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Con Cristina.

sábado, 17 de octubre de 2009

La tele que aliena, el Dr. House

Hoy abandonamos el extremismo stalinista y nos vendemos, por un puñado de verdolagas, a la propaganda imperialista. En fin, así somos, yanquis y marxistas.

Para los que nunca miraron la serie. Se trata de un médico genial, un neurótico de manual que diagnostica enfermedades muy extrañas. No hay explosiones, ametralladoras, risas grabadas, ni extraterrestres. Es, casi siempre, un teatro filmado, minimalista con cuatro, a los sumo cinco, escenarios distintos que no son realistas.¿Por qué tantos seguimos la serie todas las semanas? Porque está bien hecha, las réplicas son impecables. Hugh Laurie, el actor que hace de House, es el mejor actor de una serie de todos los tiempos. Nos queda la esperanza de que no lo llamen para hacer del rey de Esparta. No es solamente Laurie, aunque sea el centro de todo. Los personajes son lo bastante "coloridos" como para ser interesantes y lo bastante "normales" para poder identificarse. Siempre queda algo en lo cual pensar además la serie tiene un ritmo que la convierte en un entretenimiento memorable.

La serie no tiene la pretensión de crítica social. Es como si la realidad se filtrara involuntariamente. Hay un policía fascista que, victima de una de las bromas pesadas del doctor que le pone un termómetro donde se están imaginando, decide perseguirlo y hacerle la vida imposible. Al final el, falso, testimonio de sus colegas salva a House de la cárcel o de un destino peor: la desintoxicación. La clínica Pleinsboro-no-se-que parece ser pública pero de alguna clase de gestión autónoma como si dijéramos de Obras Sociales. La jefa de House, la Dra. Cuddy, la cuarentona más sexy de la tele, vive acosada por financiar la institución. En una temporada aparece un, bastante inverosímil pero actorazo, negro millonario que intenta hacer echar al Dr. House a cambio, no se, de cien palos verdes.

Los pacientes son una historia aparte, el criterio que usa el doctor loco para seleccionar a sus clientes es, simplemente, la dificultad de diagnóstico. El diálogo suele referirse a que el caso "ya fue estudiado en tal clínica, nadie sabe lo que tiene y se está muriendo". No es raro que los enfermos sean tipos, de un modo u otro, marginados. Un obrero que tiene tres trabajos o un cura que ha perdido la fe o una ciruja que vive en la calle. House está convencido de que los pacientes siempre mienten. Un marido está enfermo de una plaga exótica como si dijéramos un parásito típico del África. El buen doctor intenta durante todo el programa demostrar que, el muy sabandija, se pescó el bicho al engañar a su mujer. Al final descubre que la mujer engañó al marido con un aventurero que había estado jodiendo, incluso en la acepción de los españoles, en el continente negro. Nada hay más desconcertante para House que un paciente que dice la verdad, pero eso ocurre muy de cuando en cuando. Afortunadamente.

El genial doctor no es una mala persona, al fin y al cabo le salva la vida a la gente. Wilson su mejor amigo, un oncólogo que es todo lo contrario de House, lo define como una fuerza positiva en el universo. Pero House es cruel y egoísta. Capaz de ver como a un paciente le explota la cabeza, filmarlo y reírse.

La inadaptación del doctor genera aventuras. Llega un caso al que nadie le da bola. House reconoce que esta mujer tiene la misma enfermedad enigmática que mató a otro paciente diez años antes. El equipo de House, incrédulo al principio, no duerme, viaja, entra en las casas, ocupa los laboratorios sin permiso. El tiempo se agota, House juega con una pelota, mira por la tele culebrones

mexicanos. Diez años, que hizo, que olvidó, hace diez años. Aparece Cuddy diciéndole que se deje de hinchar, que salve a los pacientes que puede salvar. Pero el Dr. House nunca se rinde. Aunque el paciente se muera.

