El recule de los judichantas.

No vamos a burlarnos de un tipo que está enfermo, y en desgracia, pero no se puede negar que, por un lado, la enfermedad cerebral es una metáfora, estamos frente a un régimen con el cerebro dañado, por otro es la sospecha de que las veleidades y caprichos del juez pistolero eran producto de su patología neurológica, esto último no me consta, deberían expedirse los especialistas. Esos que echan del CONICET por ejemplo. Han caído en combate el último fiscal, el último juez y el último testigo, el episodio de criminalización de los opositores está llegando a su fin, es muy probable que otros juicios, con menos pruebas todavía, sean cajoneados, silenciados o que pasen al olvido, es probable que, en las próximas semanas, los procesos contra De Vido terminen o bien en absoluciones o en excarcelaciones o en la nada misma, por cierto que De Vido, o Boudou, o Milagro Sala para el caso, no eran millonarios, eso está a punto de cambiar, cuando el ex ministro, y el resto, inicie causas contra el estado por su detención injusta y arbitraria, la reparación promete ser una fortuna. Es muy gracioso porque al final la plata va a salir de nuestros bolsillos, porque no creo que los funcionarios macristas, recontra millonarios todos ellos, sean obligados a pagar. Ninguna “extinción del dominio” para ellos. No solamente tenemos un juez con el cerebro dañado, tenemos unos cuantos con cerebros demasiado activos, son nombres mucho más chicos, escondidos en cámaras, serán cámaras ocultas, consejos, malos consejos, de la magistratura, tipo y tipejos que nos han avalado cuanto disparate procesal propusieron estos cirujas. Miren, mandaron en cana opositores, previas campañas, feroces, de desprestigio, los maltrataron de todas las formas posibles y los privaron ilegítimamente de la libertad con prisiones preventivas, calculo que les deben un palo verde a cada uno. La corte suprema, que por algo están ahí, son los más vivos de todos, ya se ha posicionado, cuando la dictadura venía viento en popa, estuvieron a punto de aprobar la amnesia, más que amnistía, general para todos los asesinos nazis de la dictadura. Es genial porque en un país donde la gente se caga de hambre, los opositores están presos y la vida no vale nada, tenemos ejércitos enteros de leguleyos, con la ley bajo el brazo que le buscan la vuelta para dejar libres a genocidas, esos viejitos entrañables. Pero la corte giró las velas a favor del viento y se nos panquequeó, ahora son unos demócratas de rompe y raja. Yo mandé preso a Boudou, yo mandé preso a De Vido, en causas armadas, con espias ilegales, con pruebas falsas o, directamente, inexistentes pero no me va a pasar nada, Macri va a ganar la 2da vuelta con ayuda de la 5ta flota, Vidal con ayuda del 7mo de caballería, Lavagna insurreccionándose en los geriátricos. El capitán américa me va a sacar volando por una ventana. A lo mejor creen que en una época en que todo es público, todo sale a la luz, todo se conoce, van a permanecer en las sombras, En no-se-cuantos-años nadie se va a acordar de no-se-que-cosa. En un país famoso por su memoria histórica. Hay picarones que la jugaron de keruza y que se están bajando, descubrieron, en una súbita inspiración, que para que haya juicios o lo que sea, tiene que haber pruebas. Tipos que firmaron condenas de inocentes, el desplazamiento, el escarnio público de jueces probos y maniobras de guerra de la embajada creen que, con negarle el saludo a Storzionelli, alcanza. También tenemos al zombie judicial, escritos, análisis, grandes discursos sobre la ley y el orden, mientras el país se cae a pedazos. Cuando era joven lo que más me molestaba era la mentira pero, de viejo, me he dado cuenta que los peores son los habitantes del limbo. En este caso los androides pusieron el gancho en trapisondas que van a salir a la luz casi automáticamente, recuerdo haber hablado de asuntos así con abogados, los picapleitos los primero que te preguntan es si firmaste o si firmó. Esos boludos que escribieron esos fallos no tuvieron mejor idea que firmar. Los juicios truchos van a terminar en juicios de verdad. Voy a repetir la metáfora de siempre, todo el mundo ya sabe que el agua en los, cómodos, camarotes del Titanic llega al cuello, la dictadura va camino al hoyo por su propio peso. Pero, mientras inicia su marcha hacia el olvido, todavía se nos hacen los cocoritos, en parte uno piensa en tipos muy estúpidos, tal vez víctimas de un odio incontrolable, tal vez, cretinos que esperan lograr un lugar cómodo en el exilio mostrándose más yanquis que Trump, who knows?, o pueden ser los zombies mecánicos, de la burocracia de un país bananero, que emiten papeles sin saber bien lo que están haciendo. Mientras estén los jueces, fiscales y picapleitos varios que dieron vía libre a los abusos dictatoriales, todo va a seguir igual, se imponen cambios, el poder judicial es, literalmente, una familia, todos parecen ser el hijo, el sobrino o el novio/amante/taxi boy de alguien. Los que, aun careteando, no firmaron, vaya y pase pero los que firmaron van a tener que responder.