cris

cris
Con Cristina.

sábado, 10 de junio de 2017

Locos izquierdistas que les hacen perder las elecciones a tipos sensatos, hoy: Corbyn.

En el 97 el Labour ganó la elección pero fueron tiempos de Tony Blair, que es como decir que en el año 95 ganó el peronismo, es mentira aunque usted quiera creerlo. A partir de ahí fue desinflándose, retrocedió en el 2001, y el 2005.

En el 2010 el Labour sufrió una de sus peores derrotas de la historia y en el 2015 también perdió aunque más a causa del sistema de elección británico, es por distritos y se elige un diputado por distrito.

Los conservadores, aparentemente, venían sin ningún problema, habían ganado por un campo, y por los ajustes se les echaba la culpa a la comunidad europea. Los ajustes siempre generan protestas y las protestas, si no toman dimensiones apocalípticas, siempre quedan en nada. Por eso aun las leyes más injustas suelen pasar. Los ajustes siempre están dirigidos contra los mismos grupos, familias obreras con niños, viejos pobretones, inmigrantes y negros varios, minorías de cualquier clase. Algo de eso empezó a volverse insoportable, al parecer también influye que muchos conservadores querían salir de la Comunidad Europea, en muchos casos con argumentos xenófobos y disparatados. Por algún motivo Cameron llamó a un plebiscito para determinar si Gran Bretaña iba o no a salir de la CE. Visto desde acá, la idea de que los británicos iban a votar en masa a favor de la CE es incomprensible. Distinto es en países que o bien están en la parte superior de la cadena alimenticia como alemanes y holandeses y que, obviamente, se benefician y los países que están muy abajo, en mi opinión los griegos, por dar un ejemplo, están contra viento y marea con la CE porque les dan un pasaporte para emigrar. En definitiva en los países que están cagados cualquier esperanza de limosna es bien recibida, aunque este comentario sea cruel y hasta algo discriminatorio. A los ingleses, y, ya que estamos, a los franceses no les conviene competir “mano a mano” con los alemanes, y a los obreros no les conviene integrarse en un mercado con salarios inferiores al de ellos. Aparte de la propaganda y de los dudosos testimonios de estudiantes de clase alta que querían ir a estudiar a no sé dónde, no había nada en el Bremain que fuera atractivo. A la campaña le dio color la lucha, “mi lucha” para el caso, de los grupos xenófobos que, en Europa occidental, son una especie de decoración de época como eran, en tiempos mejores, los punks. Lo bueno para los británicos de pie es que gracias al Brexit se libraron de James Cameron. Cameron era ciertamente un político de los de antes, bien vestido, verba inflamada, ajuste pero no sin cierto glamour. Vieron, esos tipos que siguen la misma mierda de siempre pero que le hacen creer, a boludos que quieren creer y que son muchos, que en cualquier momento, si, en cualquier momento patean el tablero y ¡paf! Se vino el cambio. Hay peronistas, aparentemente gente normal que anda por la calle y hasta tiene permiso de conductor, que le ve algo “peronista” a la Sra. Vidal. La realidad es, apenas, una sola y muy limitada, la fantasía es infinita y, como dijo un poeta, alcanza para todos.

Después de la derrota del 2015, decorosa en los números, estrepitosa en las bancas, del Labour, la situación era desesperada aunque no muy seria, cuando eso pasa los labouristas eligen a algún tipo de izquierda, por ejemplo después de que Tatcher ganara la guerra de las Malvinas, con la inestimable colaboración del ejército de ocupación que teníamos en la Argentina, los labouristas presentaron de líder a Michael Foot, probablemente el dirigente más izquierdista de la historia del Labour. En las elecciones del 83 el Labour hizo la peor elección en todo el siglo XX. Y se acabó la izquierda labourista. En una situación similar, los dirigentes “sabios y prudentes” decidieron dejar pasar a Corbyn. Desde el comienzo una gran parte de los líderes y parlamentarios del Labour buscaron moverle el piso. Todo le jugaba en contra, era un señor mayor con perfil, para la media europea, muy izquierdista, cuando asumió la dirección del partido lo saludaron los griegos de Syriza, los comunistas de Portugal y… Cristina. A Corbyn lo llevó a la conducción la “juventud maravillosa” jóvenes zurdos, antiguos dirigentes sindicales y los muchachos labouristas de toda la vida que le ganaron una elección al partido. Los fanáticos corbynistas eran puro veneno piantavotos para los modernos políticos pragmáticos del “focus group”. El núcleo duro con el cual no se puede ganar nunca porque “lagente está en otra”. No solamente eso, si no que Corbyn quedó de culo con el “progresismo mediático” y con la mayor parte de los dirigentes del Labour adoptando una postura muy tibia, mejor sería decir que no le dio bola al asunto, con respeto al Brexit.

