Donde volvemos a preguntarnos que carajo le pasó al progresismo. Parte I.

En una época, no tan lejana, A.S. (antes de la Shegua), progresista era el que añoraba la YPF de Mosconi, el que quería que los argentinos fuéramos 100 millones, el que quería ver las chimeneas de las industrias por todos lados. Substituir importaciones, importar lo indispensable y producirlo todo acá, exportar productos manufacturados y comernos la carne y el trigo nosotros. Eso era lo progresista, los progres del peronismo, la izquierda y, si me apuran, hasta los liberales más populares. Las cosas cambian en esta vida, al parecer los progresismos han ido mutando. Ahora resulta que ya no es progre sacar el petróleo, parece que bombear el petróleo contamina, se ensucia la napa, el fracking provoca terremotos, no terremontos como antes, en cambio el petróleo importado no, es buenísimo. El otro día Evo Morales se cagaba de la risa, los progres estaban enojados porque el estado boliviano sacaba petróleo de una reserva natural. Evo decía que los yanquis elegían zonas, zonas que estaban al otro lado del mundo, a ser preservadas y que nosotros, los gronchos, estábamos para cuidárselas. Parece que ese es nuestro papel según los progres, guardabosques. Ahora parece que la minería es mala, que contamina y mata, es más parece que los que viven en la zona y que no parecen muy afectados por la catástrofe ecológica ni por los infinitos residuos peligrosos de la megaminería, no tienen derecho a opinar. Escuchen esto porque es record mundial, los tipos que viven en provincias mineras tienen que joderse porque unos tipos, que desde edificios de 50 pisos con aire acondicionado todo el día y que viven paseando en auto con sus celulares, se les puso en la cabeza que no haya minería. No solamente eso sino que esa es la opinión dominante entre el “progresismo”. Esas opiniones desde mil kilómetros de distancia son el centro de la agenda progre. Y ahí más todavía, Evo Morales, ya que lo mencionamos, parece caerles en gracia a los progres locales, puede ser que sea porque Bolivia es un país pobre y atrasado y no representa un peligro para los intereses del imperialismo, la cuestión es que a Evo le salió una oposición progre, desde los pueblos originarios. El estado y la sociedad civil en Bolivia son débiles, en parte los pueblos originarios vienen de siglos de malos tratos y persecuciones, uno especula que a lo mejor quisieran confiar en Evo pero no pueden, en parte las tribus han substituido a la nación por demasiado tiempo. Ahora los progres defienden a los pueblos originarios, hasta ahí todo bien, sabemos que hay mucha presión de parte de los sojeros y demás monstruitos para comerles las tierras pero ese no es el centro del reclamo, para empezar las posturas de estos “nuevos progres” con respecto a los sojeros son ambiguas, por otro lado parece que el principal reclamo es contra las empresas petroleras. Nadie cree que las empresas petroleras y, para el caso, los gobiernos provinciales sean unos angelitos pero no se puede vivir sin petróleo y los gobiernos provinciales son legítimamente electos, además con los votos de los compañeros originarios que suelen votarlos plebiscitariamente. Y hay más, parece que, de fondo, hay un reclamo de tipo nacional, al parecer se nos plantea la existencia de “estados” independientes de, sin ir más lejos, la Nación Mapuche, que, muy hipotéticamente, reclamaría territorios gigantescos. Ojo parece que ahora los progres sostienen reclamos cada vez más contrarios al estado nacional pero no a cualquier estado nacional. Es un progresismo extraño que reclama contra los impuestos, incluso contra los impuestos que afectan a los que más ganan y que son menos del 10% de los asalariados. Es un progresismo que ya no ofrece tecnología de punta e industrialización, ofrece chacras. El viejo Marx decía que los pequeño burgueses que descubren la iniquidad del capitalismo se vuelven hacia la edad media. Y yo agregaría: sin dejar de ser unos garcas.