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lunes, 6 de abril de 2020

Enciclopedia de la rebelión de Kronstadt (1921). Revolución Rusa 54.

Hambre y necesidad en la República Socialista.

A partir de la firma de la paz con Polonia en octubre de 1920, las guerras en la periferia se van terminando. Los territorios del antiguo imperio ruso han estado en guerra desde 1914. En la perspectiva de Lenin, de octubre del 17, podrían haber pasado 2 cosas, que el soviet fuera aplastado por el imperialismo o que se desatara una revolución europea. No pasó ninguna de las 2 cosas. Para 1921 el gobierno del soviet está firmando tratados de paz y de reconocimiento con los países limítrofes. Pero el país soviético estaba destrozado. En la guerra civil se cuentan 10 millones de muertos, la mayor parte por hambrunas y pestes. El comunismo de guerra estaba basado en llevarse todo el excedente de los campesinos, incluso lo que no era tan excedente. Los campesinos estaban sin azúcar, sal, kerosén y ni hablar de productos industrializados. El área cultivada y la producción agrícola declinaron en un 40 %. Sin embargo durante la guerra temían más al regreso de los blancos que a las requisiciones bolcheviques. Al terminar la guerra los campesinos se rebelaron en la periferia, Ucrania, el Volga, donde el poder soviético era más débil. Después, como si esto fuera poco, estaba el problema de los soldados desmovilizados, en esto la situación de varios países europeos era similar. De alguna manera la situación era peor ahora, porque la guerra se libraba contra un enemigo sin rostro, sin consignas y sin programa. En febrero de 1921 la CHEKA informó de 118 levantamientos.
La peor revuelta sucedió en Tambov donde un tal Antonov, Antonov un SR que había pasado más de 10 años preso por el zarismo, en 1919 huyó a los bosques, formó una banda de desertores, SR y campesinos, se dedicaron a asesinar funcionarios y a asaltar granjas estatales. Para mediados de 1920 Antonov contaba con entre 14 a 18 mil hombres, había creado la Unión de Campesinos Trabajadores, que carecía de un programa político específico, lo que, francamente, se agradece, a partir de octubre del 20 se enfrentan con los soldados de la zona en una serie de batallas, la rebelión se expande. Para enero del 21 contaban con 50 mil partisanos, eran 2 ejércitos con 21 regimientos. Para esa época llega Félix Dzerzhinski para saludarlos. En marzo el soviet declaró una amnistía para los rebeldes que se entregaran. En abril Lenin le ordena a Tujachevski reprimir la revuelta. Usaron un ejército entero y entre mayo y junio vencieron a los insurrectos en varias batallas, Antonov anduvo escondido murió luchando el 24 de junio del 22.
Tal parece ¡epa! que Antonov no era el líder de la sublevación campesina sino un tal Piotr Tokmakov, al que no lo ponen porque era un oficial del ejército zarista, lo que le quita bastante briio a la rebelión campesina.
Los campesinos estaban cabreros, para fines de 1920 el soviet se había visto anegado de peticiones sobre suspender las requisiciones compulsivas, en lugar de eso pedían un impuesto, cosas muy razonables… en un país capitalista. En diciembre del 20 el 8avo congreso de los soviets aprobó un plan que iba, todavía más, hacia la compulsión de sembrar. Todo parece indicar que, en ese momento, Lenin se aviva de que, el socialismo, es cosa de varias generaciones.
En las ciudades las cosas no estaban mejor que en el campo, se producía ¼ del carbón que antes de la guerra, 1/3 del petróleo y el 3 % del acero. El país se encontraba bloqueado del exterior y la red de trenes y el transporte estaban destruidos. La caída del sistema de transporte a su vez generaba hambruna.
Se puede hablar del Apocalipsis ruso.
Los obreros recibían raciones de pan negro, iban desde los 800 grs. para tipos que laburaban en fundiciones a los 400 y hasta 200 grs. para los pinches. Para fines de 1920 la calle estaba llena de vendedores que compraban comida en los pueblos y se la vendían a la gente de las ciudades. En 1920 el pan tuvo 10 aumentos. Había hiperinflación. Entre octubre de 1917 y agosto de 1920 la población de Petrogrado pasó de 2 millones y medio a 750 mil.
La gente escapaba del hambre de las ciudades yéndose al campo. El invierno de 1920-21 fue particularmente frío, las viviendas, las fábricas y las oficinas no pudieron calefaccionarse por falta de petróleo. Para frenar a los desesperados, que transaban con alimentos, el gobierno socialista puso destacamentos armados que controlaban el paso a las ciudades. A instancias de Trotsky, entre otros, se buscó militarizar el trabajo, también llevaron a las fábricas a soldados del ejército rojo. Los sindicatos protestaron. La militarización era, en parte, consecuencia del fracaso de la autogestión, los obreros no fueron capaces de controlar, por si solos, las empresas. Por cierto que eso no tiene porque ser así en todas las épocas y todos los lugares. A partir de junio de 1918 se nacionalizaron las grandes empresas. En muchos casos reaparecieron los “especialistas burgueses” acompañados de los burócratas. Muchos vieron lo que había visto Lenin, el camino del socialismo resultaría complicado, mucha gente reaccionó con furia, y descubrieron la gran verdad que tratamos de trasmitir contando la historia de la revolución: que toda la culpa la tenemos los judíos.
En ese mismo momento dic 1920 marzo 1921, los comunistas se hallaban divididos en 2 tendencias, unos eran los que querían sindicatos bajo control del estado (Trotsky) y otros los que se hacían llamar “Oposición Obrera” y que querían, al menos en parte, volver a la autogestión. La posición de Lenin podía definirse como intermedia, sindicatos libres sin autogestión.
En el octavo congreso de los soviets todavía tuvo derecho a la palabra nuestro viejo conocido el menchevique Dan y un SR de izq. que había sido ministro de justicia durante el co-gobierno bolche-SR, reclamaban por las libertades perdidas y pedían el regreso de la “democracia soviética”. Cómo podía el soviet traer bienestar económico dejando a los soviets locales hacer y profundizando la autogestión, es un gran misterio.
El 22 de enero de 1921 el gobierno soviético anunció la reducción de las raciones de pan en 1/3, en los primeros días de febrero no llegó a Moscú ni un solo tren con trigo. En la misma Moscú hubo reuniones en las fábricas que pedían por “trabajo libre”, los enviados del soviet a discutir con los obreros fueron maltratados.
Multitudes salieron a la calle, algunos pedían el “libre comercio”, otros reclamaban derechos y libertades, otros pedían la famosa Asamblea Constituyente y otros protestaban contra los… judíos.
En Petrogrado la situación era, si cabe, peor, la gente marchaba por los bosques cortando árboles para la leña, empezó una campaña de rumores, se hablaba acerca de los privilegios de los comunistas y afines. El 23 de febrero se celebró una asamblea en uno de los centros metalúrgicos, pidieron ropa de invierno. El 25 los metalúrgicos volvieron a salir, fueron seguidos por otros trabajadores, se decía que otros trabajadores habían sido reprimidos y muertos, lo que no era cierto. El bolchevique al mando de la ciudad era Zinoviev, no justamente un modelo de militante proletario, creo un comité de defensa revolucionario en cada distrito, puso el toque de queda y prohibió reuniones en las calles. El gobierno decía que agentes extranjeros se habían metido en la ciudad para hacer agitación. Los bolches acusaron a los agitadores por ser gente que se ocupaba nada más que “de su propio bienestar”. Los metalúrgicos perdieron su trabajo.
Las protestas no se detuvieron. Fueron adquiriendo un carácter político, los mencheviques, legales y en la calle, distribuían propaganda, usaban sectores de la aristocracia obrera que les eran favorables, pedían cosas que jamás, en estos 100 años transcurridos, le han pedido a ningún gobierno de derecha. Me imagino la felicidad de los comisarios del ejército rojo, que lucharon en Siberia, en el desierto y en el ártico, cuando tipos que se habían quedado en su casa los acusaban de “traicionar a la revolución”. Los mencheviques evitaban toda mención a la lucha armada pero, los SR, no eran del mismo parecer, pedían el retorno de la Asamblea Constituyente y la propaganda no se diferenciaba de la de los blancos.
Durante esos días los bolcheviques de Petrogrado decretaron, en la práctica, el estado de sitio y el toque de queda. La CHEKA efectuó cerca de 500 arrestos, en particular de mencheviques. La otra arma de los rojos fue usar la militancia que recorrió la ciudad, los rojos identificaban a los movimientos de protesta con los blancos. Hubo también un aumento en las raciones y se permitió a los trabajadores salir a buscar comida al interior, la “patrulla de caminos” que controlaba los viajes a la provincia fue retirada el 19 de marzo.

Un paseo por Kronstadt.

