cris

cris
Con Cristina.

lunes, 21 de noviembre de 2016

El muro de Trump es lo mejor que les puede pasar a los mexicanos.

Los países serios, los triunfadores, los que, como decían los europeos de la era del Imperio, “tienen historia”, tienen una idea fija: el tratado de libre comercio.

En otros tiempos solamente después de perder la soberanía en una buena guerra te imponían un tratado así. Rosas fue traicionado, el ejército de Urquiza estaba pensado para pelear contra Brasil, a su vez un peón británico, Urquiza se nos dio vuelta y ustedes saben como terminó la historia. En el Paraguay mataron al 90 % de los hombres. Ahora los tiempos cambiaron, ahora viene una elite que parece no tener lazo alguno con su propio país, los diputados que votaron por pagarles a los buitres sin ir más lejos.

El otro día hablaba con unos cumpas que habían estado exiliados en México, recordaban crecimiento y buena vida. Entre 1960 y los 80 México creció a tasas comparables con Japón y Corea. Después del año 80 les vino la noche.

Adivinen que fue lo que pasó.

No solamente eso, los mexicanos tienen al centro de la oscuridad mucho más cerca que nosotros. En 1994 los metieron en el NAFTA (north american free agarrámela con la mano o algo) con dos países serios y generosos: los States y Canadá. El 60 % de la tierra cultivada de México estaba ocupada con maíz, unos 3 millones de mexicanos tenían su campo y, bien o mal, los chamacos comían lo que ellos llaman “tortillas”. En total unos 18 millones de mexicanos vivían del maíz. Con el NAFTA llegaron los productores yanquis, campos enormes, cultivados con técnicas modernas y subsidiados por el estado yanqui con sumas disparatadas. Ya con eso hubiera sido suficiente para hacer bien mierda a los mexicanos. Pero estamos hablando del capitalismo en la faz imperialista avanzada, nunca es suficiente.

Recuerden, por favor, eso: nunca es suficiente.

Uno podía esperar que si bien la agricultura mexicana, para los fines prácticos, había fenecido, los pobres, pobres mexicanos, podían acceder a tortillas baratas, eso sería lo lógico ¿No es así? Libre mercado, hay mucho maíz, la comida tiene que ser barata. No mis queridos, el estado mexicano que subsidiaba el maíz dejó de hacerlo, las tortillas multiplicaron su precio por 7.

El NAFTA dejó 1 millón y medio de mexicanos en la calle, los índices de pobreza subieron un 50 % y la frontera se llenó de desesperados que escapan de la miseria.

Con el NAFTA aparecieron esas fábricas que no son verdaderas fábricas sino que ensamblan cosas, como no son verdaderas fábricas, los obreros, según parece, no son verdaderos obreros y los salarios no son verdaderos salarios. Pero eso, aun siendo mucho, no es todo, no, porque resulta que los amigos chinos tienen fábricas de verdad y chinos que, con servicios subsidiados, laburan por monedas, y ahí terminó la “industrialización” del país azteca.

El 80 % de lo que exportan los mexicanos va para los States, más del 50 % está en la pobreza, la llegada de 2 o 3 millones de deportados sería un cataclismo como nunca se ha visto.

Del lado yanqui, a quien le importan los cuates después de todo, los productores más chicos, la federación agraria de allá, estuvo entre los perdedores y muchas industrias se fueron para no volver, a la tierra de los mariachis, los obreros y la clase media blanca también perdieron. Los ganadores son los mismos de siempre, los dueños del capital monopólico tanto de un lado como del otro del “border”.

La globalización y los tratados de libre comercio son contrarios al progreso, es eso, simplemente.

Por otra parte, y como veníamos diciendo, la inmigración masiva beneficia a muchos productores yanquis que consiguen mano de obra, más o menos calificada, recuerden que son campesinos que huyen, a costo mínimo. En California los inmigrantes son el 70 % de los que laburan en el campo.

Trump, como de costumbre, tiene razón, los mexicanos deberían construir un muro. A mediano plazo es la única salvación.


Ya sale el libro de pensamientos de Franco Macri y Ratazzi, se va a llamar: “Dialoggi ilustrato entre due vejetti bufarrone cocolichi anche un po nazistichi qui fundierano sua propia empressa e cagaseno tanti al stato come a suo laboratore”.

2 comentarios:

  1. El dato es que efectivamente les convendría construir el muro, porque de todas maneras lo van a pagar, Tramp está hablando de un impuesto a las importaciones del 35%, incluyendo las de los países del NAFTA, mas claro, agua.
    Nunca menos y abrazos

    ResponderEliminar
  2. Bueno, era hora que alguien se ocupara de este tema, de esa pobre gran democracia del norte sometida a la invasión de mariachis y otros extraterrestres por el estilo, que se abalanzan cual chancho a la batata sobre las sufridas espaldas de tanta basura blanca colgada del pincel.... un verdadero horror (verdadero horror que sería para la economía norteamericana la ausencia de esa mano de obra tan barata como demonizada por oscurita), pero bueno, ya sabemos, las empresas yanquis que se van de USA, no son de USA, son rusas, infiltradas para transformar en pesadilla el american dream...

    ResponderEliminar

Piensa mal y acertarás