Por fin una revolución en un país para gente como uno, se arma la podrida en Suecia. Y aclaramos de quien es la culpa.

Para empezar en los países finos si se arma la cagada se arma para la primavera, cuando hace frío hasta los peores revoltosos se quedan en su casa. Hace unos días dio comienzo el despelote, en un suburbio, a ver, uno de esos barrios de monoblocs donde viven los pobres, los barrios del gran Estocolmo se dividen según la época en que fueron hechos, los de la década del 50 son para gente como uno, los del 60 son buenísimos, los del 70 chotos y los de los 80 estilo fuerte apache. En mi época, ya muy lejana, yo vivía en unos barrios llamados Tensta y Rinkeby, todos éramos inmigrantes, los suecos no se acercaban ni a palos, lo que a uno, que siempre ha sido bastante hijo de puta, le parecía buenísimo. Me cuentan, los amigos que se quedaron, que la situación de esos suburbios ha ido cambiando, los inmigrantes y los suecos marginados han salido de esos barrios para otros todavía más del orto. Un ejemplo de suburbio bien de mierda es Husby (si se me van a hacer los finos pronuncien jiusbi). Ahí empezó la revuelta popular, un groncho, no leí de que procedencia, fue baleado por la cana. La cana dice que era un terrorista que los perseguía con un machete. La cana, ¡oh sorpresa!, miente. Los pibes del barrio, en el barrio hay más de 300 pibes que no trabajan, no estudian y no figuran en el seguro social, salieron con piedras e incendiaron un par de docenas de autos. Los vecinos salieron como locos desesperados por sus autos, da la impresión de que en el país más avanzado todavía no conocen los seguros para los coches o que los seguros los están cagando mal, vaya uno a saber. Cuando los bomberos salieron a apagar el fuego los cagaron a piedrazos. En definitiva la chusma tercermundista de gronchos inadaptados ha invadido también a los nórdicos. Es la primera vez en décadas que extraño vivir en Suecia. No hay insulto o difamación que no se diga sobre estos pibitos, se los trata de vándalos (aunque los vándalos eran nórdicos que hicieron cagar al África romana) la mayor parte de los blogs y de los comentarios eran del tipo “si no te gusta mi amado país te vas”. Una pinturita. El “periodismo independiente”, los 4 putitos de siempre, se las agarró contra un par de grupos que “no tomaron distancia” de los ataques y que laburan en los barrios. Un grupo se llama “el megáfono” y es el demonio sumbersivo que se oculta detrás de los cascotazos. Los megáfonos dicen que un auto no vale una mierda que lo que vale es la situación sin salida en la que viven los pobres, los nuevos pobres, del nuevo tercer mundo. La derecha tiene la solución y es darle masa a los pibes, a los padres que no cuidan a sus hijos y mandar el submarino nuclear español que se hunde y no puede subir. La verdad es que Husby perdió el comedor que tenía, la sucursal del banco y hasta al dentista, el correo, la sala de primeros auxilios y el club del barrio. El club del barrio es fundamental en un país en el que 4 meses por año está cubierto de nieve, aclaro por las dudas. En Husby el 38% de los jóvenes de 20-25 años está desocupado. En el resto de los suburbios de Estocolmo las cosas no están mucho mejor. Los incendios de autos, las piedras a la cana y todo tipo de protesta estilo vandálico se ha ido extendiendo los últimos días. Por último...adivinen que… todo esto, pero todo ¿eh?, fue causado por los pibes de las piedras, por los vándalos, por los musulmanes y por la Shegua.