Kronstadt era una ciudad fortificada, construida por Pedro el Grande, en una isla que estaba a 30 km de Petrogrado. Lo esencial de Kronstadt es que es prácticamente inexpugnable. En el medio de la ciudad fortificada había una plaza, el lugar estaba poblado por 50 mil personas, la mitad comprendía a tripulantes de la flota y a los artilleros que eran pocos. El marinero de aquellos tiempos, en Rusia, era un personaje loco y rebelde, con revueltas, por causas por demás justificadas, que terminan en saqueos y quilombo. Y, como no nos vamos a cansar de repetir, no es lo mismo ser rebelde que revolucionario.
En la revolución de febrero del 17 los marineros ejecutaron a 40 oficiales, que muy probablemente se lo tuvieran merecido pero uno sospecha que, matar sin un juicio previo, no es un alto nivel de conciencia.
En mayo de 1917 el soviet de Kronstadt se independizó y formó una comuna a la manera de la comuna de Paris, se autogestionaba totalmente y era como la isla de la fantasía. En agosto del 17 salieron en defensa de la revolución contra el golpe de Kornilov. En octubre participaron de la insurrección.
Durante la guerra civil más de 40 mil marineros de la flota pelearon para los rojos. En 1918 el gobierno soviético reemplazó al mando autónomo del báltico por comisarios del partido. En abril varios buques del báltico protestaron contra la paz de Brest-litovsk, muchos marineros se unieron a los SR de izquierda que intentaron un golpe en julio. En octubre un amotinamiento tuvo que ser sofocado por el ejército rojo.
Otro motivo de protestas era la caída de los comités revolucionarios y el reestablecimiento de la cadena de mando y la disciplina. Hay gente que quiere pelear por la revolución pero cuando tengan ganas y de la manera que les parezca, después, por algún motivo, más bien por ese motivo, la revolución pierde y nos matan a todos junto con nuestras familias pero, eso si, sin dogmatismo.
Además con el final de la guerra muchos recibieron licencias para volver a sus casas, pudieron ver el hambre y las rebeliones en directo. A fines de 1920 se produjo una epidemia de escorbuto en la flota. En el invierno 1920-21 aumentó la deserción y los marineros que renunciaban al partido. En Kronstadt, la mitad renunció.
Para colmo la postura del soviet respecto a la flota tampoco era coherente, Zinoviev y Trotsky luchaban a muerte por el control.
En diciembre del año 20 muchos marineros se retiraron de una asamblea en la base naval de Petrogrado. El 15 de febrero del 21 se reunió la conferencia de comunistas de la flota, pedían más democracia y más contacto con el pueblo en línea con Zinoviev.
Y si no había reformas habría una sublevación. En Kronstadt se enteraron de la oleada de huelgas y también fueron “bombardeados” por una campaña de rumores sobre manifestaciones baleadas y asesinatos de líderes huelguistas. La posverdad. Para ese momento ya había, probablemente, un grupo activo en Kronstadt que estaba en contacto con el “Centro”.
El día 26 las tripulaciones de los barcos Petropavlovsk y Sebastopol se reunieron y enviaron una delegación a Petrogrado para averiguar que pasaba, encontraron las fábricas rodeadas de tropas pero no las masacres que había informado la contra, el 28 presentaron ante las tripulaciones el informe y votaron una declaración política, básicamente, volver a votar los soviets, en nuevas condiciones donde sindicatos y organizaciones campesinas anticomunistas pudieran ajustar cuentas con los bolches, liberar a mencheviques y SR presos, dejarles la tierra a los campesinos sin mayores obligaciones, prácticamente nada de lo que pedían tenía que ver con la flota, era, pura y simplemente el fin del partido comunista y de su influencia, algunos podrán discutirlo, al fin y al cabo es gratis, pero, aun con todos sus graves defectos, sin partido no hay soviet ni revolución. Bueno, la declaración de los marineros de Kronstadt es eso, los pequeño burgueses se cansaron de jugar a la revolución, que vuelvan los que te jedi .

Rebelión en la granja.

El día 1ero de marzo hubo una reunión en la plaza de Kronstadt, por el lado de los bolcheviques habló Kalinin el presidente de la república soviética. Cuando quiso hablar recibió burlas, los trolls tampoco son nada nuevo. Después tuvo la palabra el jefe de la flota Kuzmin, habla de la guerra civil, dice que la revolución siempre termina por matar a los traidores, en realidad prometió matarlos a todos, fue expulsado en medio de abucheos. Los militantes del partido, estaban o deberían haber estado en la asamblea pero se los vio poco y nada excepto a Vasiliev, que era el jefe de los rojos de la isla. En la reunión aparece un tal Petrichenko. Petrichencko era de origen ucraniano, tenía 30 años, era un marino experimentado. La declaración del 28 es aprobada por abrumadora mayoría, enviaron 30 delegados a Petrogrado los que fueron detenidos y de los que nunca se volvió a saber. Kalinin fue detenido por los insurrectos y muchos querían meterlo en cana pero lo dejaron ir, a fin de cuentas estamos ante partidarios de la libertad.
Al día siguiente se efectuó la elección del soviet, a los bolcheviques no se les permitió hablar, en la principal guarnición, el comisario bolchevique fue interrumpido por el general zarista Kozlovsky, le dijo: “Se les terminó la época. Ahora yo voy a hacer lo que hay que hacer”.
La conferencia se reunió en la Casa de la Educación, al parecer el edificio más imponente de Kronstadt, estaba custodiado por marineros armados, para “orientar a los delegados”. Presidía el camarada Petrichenko. Los primeros en hablar fueron Kuzmin y Vasiliev. Kuzmin les recordó que la republica todavía se hallaba en estado de guerra con Polonia, una rebelión podía tentarlos a intervenir. Que Petrogrado estaba en paz y que no había ninguna revuelta en curso. Kuzmin les dijo que podían fusilarlo si querían pero que los bolcheviques lucharían hasta el final. Esto último hizo enfurecer a los marineros, los dirigentes bolcheviques fueron arrestados.
Pero eso no fue todo, apareció un marinero que dijo que venían vagones llenos de bolcheviques para disolver la reunión, de ese modo, que nos parece sospechoso, no es la primera vez que en una asamblea te manipulan con un par de gritos, la elección para el soviet se suspendió y se estableció un Comité Revolucionario Provisional, por cierto que demócratas que no fueron electos. En realidad lo que estaba pasando era al revés, los comunistas abandonaban Kronstadt, los que no lo hicieron fueron en cana. El comité revolucionario actuó más o menos como actuaron los comités revolucionarios de los bolcheviques en el año 17, ocuparon la central telefónica, los depósitos de alimentos, la planta de agua, la electricidad, etc. Todos los buques, los fuertes y baterías reconocieron al comité. Copias de la resolución del día 28 fueron enviadas a ciudades vecinas. Los insurrectos publican a partir del día siguiente, el 3, un diarito, en él Petrichenko anuncia una nueva revolución.
El problema para el soviet era que los marineros de Kronstadt tenían prestigio, les venía del año 17, donde habían participado de la insurrección de octubre. Lo que decían los bolcheviques era que estos marineros no eran los mismos de 1917, no solamente en el sentido de que los luchadores más esclarecidos de 1917 ya no estaban en Kronstadt, todo el mundo admite el número de 40 mil marineros que habían ido al frente en la guerra civil, sino que los nuevos reclutas no tenían el mismo origen y la misma posición que los de 1917.
Para empezar los marineros de 1917 venían, en su mayor parte, de la clase obrera, los de 1921 eran campesinos. De 1917 quedaban los veteranos, algunos de antes de 1917 incluso de antes de la guerra mundial, que no habían participado en el frente de la guerra civil. Patrichenko era un empleado de categoría en un buque de guerra, ojo, zurditos, con enamorarse de la aristocracia obrera. En la dirección del movimiento de Kronstadt brillan los ucranianos, Patrichenko afirma que ¾ parte son de Ucrania, incluso algunos habían peleado contra los bolcheviques en el sur. El mismo Patrichenko había sido arrestado por actividades contrarrevolucionarias.
Los soviéticos decían que la sublevación de Kronstadt había sido planeada, de antemano, y tenían razón, 20 días antes del 3 de marzo de 1921 Burtsev, una especie de periodista de investigación, especializado en su época en revelar a los infiltrados zaristas y que estaba en contra de los bolcheviques, publicó un informe que narraba todo lo que iba a suceder en el levantamiento. Bursev estaba en contacto con un grupo blanco llamado “Centro Nacional” que tenía su sede en Paris, hay pruebas de que ese tal Centro preparó la insurrección de los marineros. El Centro también estuvo implicado con Yudenich y el ejército del noroeste. Recordemos de paso que en 1921 Wrangel todavía tenía un ejército de 80 mil soldados en Bulgaria y Serbia, bajo la protección de los franceses.
Los alzados respondieron afirmando su indudable origen proletario, sin embargo estaba este tal Kozlovski, el general zarista que era jefe de artillería y que, tal vez no era tan proletario. Con él venían 3 ex oficiales zaristas más que se pusieron a las órdenes de los marineros proletarios pero ya no tan rojos.
Kozlovski, el 2 de marzo, elaboró, junto a sus oficiales, un plan para desembarcar de inmediato en Oraniembaum, apoderarse de equipo militar y avanzar hacia Petrogrado. Sin embargo no hay evidencia de que tuviera influencia política, tampoco es que esto fuera necesario, los consejos militares de Kozlovski eran excelentes, si le hubieran hecho caso, las cosas se hubieran puesto mucho más comprometidas para el poder soviético. Lo que hicieron fue ir a Oraniembaum, el 2 de marzo, con un grupo pequeño, los estaban esperando con ametralladoras.
Aunque los rebeldes de Kronstadt afirmaban hallarse en el lado opuesto de los emigrados blancos, los blancos se pusieron a favor de la revuelta de inmediato. Otra lección queridos amigos, ojímetro de quien se pone de tu lado, cuando los que te dije te defienden, por algo será.
En Finlandia se formó un comité para recolectar fondos, la guita de los franceses. Los yanquis no quisieron meterse y los ingleses esperaban firmar convenios con el soviet. La cruz roja debía canalizar la ayuda, básicamente alimentos, para los rebeldes pero la actitud finlandesa fue cautelosa, evaluaban que la rebelión no iba a prosperar.
El 13 de marzo Petrichenko telegrafió a un agente blanco en Finlandia pidiendo alimentos. El 16 de marzo los representantes del Centro en Finlandia, uno de ellos un capitán zarista, cruzaron el hielo hasta Kronstadt presentándose como Cruz Roja Rusa. Al final, sin embargo, unas toneladas de harina y tocino contrabandeadas terminaron en manos de los bolcheviques, que se comieron unos sanguches de mondiola. Los SR también intentaron ayudar, incluso con más criterio que el Centro, al frente estaba un viejo conocido de los seguidores de este blog: Viktor Chernov que saludó a los rebeldes desde Reval el mensaje dice: “¡Abajo el despotismo de derecha e izquierda!”. No aclara, sin embargo, si está a favor de todo lo bueno y en contra de todo lo malo. Los mencheviques no participaron, les gusta matar gente desde oficinas y usando decretazos, lo que los convierte en un partido de avanzada.
Una vez vencida la sublevación, los marineros revolucionarios, Petrichenko y sus amigos, le ofrecieron sus servicios, nunca mejor expresado, a Wrangel, el ofrecimiento contenía un programa revolucionario de 6 puntos, decía: “todo el poder a los soviets pero no a los partidos”. Wrangel aceptó, encantado. Cuando se habla con sinceridad la gente se entiende.
Petrichenko formó un grupo con marineros exilados que se infiltraron en Petrogrado, con el soviet no se jodía y terminaron todos presos.
Lenin y sus muchachos dijeron que si bien había parte de intervención imperialista y de los blancos se trataba de “una rebelión pequeño burguesa contra el sistema socialista”.