A Cameron los substituyo una tal, sospechamos que va rumbo a un rápido olvido, Theresa May. La Sra. May tenía mayoría propia en el parlamento y su principal preocupación era, como siempre, el tan meneado Brexit. De nuevo los conservadores estaban divididos, por algún motivo May y los conservadores decidieron llamar a nuevas elecciones, no había necesidad, los conservadores tenían mandato para varios años más. En abril los encuestólogos o como se llamen esos magos modernos presuponían una victoria aplastante para May, con ese mandato reforzado el Brexit iba a ser no se que cosa e iba a llegar la misma lluvia de inversiones que pasó por el Río de la Plata. Para los enemigos de Corbyn entre el laborismo era la ocasión perfecta, la izquierda tan odiosa quedaría en terapia intensiva hasta el siglo XXII.

Pero, como decimos, tal vez un poco chicaneramente, algo pasó. A los conservadores la inminencia de un gran triunfo se les subió a la cabeza y tuvieron, atención trolles macrianos, un sincericidio. El suicidio asistido cobró la forma de “dementia tax”, impuesto a la demencia, este, parece una propaganda inverosímil, era un impuesto que permitiría embargar las casas de los ancianos que recibieran asistencia del estado por estarse muriendo o algo por el estilo. El Reino Unido ha sido definido muchas veces como un país de propietarios, quedarse con las casas de los viejitos es una propuesta disparatada. El discurso de Corbyn es el mismo de siempre: hay demasiada pobreza y demasiadísma desigualdad, hay que cobrarles impuestos a los ricos y estatizar servicios públicos, no demasiados, solamente algunos esenciales. Por otra parte les cuento que estoy cansado de leer como les va para el orto a los pobres en Gran Bretaña, es cierto que acá les va peor pero no vayan a creer que hay tanta diferencia. Además Corbyn incluía alguna que otra golosina para la clase media. A que no saben a quien me hace acordar.

Pero hubieron otras cosas, como la propia imagen de los candidatos, uno sospecha que Corbyn es como a los británicos les gustaría verse y Theresa May como realmente son.

Vale la pena aclarar que el Labour no ganó las elecciones, pero es la primera vez que aumenta su representación desde 1997, mientras los conservadores perdieron 13 bancas, siguen siendo la primer minoría y necesitan aliarse con alguien para mantener el gobierno, ese alguien son los, bastante ultraderecha ellos, unionistas de Irlanda del Norte.

¿Y Corbyn? Ahora tiene la oportunidad de armar algo interesante con el Labour, en los comentarios se dice que una nueva elección se ve venir en el horizonte. Al fin y al cabo el Labour siendo un partido menos ligado a la socialdemocracia podía resistir mejor a la caída de la socialdemocracia europea, se esta cumpliendo.

¿Y los amigos neonazis? El UKIP perdió mal en todos lados, en Europa se están empezando a enterar que detrás del nacionalismo xenófobo y la grandeza racial del hombre blanco se ocultan los mismos liberales de siempre.

¿Y el Brexit? ¿No les importa a los británicos y me va a importar a mí?

4 comentarios:

  1. ¡Al fin!, primero lo primero, ya era hora que recuperara la salud fotográfica de este blog, y meritorio el esfuerzo de encontrar algo con buena forma femenina y aspecto british, porque convengamos que las nacidas en esas latitudes son entusiastamente fuleronas a nuestros latinos ojos.... gracias, por no poner a Corbyn, claro.
    Y ya es hora también de asistir al final (o principio del finasl) de tanta "izquierda" seria, responsable, adaptada y funcional a la porquería neoliberal..... preferiblemente antes de que el mundo vuele por los aires con tanto trump, tragabigotes y demases "dadores de gobernabilidad"....

    ResponderEliminar
  2. La foto explica por qué los romanos no se querían ir de Inglaterra, amigazo.

    ResponderEliminar
  3. Sublime, el posteo y los comentarios ulteriores!!! abrazo Nac&Pop

    ResponderEliminar
  4. Esta rebuena la inglesita deja de joder. Muy bueno

    ResponderEliminar

Piensa mal y acertarás