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Con Cristina.

lunes, 3 de mayo de 2021

Guerra contra el 3er mundo, hoy: la intervención francesa en Mali.

Nadie sabe dónde queda Mali, es casi peor que la Argentina, la noticia está en los diarios, 3 soldados suecos se han comido unos, seguramente no inmerecidos, cohetazos. Los nórdicos, ese oasis de paz y amor en el mundo, además de carne de cañón mandan helicópteros y tecnología de vigilancia. Realizan ejercicio conjuntos, franco-suecos, es el comienzo de una gran amistad, también participan milicos de Estonia y Checos, supongo que para festejar, matando negros, la caída del muro. El resto de los europeos ni mu.

Los nativos protestan, los desagradecidos no creen en los principio de Libertad, Igualdad y Fraternidad, por el contrario piensan que los franchutes son unos hijos de mil putas. Hasta en Francia creen eso.

¿Quieren, ya que estamos, la explicación realpolitik? Los suecos están ahí para probar armas y soldados en situaciones de guerra real.

Se le llama guerra Takuba, es el nombre de unos mexicanos que cantan giladas pero el nombre viene de la espada sagrada de los tuaregs, esos morochos lungos envueltos en cortinas.

Desde el 1900 que los franceses se han ensañado con esta gente.

La guerra actual comenzó en 2013 y la declaró, es un decir, las guerras ya no se declaran más, el presidente socialista François Hollande, eso es lo que vale la socialdemocracia europea.

No existe guerra colonial sin los mejores motivos, la ciudad de Tombuctú, una joya con edificios del año 1300, debía ser salvada de los terroristas, tengamos ojo con el cabildo, la casa de Tucumán y la tumba de Maradona, no sea cosa que nos vengan a cagar a tiros para salvarlas.

Hollande, un verdadero socialista, prometió que las tropas francesas iban a estar, apenas, unas semanas. La guerra, cuesta miles de millones de euros por año, sigue después de 8 años.

Hay 5 naciones al sur del desierto del Sahara al área se le llama Sahel, Mali es una de ellas, supuestamente se independizó en el año 1960 pero las potencias coloniales siguen gobernando.

El último presidente, un tal Keïta, era un títere de los franchutes, un mano larga que junto a su familia se apoderó de la mayor parte del presupuesto, incluso la guita que iba para equipar al ejército. Nadie lo tocó porque era hombre de los que te jedi. Al final tuvo que enfrentar una insurrección. El año pasado lo derrocó un golpe de estado. ¡Vamos! La década del 70.

Hace unos días murió en un ataque el dictador de Chad Idriss Déby, al parecer en una batalla contra rebeldes que tienen su base en Libia. Déby era otro protegido por los franchutes a pesar de la corrupción, las masacres contra la población y su responsabilidad en violaciones sistemáticas. El golpe se completó con el ascenso del hijo de 37 años un tal Mahamat Idriss Déby Itno que resulta ser un general. Los suecos, uno demócratas de la gran flauta, tienen una alianza con el clan Déby.

La guerra tiene su costo, miles de civiles muertos, 55 soldados franceses volvieron en el jonca. Soldados de la ONU, que no están en Mali para pelear han sido muertos, más que en cualquier misión semejante. Andan dando vuelta milicias que llevan a cabo masacres e incendiado las aldeas.

Los militares franchutes son responsables por las muertes de civiles, entre otros casos, a 19 invitados a un casamiento los mataron en un bombardeo.

En un área cercana a la ciudad de Mopti liquidaron a más de 1500 personas en ataques similares. Las organizaciones de derechos humanos denuncian cientos de ejecutados sin ninguna clase de proceso. Las cárceles están repletas, campos de prisioneros estilo Guantánamo están por todo el país.

Los combates sangrientos en el Sahel son entre grupos étnicos. El pueblo Tuareg lucha por conquistar el norte de Mali. Los nómades atacan a los campesinos. La sequía, decadencia ecológica y el calor creciente elimina el acceso al agua y a los campos de pastoreo cada vez más rápido.

Los asesinatos son ejecutados por ejércitos estatales, milicias y organizaciones islámicas, a los que les resulta cada vez más fácil reclutar simpatizantes, en un estado en decadencia que solamente sobrevive gracias a un ejército colonial.