La crítica de las armas.

La situación de ruina y hambruna del país convertía a los insurrectos de Kronstadt en muy peligrosos para el soviet, eso lo sabían los bolches que empezaron una campaña furiosa de propaganda y a reunir tropas y lo sabían los blancos en el exilio que tenían la perspectiva de reiniciar la guerra civil.
A pesar de todo lo que vimos, los líderes bolcheviques del 10mo congreso, sentían a los marineros de Kronstadt como hermanos confundidos. Durante la 1era semana el soviet se limitó a hacer llamados al diálogo y a pedir que depusieran las armas. Sin embargo todos los militantes recibieron caños y escopetas, no sea cosa de que...
El 3 de marzo llegó a Petrogrado un tren con alumnos de la escuela de oficiales del soviet y artillería. En Oranienbaum 45 oficiales que se habían puesto del lado de los rebeldes fueron fusilados. Los mensajeros enviados a difundir la rebelión en el continente fueron todos en cana.
Los rebeldes decidieron mantenerse a la defensiva, después de todo estaban en una fortaleza con 135 cañones, 68 ametralladoras, rodeada de murallas y de hielo. Protegían la ciudad 2 buques acorazados modernos con cañones de 129 mm. Contaban con 13 mil marineros y soldados más 2 mil reclutados entre la población civil.
El 4 de marzo se celebró una reunión del soviet, Zinoviev y Kalinin denunciaron la revuelta como un complot blanco. Los partidarios de los rebeldes hicieron uso de la palabra, la resolución exhortaba a los marineros a entregarse al soviet o si no…
Trotsky, al que se supone de un gran prestigio en Petrogrado, como de costumbre, llegó tarde, el 5 de marzo y emitió un comunicado ofreciendo clemencia para los que se rindieran. Los rebeldes contestaron que no necesitaban de la clemencia de Trotsky.
El primer ataque bolchevique fue un volante lanzado desde aviones, decía que Kozlovzky y Petrichenko escaparían a Finlandia y los dejarían plantados. Las familias de los rebeldes fueron tomadas como rehenes.
Aun así todavía hubo gestos de reconciliación, el soviet de Petrogrado pidió permiso para que delegados del soviet fueran a Kronstadt para ver que pasaba y negociar, los rebeldes, uno piensa que los líderes ya estaban seguros de que querían una masacre, se negaron a recibirlos.
El 7 de marzo vencieron todos los plazos, el oficial al mando del ejército rojo era Tujachevsky. El ejército de la zona de Petrogrado era el 7mo, estaban a punto de ser desmovilizados. A las 18:45 baterías en el lado norte abrieron fuego contra los rebeldes. En Petrogrado oían claramente los cañones. Al día siguiente al amanecer los rojos atacaron, en medio de una tormenta de nieve, fueron recibidos con artillería y metras. Los cañonazos quebraron el hielo y los bolches se hundieron en el agua helada. Algunos soldados se unieron a los rebeldes. Unos pocos lograron llegar frente a las murallas y fueron obligados a retirarse. Aviones del soviet bombardearon pero sin mucho resultado.

Los rebeldes de Kronstadt no eran anarquistas.

