En mi época se vivía para la mierda, peor requetepeor que ahora, esta era pingüina. Las cosas eran diferentes. El país vivía bajo una dictadura, más o menos disfrazada, perpetua. Había intolerancia. En mis tiempos si te ponías una camisa de colores te gritaban que eras puto y tenías que cagarte a trompadas. Las noticias estaban en la radio, había golpes, golpecitos y desestabilizaciones varias, mes por medio y te enterabas escuchando "Radio Colonia". Pero también, el almacenero te bancaba con la libreta y el vecino te ayudaba y vos ayudabas al vecino. La clase media y los villeros no eran dos mundos totalmente distintos. Éramos un país superconservador, lo que es muy insoportable pero había cosas que no se hacían. La palabra era la palabra. Aún tipos que eran unos hijos de puta tenían palabra. En mis tiempos, casi todo el mundo, tenía códigos. Si, códigos. Los pibes de los ranchos de la esquina de mi casa no nos choreaban, éramos vecinos. Chorros, chorrazos y pibes chorros ha habido siempre. Lo que hay ahora son pibes sin códigos. Van y le pegan un cohetazo al quiosquero de la vuelta. Tipos que son como zombies y andan por ahí loqueando porque si. Los chorros que yo conocí no eran unos santos. Si asaltaban una carnicería y, el carnicero, les salía con el cuchillo, lo cocinaban ahí mismo. Pero no mataban porque si. Y si dejabas un bolso en un auto, venía el pícaro y chau, pero no te rompían un autito porque si. Los chorros eran socios de la cana, si, pero eso no tiene nada que ver con ser un buchón. El buchón no es policía, es un tipo sin códigos. El buchón es uno de los tuyos, un tipo en el que confías y que trabaja para el enemigo. Cuando decimos que los periodistas de Clarín son buchones es por eso. Son tipos de clase media como nosotros pero tiran para el otro lado, van con Sociedad Rural, y van con tipos que estuvieron con los milicos. Y en vez de defender al pueblo, que más no sea a los medio pelo, a su propia clase, defienden al club de Paris, y al FMI. Si te hacían un favor, era una cosa sagrada, tenías que acordarte para siempre. No tenía porque ser entre amigos, ni cosa parecida. Un muchacho, un pibe del barrio, al que nunca más viste, una vez, no se, te ayudó a mudarte, te llevó en auto a algún lugar al que tenías que ir. No hace falta que sea algo grande. Alguien se molestó para darte una mano. Hay tipos a los que les haces un favor y, en vez de estar agradecidos, se te dan vuelta. Nunca vi nada igual. No entiendo como son, como les camina la cabeza. Supongo que la epidemia de garcas debe haber dado comienzo con la dictadura del 76. Los milicos llevaron hasta el límite la venganza y el revanchismo social. La patota de la dictadura era un compendio de las mañas de los resentidos. Odiaban a los intelectuales por intelectuales, a los tipos finos por finos, a los sensibles por sensibles y a los obreros por ser trabajadores. A los rubios porque eran rubios y a los negros porque eran negros. El maula sin códigos es como una patrulla perdida del milico lumpen. Me vinieron a la mente las patotitas de la época de M*em que saqueaban las escuelas primarias. Y me vienen a la mente las agachadas de determinadas agrupaciones políticas. La Ripoll y Castells que, dándoselas de zurdos, se fueron con la sociedad rural son gente sin códigos. La Meijide después de haber hecho carrera política con la bandera de los derechos humanos, ahora está en contra de los juicios. Basura de la burguesía, sin códigos. En mis tiempos los radicales eran unos garcas, igual que ahora, claro, pero no eran del "partido tal por cual", ni del "movimiento pastazo". Los radicales eran radicales y nunca andaban simulando que les importaban los pobres. En mi época los peronistas eran peronistas y ya estaban divididos a muerte, a muerte, entre derecha e izquierda pero no se escuchaban esos discursos raros, estrambóticos de la derecha peronista a favor del Clarín o del "modelo chileno" y esa comparsa liberal. Los antiguos peronistas de derecha no hubiesen aceptado nunca ir con una cucaracha como el colonarco. La cucaracha es un animal terrible, siempre va para adelante, ayuda a que nos aniquilen a todos y después se florea. Te dice: "Mira los giles, como los cagué". ¿No se acuerdan de ese ministro de la alianza, cómo se reía cuando hablaba de la banelco? ¿Y los otros? Los voceros del estado de sitio, los que ordenaron reprimir, los que sacaron la guita, justo antes del corralito. Y los que escalaron posiciones con los milicos y ahora se nos hacen los democráticos. Cobos es un modelo de los "sin código" peor que cualquier pibe arruinado por la falopa. Cobos hace cualquiera. Lo votaron para apoyar a un gobierno y resultó que era de la oposición. No fue, solamente, la 125, desde entonces se opone a todas, y cada una de las medidas del gobierno. No se entiende que carajo hace de vicepresidente. Es solamente para figurar y por las dudas, por si la movida golpista termina con el gobierno, del cual forma parte. Es un modelo de los garcas que hacen cualquier cosa para alcanzar sus torpes ambiciones. Tener códigos no implica ser un angelito, ni aspirante a la santidad. Tener códigos es, simplemente, no hacer cualquiera. Ser amigo de los amigos. Cumplir con lo mínimo que te comprometiste. Pensarlo varias veces antes de cagar a alguien. Los tipos sin código son un vistazo a un futuro distópico, porque el Apocalipsis no viene con efectos especiales, ni con la venida del Anticristo. Viene cuando, finalmente, terminan todos los escrúpulos y cada uno cuenta nada más que consigo mismo. Armados, solos, encerrados en sus casas, matando para comer. |
tene razon che.victor
ResponderEliminarDonchango, estoy de acuerdo, pero me opongo ¡Si no que atractivo tiene esto?
ResponderEliminara)Los obreros de Terrabusi no están politizados, los demás tampoco. Putean contra sus sindicatos, pero se te rajan en los paros y cuesta que intervengan en asambleas y manifestaciones, lo demás es mitología.
b)La clase media, mas exactamente el mediopelo en la nomenclatura Jauretcheana, siempre apoyó y adoró a la burguesía y a la oligarquía, siempre despreció y odió a los negros.Lo demás es mitología. Justamente la desgracia hoy es que el pensamiento del medio pelo se adueñó del imaginario social, los negros también piensan como mediopelos.
c) El mediopelo siempre fué egoísta, cagador y en consecuencia no existía "la palabra". Ese mismo mito se decía cuando yo era pendejo atribuyendolo a generaciones anteriores. Lo demás es mitología
d)Todos los pueblos desarrollan mitologías para ayudarse a vivir.Los dioses me han puesto entre los hombres como al tábano sobre el noble buey, para picarlo, pincharle el globo y romperle las bolas (traducción libre de Sócrates)
Un abrazo
saludos don chango.
ResponderEliminary que le va a ser el ser. se acaba la de vivir de la nesecidad y la urgencia de los pobres cuando se actua contra la pobreza.