico o, no se, con algún problema físico, lo normal era buscarse a un enemigo más grande que uno, era lo forma natural de ser respetado y no ser un maricón. Hay gente que vive en un universo mejor que el nuestro, creen, por ejemplo, que los milicos, o la patota que sea, está carcomida por la culpa. Creen que todos somos buenos y que la crueldad bestial no existe. La verdad es que la patota cobarde disfruta de lo que hace. O no vieron, no acaban de ver, que después de matar al pibe ese, mandaban mensajes en chiste, hasta creo, puede haber sido nada más que una pesadilla, que hay imágenes que los muestran riéndose. Ojo que la patota siempre está obligada a matar, por la patria, el honor, el futuro de no sé quién, por vengar alguna afrenta o porque hay que frenar a los negros, los extranjeros, los judíos o los hinchas de chacharita. Me olvidaba de la patota de linchadores, gente de barrio, sencilla, humilde y sufrida, cansada ya de tantos robos, ellos también han encontrado la causa de su sufrimiento y de su miedo y pueden masacrar al pibe chorro. Ese método de ejecución tan maravilloso, pegarle a un infeliz indefenso hasta que se cague muriendo. El acto de matar, maltratar, herir o mutilar es una descarga, la patota, por fin, puede dejar de tener miedo, entonces asoma naturalmente la risa. La patota de los cobardes es cobarde, valga la redundancia, si no hubiera impunidad para matar, simplemente, no lo harían, se dedicarían a alguna otra cosa horrible pero tal vez más hacia lo autodestructivo. Pero la patota no solo está formada por los aporreadores porque la cobardía tiene todavía un piso inferior, y es la comparsa. De los 10 valientes que le pegan a uno solo, que no puede tenerse en pie, hay, no sé, no los conté, 4 o 5 que se limitan a bailar y festejar. Los trolls, los cobardazos, los buchones, los borrones que se dedican a festejar la epopeya de 20 contra uno. Los que no están, los secretarios, los intelectuales que no se ensucian las manos, no, que va, los archimiserables que cantan el elogio del matón, los que se ríen de la víctima, los amigos del campeón. |
cris
viernes, 21 de febrero de 2020
Los rugbiers de la discoteca forman parte de la larga tradición de patotas cobardes argentinas. Dedicado a vos, el putillo que defiende a los milicos.
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"no sea cosa que los putitos lastimaran sus manecitas."
ResponderEliminar"buscarse a un enemigo más grande que uno, era lo forma natural de ser respetado y no ser un maricón." (si se busca un ""enemigo"" mas grande, el susodicho peleará con uno mas chico...)
o sea, que orsesion con le otre sexo don chango, esas metáforas atrasan mas de 20 años y serían cosa de los hnos. sofocon-ovich.
de los chicos de Zárate, mas que chicos creo que son mounstruos y no se que engendros saldrán de la prisión
los de Corrientes q masacraron a Malvino en Brasil, aun andan libres y haciendo sus vidas, negada al fallecido
Ni puto, ni mariquita tienen nada que ver con sexo, desde hace décadas, son sinónimos de cobardía.
EliminarComentar como anónimo se parece a la patoteada, hay respaldo incondicional de la manada subnormal.
ResponderEliminarBueno, para variar, jodo con la foto, el héroe retratado, muy eficaz en el fino arte de asesinar estudiantes suecas, a la hora de enfrentar a sus adversarios teóricamente iguales, se rindió sin tirar un tirito, la verdad, una cobardía histórica...
ResponderEliminarLo de estos rugbiers, anda por ahí, sólo que para compensar la falta de entrenamiento, mejor asesinar en manada y sin excusa ideológica, usted sabe, los gustos hay que dárselos en vida, sólo que ahora tendrán ocasión de ser ellos el *gusto* que se den otros, más rústicos y menos linditos, hay cierta justicia ahí, disfrutaron el crimen apostando a la impunidad, puede fallar y falló, casi como el de la foto, vió?
Cuando hablas de putillo, putito, mariquita...te referis a Novaresio ?
ResponderEliminarLa agrupación Putos Pernistas, no considera q putos sea sinónimo de cobardes
ResponderEliminares mas hubo desaparedidos en sus filas
lo invito a considerar el uso directo de la palabra cobardes, rastreros o similares para el caso o también malnacidos para casos equivalenmtes, para mi en lugar de manada, prefiero patota y en vez de animales, monstruos, como los q mataron a Malvino en Brasil o los atacantes de hoy en La Plata, (creo q se atosigan con alguna sustacia y quizas con alcohol)
igual don chango, lo sigo y admiro su paciencia y habilidad escribidora, incluso en las hazañas de personas de la rusia de principio del siglo pasado q pocos relatan