La ideología casi-oficial de los rebeldes de Kronstadt es SR, de la fracción Maximalista, un grupo de esos que celebra sus congresos en una cabina telefónica, el ideólogo era un tal Lamanov. Querían, es un ejemplo malicioso pero aclara mucho los tantos, “soviets sin partidos” pero criticaban a los bolcheviques por haberse largado a gobernar “excluyendo a los otros partidos socialistas”. Defendían a los pequeños campesinos, a uno que es un mal pensado le parece que los verdaderos sujetos no eran campesinos tan pequeños, frente a las odiosas “granjas estatales”. Tampoco estaban a favor de las empresas estatales ni de las nacionalizaciones.
Todo eso condimentado con la picardía de retener todos los símbolos del estado soviético. La oposición armada, presuntamente de izquierda, a un gobierno de izquierda no es ningún invento novedoso.
Después tenemos a los escritores que nos cuentan que los 15 días que duró el alzamiento de Kronstadt fueron unos días felices, “de una enorme exaltación espiritual”. Quien no se va a sentir entusiasmado de que todos, los más de 300 comunistas y afines de Kronstadt, hayan ido presos. Un escritor nos aclara que incluso los bolches presos tenían, ahora, el derecho de debatir libremente.
¿Qué importa estar en cana si disponés de la divina libertad de hablar las pajerías que se te ocurran?
Muchos antiguos comunistas con prestigio, tipos intelectuales de clase media, se prestaron al juego de los rebeldes. Uno supone que pertenecían al partido más grande y revolucionario que existe: el Partido de los que están a favor de los que ganan. Cuando empezó la rebelión unos 200 bolches decidieron que no era el momento para hacerse los héroes y abandonó la isla. Sin embargo un tal Ilyin se la jugó, simuló colaborar con los rebeldes mientras les mandaba informes a los rojos. Los rebeldes tuvieron una conducta ejemplar hacia sus prisioneros y con los comunistas, uno, que es bastante malito, sospecha que fue gracias a que los soviéticos mantenían a las familias de los rebeldes como rehenes.
El gobierno soviético había creído que bastaba con acercarse a la isla para que la resistencia cediera, el día 8 de marzo el ataque resultó a media máquina y con tropas que no tuvieron aguante. Era hora de que el soviet mostrara sus músculos, desde todas partes del país soviético llegaron pibes de la juventud comunista, cantando la Internacional y algunos chinos, por algún motivo a los chinos siempre les tienen miedo.
En esos días, como ya dijimos, se celebraba el 10mo congreso del PC, 300 delegados se ofrecieron de voluntarios. Piénsenlo, se ofrecieron de voluntarios para asaltar una fortaleza erizada de cañones a través de un mar congelado.
El día 9 la ración de los rebeldes era de 100 gramos.
El día 10 aviones del soviet bombardearon la fortaleza. El día 11 hubo un intento desde el sur que fue rechazado con grandes pérdidas. El día 14 un destacamento atacó de madrugada dejando mucho heridos y muertos en el hielo.
El día 15 Lenin anunció el fin de las requisiciones y la implantación de un impuesto en especie. Ese mismo día el pan se había terminado en Kronstadt.
El día 16 un proyectil enviado desde el continente cayó en uno de los barcos y mató a 16 marineros, el bombardeo siguió durante todo el día.
Tujachevsky preparó dos grupos, en total unos 50 mil soldados, para atacar la isla desde 2 direcciones al mismo tiempo.
A las 3 de la mañana del día 17 comenzó el ataque. Los soldados del soviet se deslizaron por el hielo y el agua y, en absoluto silencio y con muchas pérdidas, tomaron un par de fuertes. El día 17 amaneció soleado, los soviéticos atacaron de frente. Los rebeldes bombardearon el hielo y muchos se hundieron. Uno de los fuertes de los rebeldes se rindió el día 18.
A media tarde, bajo un sol radiante, se encontraban frente a las murallas de la ciudad. A medida que quedaron a corta distancia los cañones de los rebeldes pasaron a ser inútiles pero las ametralladoras y las granadas diezmaron a los atacantes. Un grupo de cadetes rojos cruzó, sin querer, un campo minado y se ahogaron en el mar. Por el lado sur el ataque fue furioso, algunos soldados rojos que perdieron los nervios fueron ajusticiados en el acto. Varios camiones con rebeldes obligaron a los rojos a retirarse. En el lado este tuvieron mejor suerte, lograron cruzar las murallas, una vez ahí se desató el infierno, los sublevados atacaron con todo lo que tenían, la batalla siguió casa por casa. Los comunistas presos fueron liberados y se unieron a la lucha. A eso de las 4 de la tarde de ese día, el 17 de marzo, los sublevados lanzaron un contraataque que casi derrota a los rojos, se salvaron gracias a la llegada de un regimiento de caballería y de voluntarios que venían de Petrogrado. Antes de la puesta del sol llegó la artillería de los rojos pero la lucha recién amainó a medianoche.
La predicción de que Patrichenko y sus socios abandonarían a sus soldados se cumplió, como suele pasar con los vaticinios del soviet, en la noche los dirigentes del “Comité Revolucionario” de Kronstadt abandonaron la isla, por el hielo rumbo a Finlandia, con otros que escaparon sumaban 8 mil, antes de irse destruyeron todo lo que pudieron del equipo, dínamos, reflectores y ametralladoras. Los comandantes de los barcos ordenaron hundirlos pero los marineros, esos vacilantes, al enterarse de que los dirigentes habían huido, no cumplieron la orden y terminaron pidiéndole la escupidera al soviet.
Al final de la batalla había tantos muertos en el hielo que los finlandeses pensaban que había peligro de contaminación y epidemias, las bajas de los rojos, según el cónsul norteamericano sumaron 10 mil, ese número incluye 15 delegados del congreso del partido. Se supone que, en la parte final, muchos rebeldes recibieron la venganza de los bolches, aun así los sublevados caídos suman unos 600. Lo que no hicieron los bolcheviques fue ametrallar a los rebeldes que escapaban rumbo a Finlandia. Tal vez porque había mujeres y niños entre ellos. Es una buena pregunta y la vamos a dejar así ¿Qué hubiera hecho usted querido lector de haber estado al mando de los avioncitos del soviet? ¿Hubiera usted buscado aplastar a los líderes rebeldes que huían después de hacer matar, no solo a sus enemigos del soviet, sino también a sus propios compañeros?
De los 2 mil prisioneros 13, considerados cabecillas, fueron juzgados y condenados a muerte
, el resto fueron en cana.
Por algún motivo se menciona la pérdida de imagen de la revolución entre los anarquistas, viéndolo en perspectiva la insurrección no tiene contenido anarquista ni en la teoría, ni en la práctica, además los anarquistas más a la derecha, como algunos que acompañaron, por un tiempo, a Makhno desde abril del 18 que estaban en clara oposición al soviet. Aparentemente, hacía falta tirarle algo por la cabeza a los bolcheviques, eso es todo.
Es posible que los más fanáticos quieran saber qué pasó con el camarada Patrichenko, estuvo 25 años refugiado en Finlandia, su relación con el soviet fue y vino, al parecer les pasaba información sobre los alemanes, en el 45 terminaron repatriándolo, fue condenado a un régimen de reeducación durante 10 años y murió en la cárcel en 1947.


Nunca se es suficientemente revolucionario.


1.Con el Zar estábamos de fiesta, estábamos.
2.Los 4 zurditos de siempre.
3.El ascenso revolucionario.
4.La revolución en el descenso.
5.El país oscuro.
6.El retorno.
7.La guerra es el mejor negocio, 1914.
8.La retirada interminable
1917
9.La revolución de febrero
10.Lo que dejó la revolución de febrero.
11.Lenin, el mismo, en Rusia.
12.La renuncia del ministro liberal
13.La gran ofensiva desastrosa
14.Semi insurrección semi bolchevique
15.El golpe de estado
16.Infiltración bolchevique
17.El Comité Militar Revolucionario contraataca
18.Del palacio de invierno al congreso de los soviets
19.El 25 de octubre
20.El nuevo gobierno
21.La batalla de Moscú
22.La despedida de Kerenski y la derecha SR
23.El poder a los soviets
24.La elección de la constituyente
1918
25.El fin de la constituyente
26.Se proclama la República Socialista
27.La paz infame
28.Contra en el sur round 1
29.Ucrania, Finlandia y el Caúcaso.
30.Cosacos al ataque
31.Los Checos, los SR y Samara
32.Sovdepia!
33.El denso verano de 1918
34.El Terror Rojo ¡Uy! ¡qué miedo!
35.Interludio Alemán.
1919
36.El golpe de Kolchak.
37.Kolchak se despide.
38.Makhno, la guerrilla anarquista
39.El final de Makhno.
40.Siberia antes de 1919.
41.La contrarrevolución levanta la cabeza.
42.El 5to ejército rojo en Omsk!
43.De regreso a la URSS.
44.Un inglés en Moscú. 1919.
45.La segunda parte del reportaje del inglés.
46.El soviet de Hungría.
47.Los franceses en Odessa y Crimea.
48.La gran esperanza blanca.
49.Las aventuras británicas en la revolució rusa.
50.La inimaginable victoria.
51.El holocausto antes del holocausto.
52. El último blanco pero no el último contrarrevolucionario.
53. Bertrand filósofo inglés pero honrado.
Para leer hasta que se termine la cuarentena.

domingo, 8 de octubre de 2017

Algunos comentarios sobre el Comandante Che Guevara.

No pensaba escribir sobre el Che, no por falta de ganas y, menos todavía, porque la epopeya del Che me pareciera menos relevante. No pensaba escribir sobre el Che primero porque no tengo tanta información de nivel, que sea relevante, sobre una personalidad tan grande, y también porque se siente casi como hablar de un familiar, de un amigo de toda la vida. La gente se muere, o la matan, para el caso y uno no puede terminar el duelo, piensa que va llegar a alguna parte, o simplemente volver a casa, y que lo va a ver.

Aclaro, por la dudas, a veces los lectores, en su buena voluntad, creen que uno estuvo en todas partes y que, que locura, conoció al Comandante. Por supuesto que no lo conocí, cuando se la dieron a nuestro Comandante yo era muy chico, recuerdo que mi viejo lloraba cuando se supo la noticia. Todavía, en esos tiempos, el control de los medios no era lo que es ahora y la noticia se difundió y recuerdo que el punto de vista general era de simpatía por nuestro Comandante, lo peor que recuerdo haber leído sobre él era que se trataba de “un Quijote”, comparación atinente que surge de cosas que el mismo Comandante comentaba.

En la década del 60 no era de buen tono ser un facho, no recuerdo haber escuchado a ninguno estar feliz por la muerte de ese zurdo comunista, amigo de los negros.

En cambio si recuerdo que era de mal tono ser peronista. Por aquellos tiempos, Perón era el que había vaciado no se que, inconmensurables, reservas de oro que tenía el país, producto de venderle trigo y latas de carne picada a los aliados, Perón y su banda de delincuentes se habían llevado el oro y Perón andaba con una piba jovencita de la UES. De modo que era necesario que el Che fuera antiperonista, después de todo abandonó el país durante la 2da tiranía. La cuestión es que me tocó militar en una época donde la gente normal de izquierda sabía que eso no era cierto. He leído con confirmación en algún lado, si quieren les propongo que lo busquen en google o donde puedan, que Fidel, y el Che, le hicieron llegar, al comienzo de los 60, una considerable cantidad de guita a Perón para “agitación y propaganda”. Después resultó que en la JG tenía entre sus libros de estudio obligatorios el libro, un librazo que quisiera, ahora voluntariamente, volver a leer: “Peronismo y Revolución” de JW Cooke. No se si Cooke era amigo personal del Che pero me sorprendería que no fuera así.

Uno nunca sabe quien puede pasar por acá, hasta podría ocurrir que algunos amigos lectores no conozcan la historia básica del Che. Puede pasar en estos tiempos de exceso de información.

El Comandante era hijo de una familia bien a la que la decadencia económica había llevado a la bohemia. El futuro Che vivió en un montón de lugares, he leído que, la familia, anduvo por Misiones, que nació en Rosario, por lo cual, detalle ideológicamente muy relevante, era hincha de Central. Leí por ahí que en Córdoba tuvo su primer gran amor. Estudió medicina, interrumpió sus estudios para andar por Latinoamérica en moto, yo les digo siempre a mis alumnos que hagan lo mismo: muchachos, al cumplir los 18 cómprense la moto, ustedes, no con la guita de papá y salgan a recorrer. Lo que, casi sin querer, nos dice el viaje del Che es que, sin Latinoamérica con nosotros, estamos al horno. Obvio. Aunque, pensándolo, lo que le pasa a muchos muchachos, que piensan que son de izquierda, es exactamente al revés, defienden a muerte a Maduro y a Evo Morales y se olvidan de lo que está pasando acá, y creen que Pitrola es de izquierda. Después nuestro Comandante va hacia el Amazonas a curar a los leprosos, Ernesto Cardenal dice que los compañeros leprosos todavía esperan el regreso de la barca del Che. No solamente ellos.

