cris

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Con Cristina.

jueves, 27 de agosto de 2020

Latinoamérica está repleta de golpes de estado, no veo que tendría de raro una intentona así en la Argentina.

Si uno evalúa objetivamente, la situación de muchos sectores en el país es mala, tirando a catastrófica, algunos, muchos, de esos grupos son los mismos de siempre, gente humilde, sin formación que sobrevive haciendo lo que puede. Los changuistas, los recién llegados, la gente con problemas sociales.

La diferencia es que las restricciones de circulación y de muchas actividades han sumado a otros sectores, en general clase media vulnerable, que pasaron a la marginalidad y no están acostumbrados.

Sería muy raro que, principalmente, los nuevos excluidos, no tuvieran efecto sobre el ánimo y sobre lo que pasa en la calle.

El último golpe del estilo tradicional es el que le dieron, sin éxito, a Correa usando a la policía. Después de eso lo que surge es el golpe “institucional”. Que no son iguales entre sí, en Chile el golpe se dio cuando Piñera empezó a gobernar metiéndole balazos en los ojos a los opositores, en Brasil cuando destituyeron a Dilma y proscribieron a Lula, en Perú, quien sabe, es como un solo golpe que nunca termina. En Ecuador se fumaron a un tipo que asumió como continuador de Correa. En Venezuela inventaron a ese tal Guaidó, o como se llame.

En Bolivia fue a la manera de siempre pero con una tapadera, presuntamente, legal.

En Centroamérica, vaya uno a saber, la oposición a Ortega tiene características de golpe. Y siguen las firmas.

En los últimos días el gobierno peronista se anotó 2 goles interesantes, en realidad, fueron varios más, pero los más notorios son la firma con los acreedores, en condiciones relativamente favorables y la aparición de la famosa vacuna, entre los éxitos más tapados están las cifras que muestran crecimiento industrial y movidas así.

Pero a veces las cosas más importantes no son las que se ven sino las que no se ven.

Y lo que no se ve son saqueos y desastres de gente cagada de hambre, no se ven cajones ni muertos en la calle, al menos en la mayor parte del país, parece que en Jujuy sí.

Para dar el golpe no se necesitan circunstancias muy especiales, Dilma fue derrocada por un voto del parlamento, Evo por una denuncia de fraude que se probó falsa. Eran países que no tenían guerras o guerrillas o situaciones de caos. Tampoco eran gobiernos a los que les estuviera yendo terriblemente mal.

Hablando de guerra, si hay una situación así en nuestro país es el enfrentamiento abierto y encarnizado con el grupo Clarín.

No es solamente una batalla en los medios, Clarín, esa presunta empresa nacional que tiene sede en Delaware, o como se llame, estaba comprando dólares la semana pasada en vistas a desestabilizar el mercado, no se si no había parte de la patria sojera metida en la maniobra.

La idea era dar un golpe de mercado, desatando una hiperdevaluación contra un gobierno que está financieramente frágil.

El contrataque del gobierno fue poner a los servicios de cable como servicio público para congelar las tarifas de telefonía e internet, con el objetivo visible de impedir subas de tarifas en un servicio esencial y, no tan visible, achicarles el financiamiento del multimedio.

Políticamente los golpistas son los sectores del macrismo más radicalizados, por ahora, no tienen mayoría en ninguna de las cámaras pero siempre hay un sector del “centro”, los diputados cordobeses, los lavagnistas y otros, también existe una parte de los diputados peronistas que es susceptible de ser presionada, habría que ver si hay una parte de los que votamos que termine por afanarnos el voto. Para que ese “consenso” funcione hace falta mucho, incluso podría ser derrotado en la calle o por parte de los gobernadores o simplemente si los parlamentarios peronistas se niegan a que les den una patada en el culo.

Históricamente los parlamentarios criollos se iban a su casa ante cada golpe de estado pero la historia puede cambiar.

El otro factor del golpe es la corte suprema, que no parece poder unirse para nada, menos para patear el tablero, se arriesgan a que algún juez ignoto los haga meter presos.

Todavía está el factor de la calle, lo que estamos viendo son marchas chicas de tipos que ni siquiera saben bien porque están ahí, aparte del antiperonismo.

Sin embargo el principal dato que habla contra el golpe es el hecho manifiesto de que carecen de un programa.

Si macri que tenía votos, apoyos por todos lados, incluso contaba con la pasividad de una parte del peronismo, que tenía el favor de los financistas y el barril sin fondo del fondo y había ganado en una elección, aparentemente, legítima, se tuvo que ir, porque, si vamos a decir la verdad, si hubiera ganado la reelección hubiera tenido que irse igual, le quedaban reservas para menos de 6 meses, que se puede decir de unos chiflados golpistas.

El año que viene va a haber vacuna y paritarias, si no se apuran en estos meses que quedan, que se vayan olvidando.

Porque D*alde un peronista de derecha respetado sale a hacer el coro, y el ridículo a los sectores más radicalizados, es difícil de decir, puede ser que esté gaga, si no fuera porque sus declaraciones coinciden con las de, por ejemplo, Sanz y otros.

Por otra parte, y como decíamos al comienzo, la derecha regional hace rato que perdió todo escrúpulo democrático, si no pueden ganar elecciones va a dar golpes de estado.

De cualquier manera, y que sirva de advertencia, para desestabilizar no hace falta meter un millón de tipos en la calle, bastan unos cientos con palos y a la policía de Larreta.

2 comentarios:

  1. Dos cosas, la derecha mundial ha perdido todo escrúpulo democrático, una.
    La otra es que Clarin y los medios que contrla el grupo, son solo la parte visible de un conglomerado de negocios en practicamente todos los rubros de la economía, incluido el agronegocio de la mano de Aranda y Rendo, o sea hay patria sojera ahí también.

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  2. Tiempos raros éstos, marchas de fósiles aspiracionales (a garcas y a contagiarse contagiando la peste) como triunfo del formateo made in mañetowood y la tierra plana... se nos quemaron los libros,... bah!, si leer pasó de moda.
    Que un minusválido cerebral "sufra" por no poder armar un asado con otros colegas minusválidos es un "drama", un "atentado" a la libertad", el chip (vení, "Blade Runner", tenés razón), la vacuna "genocida".... y el desfile de delirios insensatos podría ser interminable, a veces hasta es entretenido, no?. Éso sí, se ve la gran impaciencia gran para que la pandemia entre en la fase divertida, que aumenten los casos (hay mal pensados que dicen que cada caso es una persona y no un numerito, en fin, hay gente así....) y se agoten antes los médicos que las camas... sí, se pondrá divertido, invierta la suegra que será gran negocio...
    Que un judas se llame lenin, podrá sonarnos raro pero, en el fondo, es que los argies somos distintos, alguna vez las ínfulas de pensarnos "europeos" tenían que servir para algo, no?.... bueno, justamente pasó ahora, salimos de una autentica porquería - la reposera prófuga - sin caer en la pintoresca "normalidad" del camarada moreno o la bella janinne del altiplano. Sin ser austeros, hay lujos a los que aún renunciamos, por ahora, digamos.
    Disiento con usted, nuestra gloriosa derecha - moderna y eficaz - no perdió ningún escrúpulo, ¿cómo se puede perder lo que nunca se tuvo?, no trate de confundir a sus sufridos lectores, que lo vamos a deschavar... además ahora no hace falta, si los golpes no son golpes y las dictaduras, dictablandas y progresistas (¿no me cree, mire cómo progresó Panamá ).
    No hay caso, ya casi somos Valenzuela...

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