La pérdida de la magia macrista.

La realidad y la percepción de una parte del pueblo, mayormente de clase media, parecen ir en velocidades diferentes. Hace un par de días el gobierno recibió autorización del FMI para vender dólares y frenar la corrida, hace unos días el gobierno recibió unos 10 mil millones y ya reventó la mitad, sin que pase nada importante y sin frenar la devaluación descontrolada. Uno no ve ningún motivo por el cual los dólares del fondo no desaparezcan del mismo modo, es más, puede ser que alcance para un par de meses o, vaya uno a saber, un par de semanas. ¿Qué va a pasar dentro de un par de meses o, humm!, un par de semanas? ¿Pondrá el fondo todavía más dólares para llegar hasta…? eso… ¿hasta cuándo? Uno llega a pensar, uno es malo, que a la dictadura le conviene que se vaya todo a la mierda rápido, mientras tengan tiempo de buscarse otro candidato o inventarse unas PASO con Lousteau, Vidal, Pichetto y Tinelli. Uno cree que, como los dioses han decretado el hundimiento del Titanic, el desastre final va a ocurrir cuando sea imposible cambiar el rumbo. La velocidad de la crisis no va en sincronía con el humor de un sector importante, sobre todo clase media, todavía hay, como decirlo, no una sensación de bronca, de furia con la aventura macrista. Hay una sensación de desconcierto. ¿Cómo puede ser que un gobierno que “nos llevó de nuevo al mundo” y que “hizo lo que había que hacer” le esté yendo tan para la mierda? Los depresivos y los despolitizados, por qué no, sinónimos, se aferran a características personales, la culpa la tiene Marquitos Peña Braun, el López Rega de Macri, la culpa la tiene Duran Barbita, el Rasputín de Macri. Y así por el estilo. Napoleón, creo que era, decía que la victoria tiene muchos padres pero la derrota es huérfana. Esto es al revés, la derrota tiene todos los padres que quieran. Siempre puede ser que todo sea culpa de los peronistas que no supieron entender a un gobierno de liberales iluminados. Miren, no hay nada más lento de entendederas que el peronismo provincial, estuvieron años votándole endeudamiento, ajuste, medidas que ayudan a la fuga de dólares, destrozan la recaudación y desastres que eran perfectamente previsibles. Y, bueno, finalmente ocurrió, el peronismo feudal se les dio vuelta. No fue la presión del pueblo desde abajo, no, fue la desesperación de sus pares, productores ahorcados, burócratas despojados, clase media como uno con sus sueldo por la mitad. Pero un sector considerable de la clase media sigue buscando al Mesías de la derecha. En contra de lo que opinamos populistas, peronistas, clase media fundida y zurditos varios, Macri ha hecho algunas cosas fabulosas, Vaca muerta, el supuesto acuerdo por el gas con Chile, si conchile, los generadores eólicos y los molinos de Don Quijote, cosas cuyo resultado, desgraciadamente, no se va a ver en años, décadas ¿me creerían el siglo que viene? En síntesis la visión de estadista de Macri, un tipo que apenas puede articular frases de más de 3 o 4 palabras, es tan grande que sus logros serán disfrutados por nuestros tataranietos. Hace unas horas prometían 25 años de crecimiento, lo que es gracioso en muchos planos, uno, que es malito como ya dijimos, piensa que ni 25 años de crecimiento van a compensar el agujero que están dejando. Me hace recordar, escuchen porque esto pasó desapercibido en su momento, cuando prometían que íbamos a fabricar 1 millón de autos en el año 2020 y pico, cuando ya lo hacíamos en el 2013. Los macristas de, llamémosle así, retaguardia nos explican que todo es una sensación que, en realidad, todo, así sin aclarar nada, está bien, en realidad, que estamos dejando la crisis atrás, que la inflación está cediendo, que el poder adquisitivo de los salarios está subiendo. Y que la luz es cada vez más barata. Después está la falange determinista, los argentinos somos así, somos gritones, nos reunimos a comer asado, nos lavamos el upite con acaroina, somos no sé qué cosa y por eso no podemos progresar. Es el discurso peleado con la realidad y con la lógica elemental de los 70-80 o más años. Hace 800 millones de años que los gobiernos son malos porque no han sabido aplicar las políticas de libre mercado que han llevado a Japón o a Alemania, países nada liberales con altos impuestos y controles draconianos, al éxito total. El fracaso es inevitable siempre ha sido inevitable, hay que irse de este país maldecido por los dioses oscuros y la mano invisible del mercado. Es interesante como la gente se inventa, o le inventan, explicaciones que no explican nada. Lo interesante del macrismo residual, por decirle de algún modo, aunque todavía son muchos, es que parece vivir en un presente continuo y cree que, por algún motivo mágico, todo va a seguir igual. Y si hay algo seguro es que no es así. Esto va para mucho peor.

Cuando escribí esto escuchaba música progresiva desde la India ¿Por qué? Porque puedo.