Tal vez el Che estaba buscando la revolución desde un comienzo, quien sabe, lo que es seguro es que, la revolución, estaba buscandolo al Che. Le tocó estar en Guatemala cuando derrocaron a Arbenz, tema del cual vamos a hablar algún día. La actitud del Che es, no se como definirla, sensacional, en vez esconderse, arrepentirse o llorar en un rincón, no se rían, se consiguen mujeres haciendo esto último, se pone a organizar la resistencia armada. Repitan conmigo: resistencia armada, resistencia armada, resistencia armada.

Como suele pasar, la resistencia heroica fracasa, el Che tiene que pedir la escupidera. Sin embargo la experiencia en Guatemala muestra que hay un camino.

Cuando el Che anda dando vueltas por México ya la tiene clara y se encuentra con otro latinoamericano loco, dispuesto a traer un mundo nuevo. Fidel tenía algo de experiencia en la lucha armada después de haber fracasado en la toma del Moncada, tenía un pequeño partido llamado “Partido Ortodoxo”, o algo por el estilo, mucha militancia con buena onda hacia él y el gobierno cubano estaba a punto caramelo, era impopular e ineficiente.

El Che era, como solemos ser los argentinos progres, plebeyo, populachero y salvajemente democrático, además era un médico, un tipo culto, carismático y, lo que es muy importante, con un acento exótico. Fidel cuando lo conoció, debe haber pensado que se había sacado la grande, y no se equivocaba.

En lo que hace al hecho concreto, la expedición de Fiel era típicamente quijotesca, unas docenas de aspirantes a guerrilleros, mal armados, subidos a un barquito que, dios es cubano, no se hundió de pedo. Además, no me acuerdo quien los buchoneó, los estaban esperando y los cagaron a tiros, señal de que el ejército de Batista, el dictador de turno, no era tan débil como dicen algunos.

Hay una parte en que el Che tiene que elegir entre llevar el botiquín, él era el médico después de todo, y llevar fierros.

Dicen, creo que en la “dimensión desconocida”, que el mal, para triunfar, tiene que ser perfecto, pues no fue el caso, Fidel con 12 hombres, escapó de la emboscada y subió a las montañas. El aire en las montañas es puro y fresco, Fidel exclama: “¡Se jodió Batista!”, creo recordar habérselo leído a Galeano.

No se si, militarmente, el Che era tan bueno, desde mi ignorancia sospecho que no, más bien me hace acordar al héroe de Games of Thrones, temerario, generoso y desinteresado, sumamente eficiente como combatiente individual pero no un gran táctico. Durante la guerra se salva de milagro, creo que, al menos, en un caso están a punto de matarlo y al enemigo se le traba el arma. Los campesinos cubanos se sumaron con entusiasmo, algo hay en estos barbudos que los hace confiables, creíbles. Además hay una militancia tanto sindical como estudiantil que les jode la vida a los muchachos de Batista en las ciudades. En tren de especular, el colonialismo en Cuba resulta ser tan intenso que la clase media de servicios y profundamente careta, que pulula por nuestro país, no llega a formarse.

Si a nuestro Comandante se la hubieran dado en la guerra de liberación de Cuba, ciertamente sería un personaje legendario pero más lejano, más oscuro, más fácil de manipular. Dicen que, para conocer a una persona, lo mejor es ver que es lo que hace cuando le dan el poder. Cuando lo nombraron presidente del banco central, el Che dormía en el banco en un catre, andaba por ahí haciendo trabajo voluntario, cortando caña. Cuando más poder le dan, mejor es.

Siempre pienso que lo conocí, cuando conocí a los compañeros de la JG, a fin de cuentas no es ninguna casualidad que la JG se llamara así. Los que siguen este blog ya leyeron algo como esto, perdón por repetirme, los pibes de la JG, ahora, después de todos estos años, para mí, son unos pibes, tenían ese tipo de conducta, que hoy en día considero sublimemente virtuosa, tipos que dejaban su casa, sus pertenencias y vivían en la clandestinidad, durmiendo pocas horas por día para tener un día más largo para militar, arriesgándose continuamente ante un enemigo feroz, terrorista y poderosísimo. A veces, viendo la realidad que nos toca ver, a los argentinos de clase media, del siglo XXI, me parece haber visto otro mundo, no hay nada ahora que se parezca, ni de cerca a esa devoción. Acá llego a una parte en que las cosas no se pueden explicar con palabras, habría que verlos, hablar con ellos, conocerlos.

Al Che se lo puede ver en compañeros que militan y dejan todo, de verdad, y no hay otra forma de llegar a verlo.

Por último está el tema de cómo Fidel por medio, de vaya uno a saber que pérfidas maniobras, desplaza al Che y lo obliga a irse. La verdad es que prefiero a nazis de frente march, aunque me lleven al campo de exterminio, que a los boludos de clase media con el cerebro blando que creen en estos bolazos.

Me da la impresión que hubo varios factores que llevaron al fracaso en la guerra en Bolivia, uno de ellos es la preparación deficiente, la falta de una fuerza de apoyo local y la reticencia del PC boliviano, también fracasó la guerrilla del lado argentino y un montón de factores logísticos más. Los libros dicen que para hacer una guerra necesitas información, administradores y técnicos, además de políticos y militares.

Se habla también de “foquismo”, otra ridiculez más, el Che no era foquista, entre otros motivos, porque el foquismo no existe, no hay una teoría seria que defina, justifique o explique, en sentido práctico, que carajo es el foco.

Sería maravilloso, la llegada de 4 tipos venidos de no se sabe donde, con algún método para ganarse a la gente y llevarla a incorporarse a una organización guerrillera, capaz de derrotar a un ejército de línea, en cualquier parte, en cualquier época independientemente de las circunstancias. Imagínense desembarcar en Australia y hacer una buena revolución cangurística.

Creo que la “teoría del foco” viene de un tal Regis Debray, un franchute que colaboró con el Che en Bolivia y que, según parece, lo vendió, bien vendido.

viernes, 30 de mayo de 2014

Petrogrado, última semana de Octubre, 1917. Revolución Rusa 22.

Los empleados públicos no dudan en aliarse con cualquier gobierno por mierda que sea pero con los negros… jamás!


Octubre, última semana. Petrogrado.

Después de su inesperado triunfo los bolcheviques tenían 3 claros enemigos, los partidos "socialistas", es decir el ala derecha de la izquierda reformista, el sindicato de ferroviarios (!) y los empleados públicos, estos últimos iniciaron una huelga "por tiempo indeterminado".

Y Kerenski, lejos de darse por vencido inició una serie de correrías por los alrededores de Petrogrado. Escapó en el famoso auto con bandera yanqui, disfrazado de enfermera el día 25 al mediodía, apareció en un lugar llamado Gatchina al sur de Petrogrado, donde no encontró tropas adictas pero si un clima muy pesado, de ahí, sin perder jamás el ánimo, algo que hubiera sido admirable en un líder político pero que, por algún motivo, en este caso, es ridículo. A las 10 de la noche arribó al cuartel de ejército del norte en Psov. Finalmente Kerenski consigue reunir a un grupo de cosacos al mando de Krasnov, son las mismas tropas golpistas que seguían a Kornilov en el golpe de agosto. Vuelven hacia Gatchina donde a pesar de que la guarnición simpatiza con los bolches no hay resistencia. La mañana del 27 en Petrogrado los comisarios del pueblo se desayunan con la toma de Gatchina. Lenin pide al ejército en Finlandia y a la flota del Báltico más tropas. Trotsky llama directamente a los obreros a cavar trincheras, a juntar alambre de puas, armas y defender Petrogrado del avance de Kerenski, mientras el comité de salvación llama a no resistir. El mismo día se reúne el comité de salvación, es decir la contra revolución. La reunión concluye más rápido de lo esperado, los guardias rojos irrumpen en la sala. Los SR de derecha llaman a evitar la guerra civil llamando a la huelga general y a boicotear al nuevo gobierno.

