El daño ya está hecho pero el gobierno macrista saldría mucho mejor parado si aparece Santiago Maldonado y los delincuentes van en cana.

Hoy escuchaba a un vocero de los Mapuches, decía lo mismo que le dije yo a mi mujer cuando se conocieron las fotos de Santiago Maldonado. Es seguro que la idea de Bullrich y otros represores era hacer desaparecer un Mapuche. Hicieron desaparecer a un criollo rubio. Ya está, se jodieron, se les fue la mano. El cumpa Mapuche, seguimos con la radio, dijo que ya habían desaparecido Mapuches y otros cumpas pertenecientes a pueblos originarios. Para arreglar el asunto, los Bullrich y compañía arrancaron la campaña del “yo no fui”, la campaña de la “justicia ordinaria” que es buenísima para investigar a las víctimas y nunca sabe nada de los culpables y, como si eso fuera poco, la campaña Clarín modelo 1976, con la militancia de los terroristas Kurdos. Y Kurdas similares. Y ahora está viniendo la campaña de ocultamiento y desviación. La imagen de la marcha en El Bolson, búsquenla por ahí si no la vieron, está en el programa de Navarro. En El Bolson aparecen unos pibes, que probablemente, muy probablemente eran servis, le tiraban piedra a la cana, y la multitud, digamos que parecía la mitad de la población de El Bolson, les gritaba ¡in-fil-tra-dos! En plena avenida de mayo apareció un grupito misterioso, la noche del viernes 1ero se los pudo ver en vivo, encapuchados, le tiraban piedras a la cana, después los enfocaron, gritaban “¡Uno, uno, uno…!” Le gritaban a la cana para que no los reprimieran, para que la cana supiera quienes eran. Provocadores de la cana que le tiran piedras a la cana para provocar la represión. Esa si que es la nueva derecha democrática. Unos cuantos están identificados, tipos de la policía que andaban provocando en las marchas. Por supuesto que ilegal, mis queridos, completamente ilegal. Mientras le tiraban piedras la cana ni se movía, que país democraton que tenemos, los cagan a cascotazos y los canas ni mosquean. Después salen y meten en cana a individuos sospechosos que, da la casualidad, son periodistas que llevan cámaras. Ahora, en este preciso momento, los represores están bajo la lupa, hay tipos en la justicia que no quieren quedar pegados, primero porque nunca se sabe, mañana desembarca, que se yo, la comisión americana de DDHH, y vas en cana vos también o tu carrera queda hecha pedazos por cubrir a un funcionario que se va dentro de 2 meses, después a hay tipos en la justicia que, simplemente, laburan en la justicia. Uno se pregunta en que momento se les ocurrió que era necesario que Bullrich fuera ministra, que se disfrazara, que la calle se llenara de camiones hidrantes, de milicos con cascos y de ridículos policías antimotines con escudos. Es imposible no evocar a Delarua. Delarua se enloqueció cuando Cavallo se tuvo que ir, al parecer la vida sin Cavallo no valía más la pena, antes de eso, a instancias de quien sabe quien, habría que preguntarle a Lombardi, por ejemplo, declaró el estado de sitio y sacó unos escuadrones de la muerte a la calle. Mataron a 40 personas. Van a pasar unos años más pero van a venir juicios y condenas por lo que pasó. El problema, al menos concédanme que, si no todo es política, todos los problemas son políticos, es que a la Gendarmería le garantizaron impunidad. No tengo elementos para decir que la “estancia” de Benetton es ilegal, probablemente lo sea, lo que es seguro es que contradice las leyes del sentido común, le vendieron un millón de hectáreas, habría que ver quienes, por 2 mangos, para que el tipo, si es que ese tal Benetton existe, se ponga una casa de lujo. Y dejaron sin tierra a los tipos que, Mapuches o lo que sean, viven ahí. Es todo una ridiculez. Y, como si esto fuera poco, querés sacarlos a la mierda con el ejército de Roca ¿De dónde sacan esas cosas? ¿No eran una “derecha moderna”? Lo mejor es que el público de la derecha no es nada moderno, no les cae mal que maten unos Mapuches, después de todo son negros, o algo así, y la ropa que llevan está definitivamente pasada de moda. El problema es cuando sacan a un tipo rubio que estaba comiendo en un restaurante y lo cagan a palos en la avenida de Mayo. Además consideremos que está es la única, al menos la primera, vez en que al gobierno de la extrema derecha le toca jugar de visitante, está vez los trolles, al hacer campaña, terminan por citar un tema que los pone incómodos. En estos casos, ocurren con frecuencia en las democracias vigiladas, es que si el gobierno deja sin cobertura a la Gendarmería, la Gendarmería les va a devolver el favor aclarando que recibió órdenes de cargarse a un revoltoso. Uno se pregunta porque no le dan un shot en el orto a la ministra Bullrich, mandan en cana un par de gendarmes, en calidad de perejiles, entierran el cadáver, ya se que es un horror pero esto es así, y se olvidan del asunto. Lo primero que se me ocurre es que Bullrich no se puede ir sola, se tiene que ir Avruj también, por ejemplo. Lo segundo es que la Gendarmería no va a volver a darles bola, cosa que se puede contagiar a otros cuerpos de represión. Lo tercero es la derrota política auto inflingida. La mitad del voto macrista es de una derecha extrema, la otra mitad son liberales arreados por el Clarín, este asunto, aclaro que no soy sociólogo, politicólogo, ni nada, los divide. La represión con muertos y desaparecidos es una necesidad “síquica” de la derecha, como tantas otras medidas, no se corresponden con hechos y necesidades reales. Trumpismo, posverdad, díganle como quieran.