cris

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Con Cristina.

miércoles, 15 de mayo de 2013

La derecha populistas europea es tan distinguida, nos moríamos de la envidia pero ya está llegando, con votos progre y con mucha alegría.

Un fantasma recorre Europa, es la nueva derecha, la derecha neofascista que, al calor de la crisis interminable, está ofreciendo una esperanza al alicaído viejo mundo.

Como siempre Francia se encuentra en el centro de esa tendencia ¿Ustedes se acuerdan de Le Pen? Le Pen había creado un partidito nazi-onanista, en una época servía de apoyo a los antiguos nazis del régimen de Vichy. Porque en Francia no todo fue ocupación, los franchutes tuvieron un gobierno títere en el sur, donde mandaba un tipo que había sido general durante la primera guerra mundial: el mariscal Petain.

Hay una historia que voy a repetir hasta que me muera, y un poco después también, en Bulgaria había un gobierno colaboracionista, cuando los nazis quisieron deportar a los judíos, los búlgaros, unos negritos campesinos que bailan con flautita y usan camisas que les quedan grandes, dijeron que no.

Los búlgaros se les plantaron a los nazis y les dijeron que no.

Los franchutes, patriotas de Vichy y otros, deportaron a todos los judíos que pudieron.

Durante toda la segunda mitad del siglo XX los partidos como el de Le Pen fueron minúsculos, eran partidos de skines (los skines son barra bravas que llevan el pelito a la mohicana o la bocha pelada) o de viejos alcahuetes de Vichy. Durante todo el interminable siglo XX la derecha franchuta era careta y liberal, unos Gil Lavedra cualquiera. El último truco de los liberales fue cuando Sarkozy les robó el programa al frente de Le Pen en las elecciones del 2007, lo que pareció llevar a la derecha neofascista al límite de la extinción.

En la elección del 2012 el “Frente Nacional” llevó como candidata a la hija de Le Pen, la nueva reina de la derecha populista, Marine Le Pen. Marine tiene el mismo partido y dice las mismas cosas que su papá, derecha autoritaria, la moral cristiana y joder a los inmigrantes.

La nueva derecha populista es la de siempre pero ahora se han limpiado del antisemitismo, después de todo, Israel también es un estado neofascista. Se olvidaron de reivindicar al régimen de Vichy y de los skines con la bocha rapada.

Condenar al holocausto es tan obvio como acá, en nuestra pampa generosa, condenar a la dictadura, después mandas a los milicos a cagar a palos a los médicos del loquero ¿No es genial?

Si los partidos liberales repiten el mismo discurso no es nada raro que la persecución, esta si verdadera persecución antisemita, quede legitimada. Además, los muertos de hambre que se creen mejores que los negros porque son rubiecitos, no tienen porque votar a los liberales, nosotros mismos desde la izquierda les hemos enseñado que los liberales no son más que representantes del capital concentrado.

Ya hay, por lo menos, un régimen neo-fascista gobernando en la periferia, es Hungría. En Hungría, por esas cosas de la casualidad, quedaron algunos moishes, de modo que la patria húngara nacionalista ha vuelto al antisemitismo contra los judíos, para diferenciarlo del antisemitismo bueno contra los árabes.

Pero, por ahora, los enemigos subhumanos de la raza superior son los gitanos, en Noruega los neofascistas han rescatado del olvido leyes de pureza racial y se sienten felices y más rubios que nunca.

Marine Le Pen se viene comiendo los chicos crudos, tiene 27% de intención de voto y, en la dulce Francia, ya nadie le teme al racismo.

Lo que desconcierta, y parece ser una diferencia definitoria, es que en estos pagos el racismo, aunque existe, es una rareza de chiflados, uno especula que se trata de cornudos que encontraron a la patrona en la catrera con un señor groncho o un rusito pelado, de nariz ganchuda, como yo. Quien sabe. Pero, diganme, la clase obrera de Moyano y de Micheli que gana 15 lucas y se niega a pagar 300 pesos de impuesto¿No se parece a los franchutes blancos que quieren hacer cagar a los inmigrantes? ¿Puede ser tan grande la diferencia entre la persecución racial y la social?

La diferencia es que estos obreros franchutes han visto caer su nivel de vida y están en paro, y se han vuelto fachos, creen que están como el culo por culpa de los gitanos, al menos, tienen un motivo entendible, por ridículo que sea.

El discurso contra los inmigrantes ya lo tenemos, recuerden cuando el PRO llevó a los vecinos de villa 20, prometiéndoles la tierra, a la toma del parque Indoamericano, y aparecieron los fachos de la barra brava a los tiros y después salió el muñeco de torta a denunciar la “inmigración descontrolada”. Ahora estamos en la etapa en la que el sindicalismo traidor se niega a pagar impuestos para “mantener a los inmigrantes” y hace causa común con la derecha y los colaboracionistas de la dictadura de Clarín. Es el “Frente Nacional”.

Y, me olvidaba, la izquierda liberal hace de furgón de cola, proponiendo lo mismo pero con un poquito de azúcar, de megaminería, de liberación sexual y de los caciques Quom.

Pero no me hagan caso, debo ser yo que después de lo que me tocó vivir en la década del 70 veo fascistas por todos lados.

1 comentario:

  1. Ah, pero si le cuenta esto a Fernando Iglesias le agarra un patapúfete, DonChango. Usted no cree que el 99% de Europa es socilademócrata republicano y transparente? Además el Fer votó, y lo dijo, al PRO para el repechaje. Guácala!

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