Al atardecer del 28 los cosacos de Krasnov toman Tsarskoe Selo sin encontrar resistencia. Una vez ahí esperan por refuerzos. Uno de los méritos de los bolcheviques es haber combatido a sus enemigos desde el comienzo sin perder tiempo y no dejarles tener bases en el centro de rusia, el centro es el territorio entre Petrogrado y Moscú. Pero no se puede dejar de lado lo fundamental para triunfar en una revolución, tener una idea funcionalista del marxismo y la buena suerte. Con respecto a esto último, la noche del 29, los comisarios descubrieron por casualidad un complot de los cadetes de las escuelas militares. Eso obligó a los cadetes a hacer el alzamiento así, a la desesperada. Para ese momento el sabotaje contra el nuevo gobierno por parte de los empleados públicos ya había comenzado, los telegramas de los comisarios del pueblo no se transmitían, venía el paro de los ferroviarios y los pasquines, algunos habían cambiado de nombre, llamaban a los bolcheviques espías, traidores y agentes alemanes. El día 29 los cadetes de las escuelas militares ocuparon algunos edificios clave como la central de teléfonos, fueron cercados por los rojos pero los chicos no se rindieron, los rojos los bombardearon y algunos, que intentaron abrirse paso, fueron pasados a cuchillo. La orden para sublevarse venía de los SR Gotz y Aksentiev.

El único militar de carrera que se ofrece a salir al encuentro de las tropas de Kerenski es un tal Muraviev, contamos con pocos elementos, pero se resume así, Muraviev era un tipo del Gobierno Provisional, en las últimas semanas se había pasado a los SR de izquierda que, como recordaran, apoyaban a los bolcheviques pero sin jugársela. Muraviev quedó al mando, los guardias rojos y lo que quedaba del ejército de línea se desbandaron casi de inmediato, pero resultó que un cuerpo de marina instaló cañones en unos cerros que hay por ahí, en los alrededores de Petrogrado, las alturas de Pulkovo, se calcula que la artillería mató entre 300 a 500 soldados de Kerenski, al mando de la artillería estaba un antiguo soldado, el coronel Walden, no se porque un ruso se llama Walden. Krasnov tenía pensado entregar a Kerenski a los bolcheviques lo hubieran fusilado y se hubiera convertido en un mártir de la causa pero el loco escapó, esta vez, disfrazado de marinero. Insisto con que esta historia deberían filmarla en Hollywood, Jim Carey para hacer de Kerenski.
Kerenski vivió muchos, pero muchos años, en el exilio, donde escribió unas memorias que, hasta los peores derechistas, consideran mentirosas. Los rusos son un país con suerte, pese a todo, pero no se si la suerte de Kerenski fue tan buena.

Ya la noche del 26, el sindicato ferroviario, había amenazado con hacerle huelga al gobierno socialista, el día 29 los bolcheviques recibieron un ultimátum del sindicato, si no creaban un gobierno de coalición con los SR y los mencheviques de la derecha, los trenes no iban a andar. Los bolcheviques, cagados en las patas, recuerden que ese día Kerenski se acercaba a Petrogrado y los blancos eran dueños del centro de Moscú, enviaron a Kamenev a parlamentar con la derecha, la exigencia de la derecha era terminar con la revolución y que volviera el Gobierno Provisional. Al día siguiente Kerenski estaba en fuga y los bolches avanzaban en Moscú, de modo que la derecha moderó sus aspiraciones y ahora se hablaba de un gobierno donde el soviet compartiera el poder junto con los parlamentos regionales, los sindicatos y hasta el soviet campesino que aun no había sido convocado. Cualquier cosa con tal de disminuir el poder de los soviets.

Pasados 100 años, la línea que siguieron los partidos de la izquierda reformista nos resulta familiar, la izquierda liberal ante cualquier encrucijada opta por retroceder. En junio los SR y los menches detentaban la suma del poder público, si hubieran tenido el mínimo sentido común de firmar la paz, Rusia todavía tenía un ejército, y las concesiones a los alemanes hubieran sido mínimas, comparadas con las que tuvieron que hacer Lenin y sus muchachos. Pero no. Es decir no querían destruir a la revolución para seguir la guerra, querían seguir la guerra para destruir a la revolución.

Abraham Gotz venía de una familia judía de guita, el hermano era uno de los creadores del partido SR. Gotz participó de la revolución de 1905, estuvo en la resistencia armada y se comió años de cana en Siberia. Al principio, cuando todavía se acordaba de Siberia, perteneció a los internacionalistas que estaban contra la guerra, en junio de 1917 quedó como presidente del ejecutivo central de los soviets y se convirtió en "defensista" partidario de seguir la guerra a cualquier precio. Después de que los bolches tomaran el poder, Gotz participó de acciones contra el gobierno de Lenin pero abandonó la lucha armada cuando el almirante Kolchak derrocó al gobierno del directorio, a fines de 1919, los bolcheviques lo encanaron junto con otros dirigentes SR, le hicieron un juicio, veremos si podemos conseguir algo sobre eso, falta mucho, lo condenaron a muerte pero lo mandaron a Alma-Ata en el culo del mundo, en el 37 se acordaron de él y lo liquidaron.

Aksentiev no es como Gotz, siempre fue un derechista, participó del soviet de Petrogrado en 1905, fue liquidacionista corriente partidaria de terminar con los partidos clandestinos e incorporarse a la democracia "vigilada" del zar, fue partidario de la guerra con lo que se ganó el, más que justificado, respaldo de los "aliados", los imperios británico y francés. Hombre de Kerenski después de la caída del zar y, sobre todo, de la guerra, fue ministro del interior, se negó a apoyar las medidas de reforma agraria de su propio gobierno. Participó del comité de salvación, después de la revolución bolche, anduvo recorriendo cuarteles donde no le dieron bola, los bolcheviques, cansados de tanto golpismo al pedo, lo encanaron unos días. En el verano caliente de 1918 participó del gobierno SR de Samara, van detalles más adelante, participó del directorio liberal-SR que el Almirante Kolchak derrocó. Aksentiev terminó como diplomático del gobierno blanco-blanquito de Kolchak. Murió en Nueva York, cosa que, es probable, se merecía.

Artículos anteriores:
1.Con el Zar estábamos de fiesta, estábamos..
2.Los 4 zurditos de siempre.
3.El ascenso revolucionario.
4.La revolución en el descenso.
5.El país oscuro.
6.El retorno.
7.La guerra es el mejor negocio, 1914.
8.La retirada interminable
9.la revolución de febrero
10.Lo que dejó la revolución de febrero.
11.Lenin, el mismo, en Rusia.
12.La renuncia del ministro liberal
13.La gran ofensiva desastrosa
14.Semi insurrección semi bolchevique
15.El golpe de estado
16.Infiltración bolchevique
17.El Comité Militar Revolucionario contraataca
18.Del palacio de invierno al congreso de los soviets
19.El 25 de octubre
20. El nuevo gobierno
21.La batalla de Moscú
La violencia de los bolcheviques no tiene comparación en la historia porque todos sabemos que los imperios del primer mundo y sus aliados tiran con alfajores de chocolate. Golosos.

¿Cómo es? ¿Melconian era funcionario del gobierno radical y fue responsable de hacernos pagar deuda trucha? ¿Será posible? Díganme que no, por lo que más quieran.

sábado, 5 de abril de 2014

La batalla por Moscú Octubre 1917. Revolución Rusa 21.

En Moscú las cosas no fueron como en Petrogrado, la revolución se hizo con tiros, trincheras y cañones.


Octubre de 1917 Moscú

Las noticias de la insurrección en Petrogrado fueron conocidas en Moscú el día 25 a la mañana. Las diferencias entre Moscú y Petrogrado son dos. Una puede verse sin problema en un mapa, los soldados de Petrogrado estaban a unos 200 Km. de la línea del frente, muchos ya habían estado ahí, no tenían duda de lo que estaba pasando, asimismo la clase media y el garcaje también estaban enterados. Hubo también una reacción más o menos inmediata en Petrogrado pero tuvo características menos cruentas. Eso se debió a los líderes de ambos bandos. En Petrogrado toda la movida de la insurrección estuvo de dirigida por el mejor organizador de los bolcheviques, el director de orquesta, Sverdlov. En Petrogrado lideraban personalidades menos capaces como Alekséi Rýkov y Víktor Noguín incluso el mismo Bujarin.

En septiembre las elecciones para el parlamento local le habían dado la victoria a los bolches en 14 de los 17 distritos de la ciudad. Aun así el parlamento siguió siendo el centro de reunión y de tranza de los contra-revolucionarios. Para Octubre de 1917 la ración de pan era de 100 grs. por día y la cosa estaba cada vez peor. Para garantizar la comida el gobierno tenía que hacerse cargo de los transportes, de adquirir el trigo y de estatizar las panaderías. Y hacer un censo universal de racionamiento. Además los bolches exigían la desmovilización de las industrias de guerra que era la consecuencia lógica de una paz que aun no se había firmado pero que figuraba en el programa de los bolches, y estaba también el control obrero de las industrias para frenar la ola de huelgas, lock outs y sabotajes varios. De hecho los obreros recibieron de parte del soviet bolchevique la orden de hacerse cargo de la producción. El día era el 23 de octubre.

