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Con Cristina.

miércoles, 15 de julio de 2009

La derrota K, un detalle

He escuchado muchas explicaciones sobre la derrota K en las elecciones y reconozco que hay bloggeros que tienen ideas más profundas que las mías. Es indispensable reconocer que el nivel de vida, sin llegar a lo dramático, de vastos sectores ha descendido y que una parte significativa de la clase media parece que va a necesitar un par de generaciones más para aclimatarse. Quiero decir que todavía subyace la idea de "agarrar unos mangos" y volverse para Italia o donde mierda sea. Y no la idea de construir y vivir en nuestra gran nación.
Me parece que tampoco ha existido una militancia que baje a los barrios y explique y que esa es la clave de la situación.
Pero, como ya dije, otros la tienen más clara que yo.
Les voy a contar de mis alumnos.
Mis alumnos son de la villa. Aclaro, no se quien está del otro lado, que los villeros que conozco no son, como muestran en un blogg de derecha, unos cirujas sin dientes boleados por el tetra. Los villeros son simplemente laburantes que o no ganan para hacerse una casa o pagar un alquiler "normal" o no se quieren ir a un departamento por cuestiones culturales.
Mis amigos de clase media están mejor que en cualquier otra época que yo recuerde. Es así de simple, nunca hubo tanta guita ni tanta libertad para la clase media en este país. No en los últimos 40, más bien 50 años.
Pero no es por eso que voto por Nestor y Cristina.
Mis alumnos villeros andaban vestidos con harapos, olían a cloaca y venían a la escuela para que les dieran un sanguche. Así fueron los últimos años de la década del 90 hasta el 2003. No lo digo yo, lo sabe todo el que no viva dentro de un canapé.
En el 2009 mis alumnos, en algunos casos son los hermanos menores de los que tenía en el 97-2002, andan con celular y ropa de marca y el colegio casi no reparte viandas. Y los alumnos que terminan la secundaria consiguen laburo.
Cuando empezó gran cuñado primero hubo cierto reflejo de preocupación, se pensó que ridiculizar a Nestor y a Cristina podía restarles votos. Después se vio que no tenía tanto rating, que su efecto político era más bien nulo y que, a fin de cuentas, uno no conocía a nadie que lo mirara. ¡Estábamos equivocados! por no decir herrados. Mis alumnos se sabían de memoria todas las payasadas y las coreografías de gran cuñado. Es más, casi toda la información que tenían de política venía de ahí.
No se si los garcas de los medios son unos genios o si les salió bien pero ese programa se dirigía justo al perfil de votantes que podía definir la elección a favor de ellos. Y así fue.
Hay muchas cosas importantes que cambiar y en la que trabajar pero permítanme ocuparme de una nimiedad.
Para la próxima vez, si es que hay una próxima vez, que pongan una ley cualquiera de radiodifusión y denle cable a todo el mundo, así por lo menos no nos van a joder con la televisión de aire.
Ah! y una cosa más… si se preguntan porque no les enseñé yo a defenderse de gran cuñado… ¿Quién dijo que no lo hice?

3 comentarios:

  1. la concentración de medios que se armó en los 90 fue amparada por toda la clase politica...y esta vez la escupida nos vino a nosotros, y eso en el campo popular es imperdonable no hay que subestimar al poder..nunca, un abrazo.

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  2. Estoy totalmente de acuerdo con vos. Es un punto de vista simple pero fundamental. Faltó militancia, si, aunque admito que era durísimo militar en favor del Kirchnerismo. el garcaje estab a con todo.
    Y si, hace falta una ley. Hay que jugarse ya y dejarse de especular.

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  3. Agradecidísimo por los mensajes.
    Abrazo.

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