La neurosis del tordo es menos rara de lo que uno desearía creer. Durante toda una temporada se pasa intentando, que su ex, deje a su actual pareja y vuelva con él. Cuando al fin lo consigue, la echa. Lo que convierte en peligrosa la locura de House es, a la vez, su más grande logro, su poder de deducción. Descubre que uno de sus subordinados engaña a su mujer y, después de obligarlo a admitirlo, se lo recuerda cada vez que puede. Una, de las tantas cosas, que a priori son incompatibles es que, junto con su neurosis galopante, House tiene mucho sentido de humor.

Por supuesto que el doctor es, básicamente, el más despiadado, manipulador y rompe de todos los jefes posibles. Imagínense un tirano inteligente, dispuesto a todo y, en última instancia, bien intencionado. Cuando el, infaltable, médico negro y la Dra. "trece" comienzan un romance, House les dice que tienen que elegir, que se separen o que uno de los dos tiene que

irse. El ultimátum resulta ser otro truco, bien a la House, para que su romance no interfiera con su laburo. Uno de sus médicos se autodefine como "lacayo de un científico loco". Es que el Dr. House es un verdadero loco. Uno de los personajes más logrados es la Dra. "trepadora" una médica desesperada por el ascenso profesional, tan insensible y agresiva que termina cayendo simpática, se convierte

en novia del bueno de Wilson y muere en un accidente, por culpa de House. Le da consejos médicos a nuestro doctor, desde el otro mundo, al punto que House termina en el manicomio.

Saben, me parece que los neuróticos saben como es el mundo pero le temen, en cambio los sicóticos no temen porque no saben como es el mundo. A veces se me da por pensar que la paranoia es como el ariete que puede romper la barrera entre las dos cosas. Cuando E. Symms era de izquierda decía que "la paranoia es el sentido táctil de la mente".

House ha creado una tendencia en las series con "antihéroes", no se si a imagen y semejanza pero es difícil evitar la comparación.

La única que he tolerado más de quince minutos es Life, pero puede ser nada más que cuestión de gusto. Lie to me: detector de mentiras loco.Mental: siquiatra loco.Life: detective ex-presidiario loco.Dexter: asesino serial bueno loco.Rescue me: Bombero loco.

Lamentablemente, en este blog, creemos que House-Hugh Laurie hay uno solo. A las otras series, algunas son decorosas, les faltan ideas y les falta Laurie.

¿Por qué Carrió tiene tanta fidelidad con el grupo Clarín? En la elección de junio, uno de los factores que, practicamente, terminó con su carrera política fue la indiferencia, cuando no la, lisa y llana contra, que le hicieron los medios.

rr

Está claro que el gobierno avanzó pero la derecha sigue siendo mayoritaría en este país medio pelo.

Vieron que lo de Terrabusi no era tan grave después de todo.

Tribunales populares, juicios sumarios y pena de muerte para Arjona y sus complices.

Para financiar el subsidio para los pibes hay que subir las retenciones al 50% y bajar los subsidios para altos consumos de servicios.

5 comentarios:

  1. ya empieza la nueva temporada menos mal , estaba harto de las repeticiones . Rodolfo

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  2. ya me muero por ver la nueva temporada de HOUSE ya por fin va a estar del otro lado como paciente va sentir lo que es eso

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  3. Me gustaría que en algún capítulo de la nueva temporada, House atendiera a la Carrió, que va para adelgazar y este doctor, que sabe en serio cuál es su problema, la engorde hasta explotar , Ja Ja

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  4. che bajensela de aca www.mejorenvo.com van por la sexta temporada capitulo 6 , estan todas igual, edvx.com.ar tambien pero te tenes que registrar

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  5. Mil felicitaciones por la sinopsis perfecta y atrapante que hiciste de la serie Dr.House. La veo de madrugada por lo tanto no puedo seguir cap. a capítulo. Luego de leer tu exhaustiva crónica trataré de no perderme ningún otro episodio.
    También me gustan algunos de los blogs que recomendás.
    saluditos

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