Storzionelli, el espía, su mujer y su amante. La saga continúa!

Parece joda pero las leyes de Storziolandia, para los perejiles, para los negros, para los seres degenerados que ensucian el suelo patrio, son de una severidad draconiana. Como dijo el presidente Storzionelandio: “el que las hace, las paga”. Vos tirá un cheque trucho y te llevan en cana, una vez ahí y siguiendo un plan de rehabilitación, claramente de excelencia, te vacuna un tipito que se ha vuelto un animal sicótico y te pega el sida. Vos metete en una pelotera a la salida de la cancha. Vos fúmate un caño en la placita y que te vea la Gestapo. Manda un tuiter amenazando a nuestro augusto dignatario. Fuiste. Ahora invéntate pruebas contra un empresario, espialo con vigilancia ilegal y Storzionalo bien usando a un periodista independiente que siempre dice la verdad, y sos un héroe patrio, Don José de San Martín, comparado con vos, es un mequetrefe. Sos un patriota, vas a tomar clase de buchonaje en la embajada yanqui y te festejan, sos un republicano que salvó a las instituciones. Pero mejor todavía. Porque esos peruanos, seguro debe ser senderista o un hijo no reconocido de Vargas Llosa o el bisnieto de aquel peruano de la radio, la cuestión es que el peruano, país enemigo de la patria si los hay, país de indios, de cholos y de una gorda que bailaba con Tinelli, el peruano se estaba comiendo a la ex o la durante, no sabemos, del super fiscal el Storzio. Peruano hijo de una gran 7. El método de espiar a hombres dudosos es igual al que, oportunamente, utilizó el señor presidente de Storziolandia contra un cuñado que tenía, no me acuerdo como se llamaba creo que andaba con la hermana del presi, el cuñado presidencial era mentalista ¡upa! El presidente tenía no una, lo del cuñado casi que era lo de menos, sino un paquete de causas. El eximio mandatario storzionelandio tenía, con pruebas irrefutables, espiados a opositores, cosa que vaya y pase, desde cuando es delito espiar a un cleptócrata populista, también espiaba a familiares de las víctimas de la AMIA, si, si, el primer ciudadano storzionelandio aparece un chiquitín mezclado con actos de terrorismo pero eso, claro, no es tan grave como fumarse un charuto en la vereda, malditos criminales perversos! Pero, bajo la falsa denuncia de un empresario innoble, le encuentran que, acompañado de ese tal D’alessio, por cierto que la mitad de los jueces, fiscales, jurisconsultos y manyapapeles se llaman D’alessio, tratando de acumular pruebas, las pruebas son los billetes claro, hasta se saben para que eran, para comprarse un ranchito. Que entrañable nuestro Fiscal de la Patria, necesitaba pruebas contantes y sonantes, que son las que valen. Permítaseme el exabrupto ¡que turros que son! Acusan a un fiscal purísimo, un ejemplo de storzionelidad, bajo pruebas prácticamente inexistentes. 200 millones de wasap, cuadernos, imágenes y testimonios de todas clases. Todo para intentar desacreditar a un prohombre de la patria. Esa patria ultrajada por el peruano que le comió la gorda. Además que pretenden, los muy mediocres, amontonarlo con el D’alessio, como si fueran la misma cosa, sepan, difamadores, que D’alessio embelesó a Storzionelli, con un embrujo tropical. D’alessio, señores, es un loco, por eso tenía 10 autos de lujo y una casita en un country que vale 1 palito verde, así quisiera ser loco yo también. D’alessio los engañó hábilmente con maniobras innombrables, les hizo cree que era de la DEA, de la CIA, de la NATO, de la ONU, del Polo Obrero, de lo que sea. Claro, es la honestidad de los inocentes. En un caso tan evidente las aclaraciones son inútiles, como un hombre íntegro, un servidor de la ley, un modelo para la juventud, se va a rebajar a declarar frente a la inquisición kernero-mapuche-iraní y de los peruanos. Antes morir que ver a la república unida de Storziolandia mancillada por la claque. Cuando uno no tiene nada que ocultar ¿Qué hace? Borra todas las llamadas del teléfono. Como sabiamente dicen que dice el dicho: “No aclares que oscurece”. Storzio la sabe hacer, se forra y forrea a sus enemigos, mientras vos, ya cagado de hambre, por protestar en la plaza, te agarra el comando nazi, te muele bien a palos y te hace juicio por llorón, por populista y por marica y vas en cana. Y Strozio de reunión en Miami ¡ja!