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Con Cristina.

martes, 24 de diciembre de 2013

La Navidad Negra

Bebida

La bebida berreta es odiosa, no te coloca bien, te hace sudar, doler la cabeza y pasas la navidad sentado en el trono con diarrea.

Los pretextos para beber bebida berreta: Que es lo mismo, que un navarro es lo mismo que un “Uvita” de tetra, que un chivas es igual al whisky uruguayo y que un coñac francés es igual al alcohol de quemar.

Los tipos de clase media que están podridos en guita pero que te amarretean con la bebida.

Comida

El turrón duro, demasiado dulce, demasiado algo y, a veces, inexplicablemente importado.

El pan dulce artesanal, un mazacote seco bañado en una crema blanca sospechosa y con higos secos adentro.

El pan dulce casero todo quemado.

El mantecol que se olvidaron al sol, o dios sabrá que, caliente y chorreando aceite.

Los orejones.

El pollo relleno con almendras o cualquier otra debacle culinaria que la tía repite año a año.

El helado semi derretido porque se olvidaron de ponerlo en el frízer o algo por estilo.

La comida berreta, siempre hablando de clase media como le toca a uno, carne grasosa y venosa que te obliga a gastarte una caja de escarbadientes y que no tiene gusto a nada.

Personajes

Los tipos ancianos que inexplicablemente son puestos a ocuparse del helado y que se olvidan de ponerlo en el frízer.

Los tipos ancianos que no son sabios, ni filósofos, ni tienen sentido de humor.

Los muchachitos rana que hacen remo y solamente hablan de la mierda del remo. Que vayan a remar al riachuelo.

La novia del muchachito que está buenísima y que le recuerda a uno que uno es un anciano, aun siendo sabio, filósofo y con sentido de humor. Bueno esto último tal vez no.

El muchachón grandulón que a una edad en que los villeros ya son abuelos todavía anda detrás de papá y mamá.

El mismo muchacho grandulón de antes que vive con mamá y papá porque “está muy cómodo”.

El mismo de antes que está incómodo pero no se puede mudar porque el departamento que quiere tiene un alquiler de 5000 y él gana 2500 pesos.

El tío rana todo sonrisa que se compró un terrible auto importado y aportó, muy generoso, un salamín picado grueso para la cena.

Los saludos entusiasmados de la parentela al tío rana.

El hecho de que el tío rana crea que todos los que votamos a Cristina somos beneficiarios de la asignación universal y del plan trabajar.

El tío zurdo que habla y habla de la revolución y que en la década del 70 no tiró ni con cebita.

La tía loca que tiene 400 millones de amigos en el feisbuc que no existen.

El tío que fue a Europa, dio una vuelta alrededor de la torre Eiffel y cree que conoce.

El muchacho pelotudo que todavía está en esa de irse a España y que no se enteró de que la rata más chica ya es mayor de edad y juega en el Barcelona junto con Messi.

El tío pistola que se llena la boca hablando de Italia y que no se da cuenta de que allá sería albañil y ganaría 700 euros por mes.

El nene que estudia en una escuela de arte y la va de loquito.

Los tíos jóvenes que te ponen al bebé sobre la mesa y el bebé que tira un cacho de banana en el vino, una cosa dulce en el asado y que, al final, se caga y se mea en los pañales, justo al lado tuyo.

Los tíos que se emborrachan y se pelean sin que se entienda ni lo que dicen, ni el motivo pero que probablemente sea una angustia guardada durante 20-30 años.

Los que se despiden y vuelven a despedirse y se van 4 horas después.

Los nenes, con edad para tener novia, que empiezan con los petardos a las 3 de la tarde y tenes que darle falopa al pobre perro que se te enloquece.

Los parientes a los que ya, desde hace años, les cortaste el rostro pero que vuelven a pedir explicaciones sobre porque les cortaste el rostro o que actúan como si no hubiera pasado nada, lo que es peor.

Los boludos que no pueden estar sin el televisor y que te obligan a escuchar alguna de las innumerables películas yanquis con Papa Noel.

Las parejas mal avenidas que, contra toda razón, siguen unidos hasta la muerte sin que se sepa porque.

Los nenes de la computadora.

Los locos del telefonito que tienen 2 celulares, que mandan mensajitos y que hablan pavadas a mitad de la cena.

Los parientes pobres que tienen la misma mentalidad de mierda de los parientes ricos y que encima son pobres.

2 comentarios:

  1. Por todo eso, déjeme con esas dos, Donchango. Cierren la puerta con llave, festejen tranquilos que yo muero contento.

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  2. Hay que dejar de ver a los tíos, los familiares y la mar en coche... comer con la patrona y los pibes y punto... después les mandamos mensajitos de felicidad...

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Piensa mal y acertarás