El terrorismo de estado, la miseria, la falta de todo desde la comida hasta la medicina y las escuelas le facilitan a las organizaciones islámicas reclutar soldados y simpatizantes. Los 5 estados del Sahel usan un 40 % de sus recursos en gastos militares, aun así el islamismo es cada vez más fuerte.

Los estudios de una agencia sueca revelan que la población de Mali confía más en las milicias locales que en el ejército nacional.

Analistas afirman que Al-qaeda y el ISIS van camino a tomar el poder en Mali y el resto del Sahel y que olas de refugiados pronto van a inundar Europa, está muy convencidos de eso.

Pero hay otros estudios, libros y reportes de investigadores que traen otra versión. La gran red terrorismo en Mali, simplemente es consecuencia del bombardeo que dejó Libia en ruinas hace 10 años. El país hace 10 años que es gobernado por gánsters, señores de la guerra, organizaciones terroristas, milicias alquiladas y mercenarios rusos y turcos.

Desde Libia salen enormes arsenales, la droga y los refugiados maltratados. Con la ruina y la criminalidad vienen los jihadistas y los terroristas. Occidente creó esos monstruos.

Los islámicos del Sahel no constituyen una estructura simple de vasallos de los terroristas en Al-qaeda y el ISIS. Las agrupaciones están compuestas por muchos grupos pequeños a menudo enfrentados. Su creciente influencia está basada en el terror, incendian las escuelas en todas partes. Pero una parte de los grupos islámicos son locales y tienen raíces históricas, muchas veces orientadas a lo social en oposición a los poderes establecidos.

Las causas sociales y ecológicas de las guerras del Sahel están bien documentadas, los, cada vez más fuertes, movimientos de resistencia no pueden ser reducidos a meros terroristas. En alto grado deben ser considerados como parte de una revuelta social y que sucede al mismo tiempo que la emigración en masa: cientos de miles, quizás millones, están huyendo de la sequía, la violencia, la barbarie y el hambre.

No obstante la mayoría están obligados a quedarse, no se atreven a abandonar sus aldeas porque es riesgoso. La hambruna afecta a cerca de 10 millones. Pocos refugiados siguen la ruta hacia la cada vez más blindada fortaleza europea, eligen emigrar hacia el sur o el oeste de África.

En Francia la conclusión es que se trata de una guerra perdida.

Dentro de la comunidad europea crecen las críticas contra la política colonial francesa y su alianza con dictadores. Ya les dije es la década del 70. La guerra es un fracaso según los líderes de la CE, la estrategia francesa es criticada porque se basa en la confianza en el poder militar. La asistencia social, combate a la pobreza, las campañas por la paz y el apoyo a la democracia están reducidos a la marginalidad.

La decisión sueca de participar de la guerra coincide en el tiempo con la presentación de dos documentos enormes sobre el colonialismo francés. Uno trata de los asesinatos, abusos, deportaciones y torturas durante la guerra colonial en Argelia, La otra sobre la responsabilidad francesa en la limpieza étnica en Ruanda contra más de un millón de Tutsis.


Por último esta es una traducción libre de un artículo de Olle Svenning de un diarios sueco, no mi opinión, se deja traslucir la esperanza de alguna clase de política de “asistencia” al 3er mundo, de parte de gobiernos europeos, no existe una cosa como esa, nunca existió, nunca va a existir, 2do se desliza una crítica contra la política anti inmigratoria europea, no van a solucionar los problemas llevándose a la gente, despiértense muchachos, la verdad, los inmigrantes en Europa, son otro lastre más que tenemos que pagar nosotros en el 3er mundo.

2 comentarios:

  1. Mire, en estos tiempos modernos, ¿para qué puede servir un negrito?, no se puede tenerlo de esclavo, que queda feo y hay que darle de comer (y mantener el precio para futuras reventas), siendo serios, mejor liquidarlos, por un paracaidista franchute o, si resulta que son de impresionarse fácil, no está mal darle manija a otros negritos más "amigables" que maten al resto, al fin y al cabo, es mano de obra barata aunque un tanto "rústicos".... se nota que no se adapta a la modernidad moderna de aliviarle la carga que son los recursos naturales a los negritos del principio... si no saben qué hacer con ellos y los franchutes se sacrifican de buenos que son, pìense que les regalan machetes y AK 47, que valen más que toda la guita que puede juntar un negrito en toda su vida...como ve, usted es el no quiere entender....o tal vez prefiera que el tío sam les enseñe a vivir en democracia y libertad.

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