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Con Cristina.

lunes, 6 de enero de 2025

Se nos fue Larrata pero los rateros nos siguen jodiendo igual.

Larrata, ese gran periodista, por fin ha dejado este valle de lágrimas, la verdad es que fue prematuro, estaba hecho mierda pero teníamos esperanza, esperábamos que se jodiera más.

Escuchamos la voz, siempre sentida, del putito de Macri que, el muy tereso, sigue hablando por la nariz, más que un millonario facho un auténtico bufarrón.

Hay cosas que dan más asco que Macri o que Larrata pero la verdad que cuesta encontrarlas, pensaba en un prócer de los tiempos combativos de Larrata, ahora si, ustedes queridos lectores, o yo mismo para el caso, se chorea un kilo de bananas del verdulero ocurren 2 cosas: linchamiento y cárcel pero, si Letrinas el socio de Larrata se “hace” con cuadros de León Ferrari que valen una fortuna, eso no es más que la defensa del arte.

Ambos héroes dirigían el Porteño, una revista zurda, ácrata, revolucionaria, Larrata y Letrinas eran los 2 jefecitos. A mí me gusta porque a las publicaciones de la izquierda la dirigían fachos.

Son fachos:

  • porque tranzaron con cualquiera,

  • porque ayudaron a engatusar a los perdedores de la clase media.

  • Y apoyaron a tipos abiertamente fachos como Macri o cualquiera de esos.

Salvo que los gendarmes que les pegan y gasean jubilados en la puerta del congreso sean unos demócratas.

¿Por qué un montón de intelectuales zurdos lo precisaban para hacer un diario? Dicen que era el creador de las tapas ingeniosas que Página 12 mostraba en esa época.

Al parecer esos intelectuales progresistas tenían alguna clase de problema, el progresismo tal vez termine por no servir para un carajo en un país del 3er mundo.

Aclaremos que los derechosos que ahora se han despertado para cobrársela a los progres sirven, pero al enemigo.

Por aquellos progresistas uno siente algo parecido a la compasión, si se oponían al, desastroso, gobierno de Alfonsin le hacían el juego a la derecha y si estaban a favor del, horroroso, gobierno de Alfonsin le hacían el juego a la derecha.

Pienso en Alberto. No hemos avanzado mucho por lo que se ve.

En lo personal hasta recuerdo el día en que empezó a vérsele la tanga a Larrata, fue a fines de los 90 cuando le hizo un reportaje a Luis Barrionuevo, me di cuenta de que

  • no tenía información,

  • no estaba interesado en tenerla

  • y Barrionuevo se le cagaba de risa,

no me sorprendería que le hubiera pagado al super periodista para hacer ese papelón.

El campeón de la prensa libre tenía una revista 21, 22, 23, 24 y así sucesivamente, y un portal 54 creo recordar que se recontra fundió, la vendió a Spolski y de ahí al cierre y los periodistas a la calle.

Estoy leyendo una denuncia de… Majul! Es del 2004 dice que a Larrata le financiaban los medios desde la SIDE, cuando la dirigía en el gobierno de… Delarua! Ese tal Santibañez.

Antes de eso Página se había financiado con guita de… Gorriaran!

Y después de fundirlo le vendió el diario “Crítica de la Argentina” (“cretinos de la Argentina”) a ese tal Mata, si Mata el vaciador de aerolíneas, y después vaciaron el diario y dejaron, otra vez, a los periodistas en la calle.

Ese delincuente del orto es nuestro prócer Larrata.

El hijo de puta escribía, presuntos, libros de historia, y dicen que no era él, que tenía unos pibes que le hacían el laburo, solamente nuestro querido presidente ha caído más bajo que eso plagiando unos libros que son una mierda.

Toda esa basura es detestable pero hay algo que reluce, la campaña contra la corrusión. Larrata es uno, sino el principal que inventó esa categoría, ahora resulta que no era la deuda, los empresarios y los millonarios fugadores el problema del país, el problema eran unos empleados públicos que, tal vez, se llevaban unos mangos.

Se armó toda la campaña, DeVido fue preso años y el perito que testificó en el juicio terminó preso por mentir.

Debe ser una especie de récord universal, años y años de denuncias fallidas, de macaneos, de Nisman, de mentiras grandes como las excavadoras en Santa Cruz.

Y todo eso de parte de un adicto perdido, los mismos que piden cárcel y castigo para los pibes que fuman caño, seguían a este periodista heroico en su búsqueda de la verdad.

Habría que ver si la causa última de su muerte no fue la papota.

Es cierto que no siempre lo siguieron, de hecho, todo lo que intentó antes de estar en Clarín fue un fracaso pero una vez que Magnetto lo llamó a su santo seno, el tipo la hizo.

Durante el macrismo perdió las 3 cuartas partes de su audiencia pero le pagaban una fortuna igual.

Y ni aun así pueden explicar de donde salió tanta guita.

Nos hemos librado de esa bolsa de merca, es cierto, pero nos quedan los boludazos que lo seguían y que, de nuevo, están confundidos al constatar que se les achica el bolsillo.

No estaba tan bueno el ajuste ¿vieron? y la recuperación, por algún motivo, el mundo es ajeno, por ejemplo, no llega nunca.

Y además, repetimos, no celebramos la muerte de nadie, es una desgracia que no siguiera agonizando Larrata inmunda.


No lloren de donde salió Larrata hay montones de roedores más