La miseria avanza rápido y la cabeza de la clase media va lento.

Por un lado la situación se está complicando, la noche se nos está viniendo incluso a tipos de clase media bien que no nos imaginábamos haciendo ahorro en cosas elementales o, simplemente, comprando latas de comida y fideos para bancarse lo que se viene. Somos un país en guerra, donde no se sabe bien que carajo de guerra es y donde está. En eso están mejor los venezolanos que, al menos, saben que tienen un gobierno que no les gusta a los yanquis. Y que los yanquis tienen un gobierno que necesita derrocar a alguien para arrimar a las elecciones. Revisen los libros de historia, todos los imperios invaden y destruyen países para que se legitimen los gobernantes. Y, a veces, sale mal. Por eso, instinto de preservación que le dicen, uno quiere que se vayan ya, ahora, esta misma tarde de ser posible, es mejor que venga un yosapa cualquiera que no haga nada y que simplemente llame a elecciones lo más rápido que sea técnicamente posible. Entre otras cosas sería bueno que, se dejaran de joder con los desdoblamientos, y se votara todo de una vez y que en, como mucho, 2 meses tuviéramos un nuevo presidente, nuevos diputados, nuevos gobernadores y lo que sea por el estilo. Después de eso, la candidatura de Macri, y sus más cercanos, quedaría muerta por un par de generaciones, probablemente. Pero, paradójicamente, eso podría beneficiar a la derecha que conserva/conservaría votos, organizaciones y territorios. La verdad es que todavía no hay una relación suficientemente estrecha entre la situación real del país y la intención de voto. Hay gente pasando necesidades que, todavía, todavía, no relaciona el voto con lo que le está pasando. De los pobres que pasan hambre prefiero no hablar porque es terrible y no parece estar ahí el principal problema, hay gente de clase media que está indoctrinada y que no parece poder reaccionar. Y es mucha, estamos hablando de millones de votos perdidos. De gente perdida que camina por la vida repitiendo pelotudeces. Bueno, desde ese punto de vista, el de la pura contienda electoral, las cosas no están maduras, no todavía. Y, por ahora, el gobierno conserva cierto poder de fuego, aunque parezca increíble, si no me creen fíjense que por estas horas anduvieron allanando la sede de camioneros. Estos chiflados parecen ponerse más atrevidos en su propia caída. Y, tal vez, eso sea necesario, tal vez lo que haga falta es mayor desgaste, acciones todavía más incoherentes, peor propaganda, crímenes y desastres de parte de la dictadura. Cosas como la intentona de "pactar" que solamente aceptó un cadáver político como Pichetto, es un buen ejemplo. Creo que los viejos marxistas decían que un modelo de sociedad no cae hasta haber agotado todos sus recursos, parece que ese es el caso. Uno de los aspectos, y no el menor, que hacen que no sea aconsejable apurar la salida de la dictadura es que la campaña electoral todavía no empezó, esta vez tenemos que encuadrarnos todos, afiliarnos, cuando estaba en la cárcel había compañeros curas presos que me querían bautizar, afiliarme al PJ me da una sensación parecida, sin embargo la necesidad tiene cara de hereje, la necesidad histórica de un pueblo, de una gran nación como la nuestra, la tiene aun más. Eso no es solamente por abajo, algunos que son dueños de la pelota tienen que bajarse y caminar. Perdón porque ahora viene un párrafo de cristinismo explícito. La Sra. sabía, quien sino ella, después de todo, lo que se venía, ya había sido presidenta 2 veces, y había cumplido, con el pueblo, con la patria, con la posteridad y podía exilarse, decir hasta aquí llegué, nombrar un sucesor, Kicilof, sin ir más lejos y si te he visto no me acuerdo. Estoy seguro que, en el 2do tomo de "Sinceramente", va a aparecer que le aconsejaron eso. No hace falta que comente lo que pasó, lo que está pasando. Lo que va a pasar. El problema es que este razonamiento nos lleva a empezar la campaña electoral antes, puede ser contraproducente, una campaña interminable en estas circunstancias, ustedes saben, control mediático, escasez de medios, basarse, excesivamente, nada más que en Cristina, pueden producir desgaste. La campaña que estuvo a punto de hacerle perder la elección a Macri y que, al menos logró comerle legitimidad electoral, fue espontánea, arrancó por gusto de la base, recuerdo a mis amigos en la calle con carteles de Scioli, y fue un éxito, hasta ahí. Esta vez debería ser más orgánica, aunque conociendo al país y nuestro modo de hacer las cosas, va a volver a pasar lo mismo. Sin embargo, en este caso en particular, no sería descolgado pedirles a dirigentes que hagan como el compañero Grabois que tiene a su gente en la calle, con pegatinas y un discurso de barricada. Acá en la capital el peronismo es históricamente débil, bueno, pero tenemos a los de siempre y a nuevos aliados, Pino, Vicky Donda y etcétera. Hace unos años Pino no podía asistir a reuniones con Linera o con los venezolanos, eso se terminó, lo vamos a aplaudir en todos lados. En cuanto a si uno coincide textualmente con el discurso de Grabois o el de los aliados, estamos en un momento de dictadura y hambre no es el momento de discutir detalles. Esto no se va a arreglar solo, automáticamente, vienen tiempos difíciles, los primeros años de un gobierno popular van a ser muy complicados pero hay una oportunidad que antes no había.