El difuso límite entre la derecha liberal y la extrema derecha. De los radicales a Macri.

Nada que no esté pasando en todos lados. Los partidos de la ultra están haciendo alianzas con los viejos y respetables partidos conservadores. El caso que, probablemente, más tengamos en cuenta en estas pampas es el del PP de España que está cerrando negocios con los franquistas del Vox. Los antiguos republicanos cierran con Trump, los liberales o lo que sea de Brasil cerraron con Bolsonaro y un largo etcétera. En nuestro país el partido de extrema derecha de Macri se alió con los radicales y otros sectores de la derecha liberal, esa alianza se amplió en el 2016 con sectores, de derecha liberal también ellos, del peronismo o del neo peronismo de las provincias. Habría que ver, tengo que buscar información sobre eso, quienes fueron los PJ, seudo PJ y diversos que votaron el desafuero de De Vido, por dar un ejemplo escalofriante de lo derechista que es la derecha liberal dentro del peronismo. La derecha liberal descansa sobre 4 pilares, la economía de mercado, que es un sinónimo de hambre y miseria, pero se busca evitar que los pobres mueran de inanición, simplemente se busca que “corran la coneja” para que trabajen por un plato de guiso y abaraten la mano de obra. La derecha liberal es muy humana. Exigen siempre las elecciones libres, siempre y cuando controlen los medios y los otros resortes del poder ellos, si no es así te impugnan y/o te mandan, si pueden, a los tanques. Exigen la “irrestricta soberanía de la ley”, quien no va a estar a favor de la ley de los privilegiados cuando uno es uno de ellos. Exigen la alianza con los yanquis, no porque digan que eso está bien o que los states tienen razón o lo que sea sino porque “nos conviene”. Del mismo modo exigen la “integración al mundo” porque se supone que vender porotos es muy bueno, está dando grandes resultados, y con los dólares se puede vivir la vidurria. Después de todo, para qué va a ser uno un demócrata liberal si no es para curtirla. Uno podría decir que los ultras quieren más o menos lo mismo pero no es tan así. Los ultras quieren ajustarles las cuentas a los gay y gente que, en general, no hace en la cama lo que les gusta a ellos. Quieren castigar y perseguir a las chicas que pretenden abortar. Quieren reducir o directamente anular las jubilaciones. Un ejemplo lindo de la política de los ultra es el caso de los discapacitados, nenes en sillón de ruedas veían reducir o desaparecer sus, ya de por si magras, pensiones porque los padres del nene tenían un auto o porque se les ocurrió a oscuros funcionarios del nuevo Reich. Recuerdo los argumentos para sacarles los remedios gratis a los jubilados, habían detectado, ni siquiera era seguro que eso fuera cierto, casos de jubilados millonarios que tenían, no sé, un yate y que estafaban al estado con unas pastillas gratis, es difícil creer que eso se usara para matar a los pobres viejos pobres que no podían pagar los remedios. El objetivo de la extrema derecha es terminar con los débiles, eso no es exactamente lo mismo que la derecha liberal. Entre dejar que “los mecanismos de mercado” se ocupen de aplastar a los pobretones y la “solución final” hay diferencia. No digo que no. En el mundo real uno puede poseer una ideología ultra y, sin embargo, posponer los objetivos por cuestiones de conveniencia. También puede ser que la situación obligue a avanzar más de lo que se pensaba. Bolsonaro no tenía en mente matar a toda esa gente pero tampoco le molesta lo que está pasando. No creo que esté fingiendo cuando se muestra feliz con la pandemia. Donde más se nota la divergencia entre la derecha liberal y la ultra es en el primer mundo porque el programa económico difiere, así era, al menos, hasta ahora. Trump parecía, al principio, como más corporativo, el virus desnudó que los nuevos puestos de trabajo eran changas, además de poseer salarios tipo macdonalds. No sé si a Trump le hubiera funcionado y la pandemia lo cagó, hasta podría resultar al revés y que termine beneficiándose, ahora tiene una justificación para su fracaso. Incluso puede pasar que los viejos partidos conservadores se pasen a la ultraderecha como parece ser el caso en Inglaterra, donde los conserva armaron el brexit, en definitiva entre Trump y la comunidad europea eligieron a Trump. Bien por ellos. Hay asuntos contradictorios con ese tema, los antiguos gobiernos “liberales” armaban guerras y destrozaban países, por ejemplo Libia, Irak etc. en cambio los nuevos gobiernos ultra parecen tener cada vez menos capacidad de intervención, unos cuantos, no muchos, soldados rusos, un barco iraní, 3 chinos en bicicleta parecen asustarlos. Las palomas te masacraban mientras los halcones huyen. Delarua empezó como liberal y terminó en dictadura, con estado de sitio y masacrando gente, pienso en ese tal Lombardi, por cierto uno de los que huyó en el helicóptero, que alguna vez fue radical progre y terminó persiguiendo periodistas en la dictadura M. O, por ejemplo, el señor de la Puna, como le dicen en el programa de Navarro, Gerardo Morales un mini dictador que no tiene ninguno de los derechos, “libertades” como dice Macri, consagrados por la carta magna ¿Cuántos presos políticos hay en Jujuy? Algo que uno, de muy mala gana, tiene que reconocer, si la derecha liberal se juntara es muy probable que sería mayoritaria en una elección, en ese sentido es lógico que den miedo los mimos que Alberto, y el gobierno peronista en general, le prodigan a personajes como Larreta y otros por el estilo. Esto va para que lo analicen los genios y comentaristas varios de la blogosfera: sin la derecha peronista la dictadura de Macri no hubiera sido posible, la hubieran frenado en el parlamento o en las provincias, sin embargo no se incorporaron, bueno excepto Pichetto, al gobierno macrista, de hecho terminaron apoyando a Alberto. Tienen una identidad vacilante o los macristas les pusieron toda la tarasca. A mí me parece que la derecha liberal es un fenómeno declinante como si dijéramos la socialdemocracia, que parece anclada en el siglo pasado, que ganan elecciones como el PP pero terminan implosionando y la ultra les roba la base electoral. Como Macri a los radicales, me refiero a los radicales de antes más acercados al liberalismo político. Da la impresión de que la decadencia de la economía le lleva gente a la ultraderecha. A su vez los ultras llegan al gobierno de la mano de los que provocaron la decadencia.