El CMR se constituye en Moscú el día 25 e incluía, sorprendentemente, a los mencheviques. Y parece haberse dedicado a grandes discusiones. La línea que predomina en Moscú es la de los "bolcheviques moderados". Pero, mientras los bolches hablan, el alcalde SR-ista Rudnev celebra reuniones en secreto para organizar la lucha contra la insurrección. Vadim Rudnev, médico de profesión había participado de la lucha contra el zarismo desde principios de siglo, había pasado por siberia y había salido al exilio en 1911, incluso al estallar la guerra había sostenido posturas internacionalistas. Rudnev había recibido una llamada desde Petrogrado donde le decían que, de caer el GP, él sería el encargado de formar un nuevo gobierno. El jefe militar de la zona, el Coronel Riabtsev, organiza algunas tropas leales, a los alumnos de las escuelas militares y una multitud de jóvenes soñadores e idealistas de la clase media. Las tropas de la contra tuvieron la iniciativa todo el tiempo, tenían por objetivo acabar con el cuartel general del CMR en el centro de la ciudad. Los rojos carecían de una verdadera dirección, cada grupo peleaba por su cuenta, no era raro que algunas tropas de amateurs entraran en pánico o que no fueran capaces de usar la artillería de la que disponían. Recién en la madrugada del día 26, los bolches deciden llamar a los comités militares de la región y empezar a requisar armas.

El cuartel general que todavía responde al GP, envía artillería a caballo a Moscú. Riabtsev cuenta con más de media docena de escuelas militares, cosacos y una guardia blanca formada por estudiantes (¡epa! ¿Dónde hemos visto eso antes?) y por oficinistas, de la brigada de linchamiento. El día 26 el líder de los bolcheviques Noguín está en la ciudad y comienzan una serie de negociaciones, ambos bandos quieren ganar tiempo. El día 27 seguían los intentos de negociación. Donde no lograbas concesiones de parte del enemigo pero si desanimar a tu propia gente. Riabtsev está al tanto del avance de tropas de Kerenski de modo que le presenta al CMR un ultimátum. Finalmente el poder del soviet se pone en movimiento, valga la redundancia, 860 soldados bolcheviques, presos desde el intento de julio, son puestos en libertad, se enfrentan con los cadetes de las escuelas militares y llegan a la sede del soviet de Moscú. En la madrugada los cadetes de Riabtsev capturan una gran cantidad de armas. Para el día 28 el comité de salvación pública de Rudnev domina la central eléctrica, de teléfonos y el ferrocarril.

"Los soldados desarmados fueron acribillados tal como estaban; gritos y lamentos rasgaron el aire; todos corrieron hacia las puertas del arsenal, pero sólo una única y estrecha puerta permanecía abierta, y ante ésta pronto se formó una pila de cadáveres, heridos, hombres que habían quedado atrapados y hombres que luchaban por salir por la puerta. Después de cinco minutos, cesaron los disparos. Todo lo que escuchaba eran los gemidos de los heridos. El suelo estaba sembrado de cuerpos mutilados." General Kaigorodov, jefe del arsenal del Kremlin.

La guardia del Kremlin quedó aislada, aceptaron, sin saber lo que les esperaba, rendirse. Las fuerzas de la democracia les prometen respetar la vida de sus hombres. Los obreros del arsenal del Kremlin no se enteran de que el edificio ha caído, solamente cuando son capturados. Son llevados a un patio, en el patio sobresale una sola puerta chiquita, se les ordena ponerse en fila, por sorpresa aparecen tres ametralladoras, los obreros corren para tratar de llegar a la puerta, la subversión es aplastada. Los demócratas detienen y fusilan a los terroristas. En la mañana del 28 de octubre el CMR llamó a la huelga general. Los cadetes de las escuelas militares se hicieron fuertes en los barrios donde vivía gente como uno. Obreros y pobretones varios empezaron a salir de debajo de la tierra. Los obreros de la Fabrica Michelson enviaron 200 guardias rojos bien armados. Los laburantes de la empresa de electricidad cortaron la luz de los lugares donde estaban los guardias blancos. Los obreros que tenían cañones en reparación los usaron para bombardear las escuelas militares. Aparecieron muchachos jóvenes y escurridizos, espiaban a los cadetes y le llevaban informes detallados al soviet. Un ferroviario bolchevique encontró unos vagones de tren que contenían 40000 rifles. Arsenales en la zona fueron capturados. Los revolucionarios montaron cañones en el edificio del soviet.

El día 29 a la mañana los bolcheviques atacaron a los blancos. Los guardias rojos tomaron una escuela militar después de un ataque temerario. Los soldados, con que la contra contaba para frenar la insurrección, quedaron por el camino, al tener que pasar por estaciones de trenes en manos de los rojos. Aunque parezca mentira el día 29 se pacto una nueva tregua. Los contra siguieron luchando, capturaron una estación de trenes y se reunieron con tropas de refuerzo que habían logrado pasar. El sindicato ferroviario había decretado la huelga exigiendo la formación de un gobierno de coalición con la derecha, sin embargo, los rojos, apoyados en los ferroviarios de base, lograron romper la huelga, el día 30 llegaron refuerzos desde Petrogrado. Los contra revolucionarios quedaron, finalmente cercados en el Kremlin, de modo que los rojos decidieron bombardearlo, el que estuvo detrás de esta medida fue P.K. Sternberg, que entre tanto obrero, era el bolchevique astrónomo. En la mañana del 2 de noviembre Riabtsev se rindió. Y Rudnev, Riabtsev y los malditos cadetes, se fueron a su casa, sin que les tocaran un pelo. Quedaron libres para ir al sur a unirse al ejército blanco.

De Riabtsev no sabemos mucho, era de origen campesino, era militar de carrera y se opuso, junto con Rudnev al golpe de Kornilov en Agosto, pero, tal vez, estuvo más cerca que Rudnev, supuestamente un intelectual, de entender lo que hizo. Riabtsev reapareció en Karkhov en junio de 1919 y fue fusilado pero no por los rojos, sino por los blancos que no le perdonaron haberse opuesto al golpe de Kornilov, y también, esta gente no se iba en chiquitas, no haber hecho lo suficiente para vencer a los rojos en Moscú. Pero lo que nos interesa acá es seguir, dentro de las posibilidades limitadas que tenemos, que pasó con Rudnev. Rudnev, después de su intento abortado de contra revolución, participó de la, oportunamente dispersada, asamblea constituyente, anduvo, él también, siguiendo a los blancos, en Kiev y no se donde más, no tengo noticias de su participación en los gobiernos blancos y en masacres, ya van a ver que joyita que fueron esos "reductos de la democracia" blancos. Y terminó sano y salvo en el exilio. En Paris se dedicó a publicaciones culturales, parece que ser un gorila masacrador no está en conflicto con ser un literato, murió en el sur de Francia en el año 41 y no tengo registrado ningún acto de contrición o arrepentimiento. Al contrario, parece que los fusilados, antes de morir, miraban con mala cara, los muy zurditos.

Artículos anteriores:
1.Con el Zar estábamos de fiesta, estábamos..
2.Los 4 zurditos de siempre.
3.El ascenso revolucionario.
4.La revolución en el descenso.
5.El país oscuro.
6.El retorno.
7.La guerra es el mejor negocio, 1914.
8.La retirada interminable
9.la revolución de febrero
10.Lo que dejó la revolución de febrero.
11.Lenin, el mismo, en Rusia.
12.La renuncia del ministro liberal
13.La gran ofensiva desastrosa
14.Semi insurrección semi bolchevique
15.El golpe de estado
16.Infiltración bolchevique
17.El Comité Militar Revolucionario contraataca
18.Del palacio de invierno al congreso de los soviets
19.El 25 de octubre
20. El nuevo gobierno
La violencia con un propósito es ciertamente la cosa más terrible que existe, por eso estamos a favor de la violencia, siempre y cuando sea insensata, que esa si que esta buena.

Lean, si no lo leyeron, el artículo de Sandra Ruso en el Página, para los queridos amigos linchadores.

miércoles, 26 de marzo de 2014

26 de octubre 1917, Petrogrado. Revolución Rusa 20

La paz, la tierra y un gobierno bolchevique.


26 de octubre de 1917 Petrogrado

Ese día amaneció frío, húmedo y oscuro, la gente decente de la clase media se levantó a boludear, como lo hace siempre, los periódicos, Clarín, TN y el pelotudazo de Santo Biassati decían, reordenando sus prejuicios, que unos chiflados habían estado jodiendo en el Palacio de Invierno y que el infalible Kerensky pronto llegaría del frente con millones de soldados ansiosos de volver a poner en el poder a 4 millonarios, a 4 milicos fascistas y a la comparsa liberal. Había que disfrutar y reírse de los aventureros zurdos, durante las horas en que estuvieran al mando. Los amigos mencheviques dicen que, apartados de la sabiduría y el control técnico de la clase media, los bolcheviques se hunden inexorablemente. Para los "liberales de la bomba" los bolches no son más que agentes del Káiser Guillermo.

Pasan dos cosas, por un lado desde Petrogrado sale la orden de formar los CMR y de darle el poder a los soviets, donde sea y como sea, y por otro los milicos golpistas de Kornilov y compañía no se escaparon de la supuesta cárcel donde estaban sino que, simplemente, los dejaron ir. Estos simpáticos soldaditos del Zar van a organizar una guerra civil con 10 millones de muertos.

