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Con Cristina.

viernes, 26 de noviembre de 2021

Equipos que fracasan pero con la frente en alto: Los Pumas y la izquierda democrática.

Supongamos un partido de fútbol, el referí cobra todo en contra, un equipo tiene 14 jugadores y el otro 7, un equipo se entrena toda la semana, los otros se conocieron en la cancha, un equipo tiene técnico, un tipo famoso, el otro no, etcétera ¿tiene sentido el match? ¿la izquierda democrática no termina convalidando a una derecha no-tan-democrática?

Encima ocurre que el equipo de los perdedores gana un partido pero no pasa nada, las cosas siguen más o menos igual, este comentario es un poco injusto, pero, a veces, decir la verdad es muy injusto. Porque, no se, a lo mejor Bachelet hizo cosas buenas, a lo mejor distribuyó becas, dio algún alivio, evitó que maten a algunos mapuches.

Si pero sirvió para que no hubiera cambios de fondo.

Es peor todavía, Bachelet anduvo, como una especie de campeona de los derechos humanos, jodiendo a los venezolanos.

Que, esos sí, con sus limitaciones, han hecho cambios de verdad.

Pero fijate de donde carajo va a hablar de DDHH un señora que gobernó con la constitución de Pinochet y que dejó al Chile de Pinochet igual que como lo encontró.

Está bien, soy un viejo zurdo partidario de una izquierda no-tan-democrática.

Puede pasar que el candidato de la izquierda democrática le gane al candidato pinocho. Por algún motivo eso le importa 3 carajos a la mitad, tal vez más, de los electores.

No será, digo yo, a lo mejor hay motivos más profundos que uno no se imagina, la izquierda democrática ya ganó, tal vez hizo algunas cosas pero no hubo demasiado cambio.

Uno piensa, tal vez sea subjetivo, que ese es el verdadero propósito ¿se acuerdan de la película del Gatopardo? “Cambiar todo para que nada cambie”.

Es cierto que uno a esta altura tiende a tomárselo en joda. Yo perdí la cuenta de la cantidad de veces que votaron en Chile, votaron una asamblea constituyente y muchas otras cosas más mientras Piñera seguía como si no hubiera pasado nada.

Hubo movilizaciones de un par de millones de personas, de las más grandes de todos los tiempos.

La izquierda democrática tiene algo de circo, de poco serio, los millones que salieron no parecen tener representación entre los políticos democráticos que se limitan a presentarse a elecciones una y otra vez y a salir sonriendo en las campañas.

Después de 2 años de campaña ininterrumpida ya no se sabe bien ni para que, bueno por ahí sí, para hacer toda clase de cambios que no sean de fondo, ganaron los pinochetistas porque los soldados de Hitler no se presentaron.

Cuando salen un par de millones a la calle tenes que jugártela, el pueblo trabajador y explotado se ha rebelado, tenes que sacar al gobierno a la mierda o morir en el intento.

A lo mejor es eso, tienen miedito, miedito tiene un tipo cualquiera, no un dirigente, esos millones, a fin de cuentas, salieron por vos, la gente se la juega y vos estas en la retaguardia.

Fué lo que pasó acá con los golpes militares, los representantes del pueblo, votados por millones se iban a su casa a esperar tiempos mejores, no se puede pedir más traición que eso.

Los millones que salieron te estaban dando el poder, no era para que te presentes en 500 elecciones democráticas sin sentido.

A 500 personas les volaron los ojos con esos balines siniestros. La gente del pueblo no solamente se caga de hambre, la dejan ciega por salir a protestar pero vos elegís “la vía democrática” y salis sonriendo y bailas en tiktok o lo que mierda sea.

Y todavía es peor, los representantes de la izquierda democrática respetan a rajatabla la constitución y las leyes, sí, pero a lo que dice la base no le dan mucha pelota, son un toque megalómanos, se pelean entre ellos por figurar porque, no me inventen, que tienen diferencias de fondo.

La democracia, que no es tan terriblemente democrática, ¡vamos! vota menos de la mitad del padrón y habría que ver si eso es cierto, es un juego, así lo dicen: “el juego de las instituciones” o pavadas así. Y mientras el juego sigue y las elecciones con los medios y los recursos de un solo lado se suceden una a la otra. Y la gente de a pie vive cada vez peor.

4 comentarios:

  1. El juego de las instituciones se llama República, la Democracia es el juego de la voluntad popular (de todo el pueblo); si no saben diferenciar entre esos dos conceptos, que se dediquen a la meditación trascendental y no jueguen a ser políticos.
    Tanto la democracia como la república son importantes, pero no son lo mismo, y a veces se contraponen (como pasa también con la libertad y la justicia), y en esos casos hay que elegir. Yo siempre elegiré democracia y justicia.

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  2. Dice bastante de la situación en Chile, que hayan votado en el 2012, democráticamente, que el voto de ser obligatorio.

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Piensa mal y acertarás