¿De verdad que va a volver Macri?

El gobierno de macri comienza con una hiperdevaluación más del 40 % en un día y con la dolarización de los servicios, después van a seguir subiendo pero en dólares, así es, mis amigos, inflación pero en dólares. Con el pago a los buitres, que se llevaron más del equivalente del déficit del 2015 que era 1.7 % del PBI. Con el endeudamiento galopante, 2 veces y media el déficit y, aun así, el déficit del 2016 fue 4 veces mayor que el del 2015. Es decir tomaron deuda para cubrir el déficit, de donde habrán sacado esa idea ridícula, y el déficit se multiplicó. A eso hay que sumarle el ajuste. La caída del salario real ese primer año fue del 6 %. La inflación fue de más del 40 % y en alimentos y productos de 1era necesidad todavía más. Para acelerar la productividad bajaron las retenciones a los sojeros y les subieron el impuesto a las ganancias a 1 millón de giles de la clase media. Para que la catástrofe no se note, en la cabeza de los que en vez de vivir la vida la viven a través de los medios, el Indec es intervenido, se mide pobreza retroactivamente para hacerle creer a la gente que hay menos pobres si se achican los salarios, magia pura. Con el raje de Prat Gay se cierra esa primera etapa épica, a la que los propagandistas de Clarín y La Nazión llamaron “gradualista”. El 2017 es el año del rebote, más bien de una especie de milagro de acomodar las cifras, se habla de una recuperación de salarios, el truco que se usa es alucinante, como los salarios en negro habían descendido hasta niveles de miseria total se usa la, supuesta, recuperación para promediar con los salarios en blanco, de modo que queda como si en el 2017 hubieran subido los salarios, aunque primavera hubo, fue el fabuloso, inolvidable verano 2017-2018 el del dólar a 20. La invasión argentina sobre Miami. La inflación del 2017 fue del 25 %, con, ya lo dijimos, el dólar planchado y con una medición tramposa donde la comida y los servicios esta subestimada. El dólar a 20 fue como el nuevo 1 a 1. Más magia, ahora con dólares prestados. Como siempre en los buenos tiempos nos invadió la chatarra importada, los minicooper y las Harley. Mientras las pymes y los boliches de barrio cerraban uno tras otro. Hagan números o revisen la billetera y van a ver que la pandemia del 2018 fue mucho peor que la de ahora. En abril del 2018 se acabó lo que se daba, los inversionistas dejaron de prestarle a las empresas para que fugaran. Si me preguntan a mí, ese es el final del gobierno de Macri. El fondo monetario, los yanquis para ser exactos, le dieron 44 mil millones, en realidad eran 57 mil millones casi un PBI del Uruguay, es decir, un país entero, o varios países africanos juntos, para ganar las elecciones. Con mucho menos de esa guita, en otros países latinoamericanos, los gobiernos proyanquis se te quedan por décadas. Macri no pudo ganar porque ya estaba liquidado. Alguien de ustedes, que, a falta de algo mejor, está leyendo esto ¿se imagina un gobierno de Macri en default, con deudas incobrables, con ajuste de 20 puntos del PBI y en pandemia? Unos cuantos ya estaríamos muertos o agonizando pero que magnífico espectáculo para las generaciones futuras. Tampoco es cierto que el gobierno macrista haya sido tan incapaz, cosas parecidas se han hecho y se hacen en otros países latinoamericanos y no digo que funcionen pero siguen para adelante, es un decir. Uno tiene la tentación de compararlo con Chile pero es un esquema mucho más cerrado, el estado retiene el cobre, que no son porotos, tiene valor en serio, y lo usa para financiar a los milicos. Una dolorosa lección de un viajero en el tiempo desde la década del 70: si podes financiar a los milicos, tenes a las empresas y a los medios, no importa quien gane las elecciones. La soja, el trigo y sus derivaciones pueden parecer muy atractivos o tener mucho valor si uno fuera el dueño, con 200 hectáreas vivís en la Costa Azul, junto con el que te dije, pero en el PBI argentino son menos del 10 %. Para colmo, Chile y 2 lugares más tienen cobre, en cambio, cualquiera puede plantar soja. Hay un dicho, creo habérselo leído a Garcia Marquez, o a lo mejor lo dijo Lenin, el rubio: si la mierda tuviera valor, los pobres naceríamos sin culo. Si la soja tuviera valor la plantarían ellos y estaría prohibido sembrarla acá. A los aliados ideológicos de los macristas, los yanquis y los europeos, no tenemos nada importante que venderle y, progresivamente, tampoco tenemos nada importante que comprarles. Es por eso que todos los planes basados en “integrarse al mundo”, “el campo”, “la competitividad”, “el mercado”, “el equilibrio fiscal” y así por el estilo, están destinados a fracasar, pero además a irse al carajo pronto, no en 20 o 30 años, a Macri, que se puede decir que lo tenía todo, hasta empezó sin deuda y con una economía en plena marcha, le duró menos de 30 meses.