La huelga de los servicios públicos comienza en la central de telegrafos, el centro bolchevique en el palacio Smolni envía telegrafistas militares. Lenin propone un gobierno puramente bolchevique, los SR-istas de izquierda todavía vacilan, los nuevos ministros se llamaran "Comisarios del Pueblo". La segunda sesión de congreso de los soviets, y, tal vez, la segunda parte de la historia de la humanidad, empezó a las 9 de la noche. Entonces aparece Lenin, el mismo, para dirigirse a las tribunas, se escuchan gritos y aplausos, se hace silencio, durante unos momentos interminables Lenin juega con sus tiradores, se levanta las mangas, carraspea, se inclina como para leer, apoya los brazos en la mesa, eleva la mirada, 160 millones de habitantes del antiguo imperio esperan su palabra, Lenin dice la frase que va a marcar a fuego a varias generaciones, la frase que lo muestra como el pensador político más profundo de su tiempo. Lenin dice: "No contaban con mi astucia".

El, recién nacido, gobierno bolchevique propone una tregua de 3 meses y conversaciones de paz inmediatas, sin condiciones. El llamamiento es no solo a los gobiernos de las principales potencias sino a la clase obrera y el pueblo de todos los países. Para ubicarse, recuerden que en ese momento, Rumania había sido invadida y aplastada, Italia había perdido una gran batalla, los submarinos alemanes le daban a todo lo que se movía y se preparaban para bombardear Paris desde 100 kms de distancia. Créase o no, el documento que, de hecho, saca a Rusia de la guerra y que va a determinar una lucha política brutal dentro del partido comunista, es aprobada por unanimidad. Y eso sin contar con que es una ruptura de los tratados con los imperios Británico y Francés y con los yanquis. Con el paso de los días y de los meses se va a hacer cada vez más claro que, la "declaración de Paz", refleja el deseo de los soldados campesino. Más adelante seguimos con eso.

El siguiente paso de Lenin en el congreso es, si cabe, todavía más grandioso, la propiedad terrateniente es abolida. Esta ley viene del congreso de los soviets campesinos en agosto, establece que las tierras de los nobles y diversos garcas son de los campesinos y que los soviets, que no son más que las antiguas comunas, se harán cargo de la distribución y el reparto, los vienes y herramientas de los terratenientes y afines son confiscados, es decir sin indemnización. La ley surgió de un resumen de una bocha de mandatos de los soviets campesinos y formaba parte del programa del partido SRista. Lo que prueba que no era un mandato para ser cumplido sino un sueño bonito como si dijéramos un romance con Angelina Jolie. De modo que las tierras de los terratenientes que eran gente sana y trabajadora que se levantaba temprano para ver crecer la cebolla fue robada por esa brutal manga de negros sucios que viven de subsidios, que quieren que el estado les de y que hacen el pasito de los wachiturros, una vergüenza, señora, una vergüenza. Por otra parte esto si que es una confiscación y no boludeces. Lo pior, lo más pior es que el objetivo de la ley no era hacer felices a los campesinos, y a los niños ya que estamos, era para joder a los terratenientes, a los bancos que quedaron de rodillas sin las hipotecas y a la contra revolución que nunca volvió a tener base en el campo. Al último proclaman el nuevo gobierno, el consejo de comisarios del pueblo.

Sujanov

Por suerte tenemos el testimonio de un, casi pongo bloguero de centro izquierda para contarnos como fue el día 26 de octubre, el día 1 por así decirlo, de 1917. La gente como uno se reunía para juramentarse en resistir a los intrusos que se habían apoderado del país, los diarios, esos maravillosos que leen los perejiles en el colectivo, habían sido cerrados o las ediciones secuestradas y el CMR los estaba quemando en la calle, ante la vista azorada de los vecinos, que ya no se enterarían de las ofertas en el COTO. Nuestro comentarista replica azorado que “el zarismo nunca aplicó estas represalias masivas contra la prensa”. Nuestro corresponsal nos cuenta que Martov, el menchevique decente, se apareció, la noche del 26, para pedir por los ministros del Palacio de Invierno que estaban presos, en apariencia, los bolcheviques no le hicieron caso pero los ministros fueron puestos en arresto domiciliario. En toda su sencillez, esto nos dice más sobre la voluntad de diálogo de los terroristas bolcheviques que kilómetros de libros de cháchara política. Ahora Lenin lee el decreto de la paz, nuestro amigo suspira, “es lo debiera haber hecho el gobierno provisional hace meses”, nos dice. Además ve claramente que Rusia ya no tiene ejército, ya no, la proclama es una rendición incondicional disimulada. Los SR-istas de izquierda y aun los chupatintas del diario de Gorky avalan la declaración. Llega el decreto de confiscación de la tierra, Sujanov dice que, no solo está de acuerdo sino que él mismo ha estado insistiendo y peleándose, con otros mencheviques, a favor de la propuesta pero resulta que la propuesta conlleva, por ejemplo, la abolición del trabajo asalariado en el campo y en eso no está de acuerdo porque “un decreto no puede cambiar las realidades económicas”, salvo los decretos del capitalismo, claro. Ahora hay debate ¿Deben los bolcheviques gobernar en soledad? Por supuesto que no. Incluso los propios bolches insisten con una coalición, buscan a los SR-istas de izquierda que, después van a ver, en muchas provincias donde casi no hay bolcheviques, han hecho la revolución por su cuenta. Pero los SR quieren un gobierno de coalición con los mencheviques y la derecha SR. No quedan, en el congreso de los soviets, representantes de la derecha de los SR y de los mencheviques de modo que el que habla es un representante del sindicato ferroviario. Tiene un ultimátum para el Congreso, si no se forma un “gabinete multipartidario”, es decir con los derechistas que han abandonado el congreso, que están organizando un “comité de salvación” junto con los liberales y que están apoyando a Kerensky que ronda el cuartel general del ejército buscando tropas, si no están esos, el sindicato ferroviario va a paralizar todo el transporte, con una huelga “por tiempo indeterminado”.

Trotzky quedó como comisario de relaciones exteriores, de eso nos vamos a ocupar (¡Ay! de los trotskistas) cuando lleguemos a la paz de Brest-litovsk. Stalin quedó como comisario de las nacionalidades y también va después. Vamos a escribir sobre los bolcheviques “menores” del consejo de comisarios del pueblo.

Educación: Lunacharski, hombre de cultura, crítico de arte y periodista, bolchevique de siempre pero apartado, en 1917 pertenecía al grupito de Trotzky, se le atribuye responsabilidad en los avances enormes que hizo la joven república socialista en alfabetización, intentó defender a dios, alegando demencia, en el juicio que le hicieron los soviets en enero de 1918, finalmente el todopoderoso fue declarado culpable y fusilado por cien salvas de cohetazos dirigidos hacia arriba, lo que viene a querer decir que ni dios se salvo del terror rojo. Se convirtió en diplomático y murió en Francia en 1933.

Interior: Rýkov, bolchevique desde el comienzo tuvo posturas a favor de un entendimiento con los mencheviques, formaba parte de la “fracción moderada” de Moscú, no estuvo cerca de Lenin en abril de 1917 y tampoco en la insurrección de octubre, la semana que viene más sobre Moscú. Estuvo en el grupo de “bolcheviques disidentes” en noviembre del 17. Ocupó muchos cargos en el área de economía. Y se alineó con la derecha (Bujarin,Tomski) en los años 30, cuando Stalin se inclinó hacia la izquierda, Rýkov terminó en el pelotón en 1938.

Comercio e Industria: Noguín, bolchevique pero del ala conciliadora desde el comienzo, uno de los líderes bolcheviques de Moscú se opuso a casi toda la política leninista del año 17, hizo la autocrítica se ocupó de la industria textil, en los 20 negoció tratados comerciales con el Imperio Británico y con los yanquis, murió en 1924.

Trabajo: Shliápnikov, en el ‘17 presidía el sindicato metalúrgico en Petrogrado, formó parte de la oposición obrera en año ‘21y terminó en el pelotón en el ‘37. Shliápnikov es como el Cipriano Reyes de Lenin y ahora que los viejos peronistas les expliquen a los pibes, y a los zurdos aliados, quien era Cipriano Reyes y el Partido Laborista.

La lista de funcionarios soviéticos menores, continuara.

Artículos anteriores:
1.Con el Zar estábamos de fiesta, estábamos..
2.Los 4 zurditos de siempre.
3.El ascenso revolucionario.
4.La revolución en el descenso.
5.El país oscuro.
6.El retorno.
7.La guerra es el mejor negocio, 1914.
8.La retirada interminable
9.la revolución de febrero
10.Lo que dejó la revolución de febrero.
11.Lenin, el mismo, en Rusia.
12.La renuncia del ministro liberal
13.La gran ofensiva desastrosa
14.Semi insurrección semi bolchevique
15.El golpe de estado
16.infiltración bolchevique
17.El Comité Militar Revolucionario contraataca
18.Del palacio de invierno al congreso de los soviets
19.el 25 de octubre
¿Por qué tanto odio? Seamos amigos, tontito.

Massot es una rata pero además es una rata imbécil que se la creyó, en vez de apoyar a los milicos y esconderse, que es lo que debe hacer un roedor, salió a matar zurdos. En fin tiene que venir Larrata para defender a esta rata.