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Con Cristina.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Grandes perdedores, hoy: La Massita.

La idea original de la Massita era, primero, la sorpresa. Por algún motivo inescrutable, los argentinos recibimos bien a los recién llegados, escuchen la tele, los comentaristas siempre hablan maravillas de los equipos que ascienden de la B, no importa si se cuelgan del travesaño y juegan para el culo. La gente siempre llena los locales nuevos, después de un tiempo, más bien corto, los vecinos dejan el pan caro y blandengue de la panadería nueva y vuelven al boliche de siempre.

La sorpresa de la Massita se terminó en el 2013 ¿Tenía que presentarse? Tal vez si, después de todo, era para quitarle votos, muchos, a los kerneristas, si el gobierno hubiera contado con, digamos, un par de millones de votos adicionales, más o menos la mitad de los que se llevó la Massita, otro gallo hubiese cantado. Tal vez, si, hubiesen llegado a la reforma constitucional y a la continuidad de la Shegua. Quien sabe. Pero es contrafáctico, la cuestión es que la Massita salió del horno con el tiempo suficientemente corto para ser una cosa nueva que no está muy claro lo que es pero con demasiado tiempo como para ser una verdadera novedad.

Es terrible en la vida cuando pegas un par de “grandes éxitos” y después te cortan el rostro.

Cuando los dioses te abandonan hasta los triunfos pueden volvérsete en contra, la forma en que arrasó en el 2013 lo puso en el centro de la escena. En el año largo que pasó después de eso, no se le cayó una idea y hubo tiempo de ver que en el Tigre no pasaba nada importante. Massita no hizo ni el metrobus. Para colmo la Massita y sus muchachos no ganaron ningún cargo ejecutivo. Es gracioso porque los propios opositores se han encargado de quitarle importancia al parlamento, en parte todo el mundo, todo el mundo politizado al menos, recuerda la debacle que fue la cámara de diputados cuando los opositores ganaron la mayoría en el 2009. En parte, el discurso de la “escribanía” desprestigia a los mismos que lo usan. Es probable que Massita sea peor orador de lo que parece, también es probable que no tenga nada que decir, en cualquier caso nunca aprovechó la cámara, a la que accedió con tantos votos, para hacer un discurso, que más no sea, medianamente aceptable. Eligió, para perfilarse, ser entrevistado por payasitos de la tele.

Las cifras en baja posiblemente estén reflejando la decepción de los inocentes que aun esperan, o esperaban, la aparición de un político superador de la antinomia que “desangra al país”. Me gusta que tanta gente, en política, insista con que todos tenemos que ser amigos de todos, son la misma gente que, si la miras mal, te corre con un hacha. En fin, que esperen la reconciliación nacional unos años más.

El segundo error, tal vez menos forzado que el primero, de la Massita es haber adoptado, después de la elección, un perfil archi-ultra-antiK. Lo primero depende de la ausencia de los garrochistas, ustedes saben, legiones de peronistas en oferta que iban a pasarse y que iban a dejar al gobierno “rengo” y de a pie. Ese análisis viene de comparar experiencias como la de la internas de la época de Herminio, dios lo tenga en la gloria, con lo que pasa ahora. Parecía, según ese concepto mecánico, que la Shegua era como Tony Cafiero y la Massita el califa musulmán que venía por todo, como se dice ahora. A lo mejor era buena idea pero no funcionó. Como el traspaso de peronistas no se produjo, la Massita, tuvo que recurrir a los mismos de siempre, Barrionuevo, el Momo, Chiche, dios sabrá quien, y es absurdo tener a todos esos y andar hablando de los aciertos del modelo populista.

Un buen día la Massita se despertó y decidió salir a pelearle a Mauricio los votos de extrema derecha. Es posible que a la Massita la hayan presionado, después de todo, para que otra cosa esta la Massita más que para ser presionada, los mandamases de Clarín, Clarín es un nombre de fantasía, detrás de Clarín y la Marmota están Paul Singer y los bancos, para que unificara el discurso con el resto de la derecha, si es así, no te lo van a decir. Parece que un discurso semiK es peligroso, tal vez, sin querer, termina siendo un boomerang. Si, después de tanta alharaca, YPF, la asignación, las jubilaciones y 3 o 4 medidas más, medidas grosas que tienen que ver con la vida de la mayoría, son correctas ¿Para qué cambiar? Gente común a la que le importa 3 carajos la política, puede pensar que si estos tipos, los Massita y los otros, quieren hacer más o menos lo mismo, más vale seguir con los que ya están en esa dirección. ¿Para qué arriesgar lo poco, o lo no tan poco, que se tiene por un experimento de libre mercado? Si cuando un peso valía un dólar, vos tampoco te podías ir a Miami, amiguito amnésico.

Para colmo los “poderes fácticos”, ustedes saben, grandes empresarios, bancos, el “campo”, etcétera le exigen a sus candidatos “pruebas de amor” y un tipo, que fue funcionario K por años, debe luchar por ganárselos. Cuando la Massita se bandea para la derecha empieza a competir con Mauricio, claro, pero los dueños del país no lo quieren para que le robe votos al mequetrefe, por eso le hacen la cama. Como los políticos “republicamos” dependen enormemente de los medios, una baja en el apoyo, que más no sea marginal, es una catástrofe a la hora de las cifras.

Desprovisto de los saltimbanquis peronistas a la Massita le queda pelear los restos del radicalismo “puntero a puntero” con el PRO, y lo único que les importa a los punteritos es seguir siendo punteros de algo, las exigencias son contradictorias, para que te sigan votando necesitas, como mínimo, amoldarte al gobierno, pero para que los medios y los sectores más extremos, que manejan guita e influencia, te den bola tenes que convertirte en “anti-K” furioso. Es un callejón sin salida.

La Massita tiene nuevos y fieles aliados, le dicen que vaya a las PASO junto con Mauricio, le prometen guita, impunidad, la Massita tiene algunos muertos en el placard, y Mauricio no tiene votos, tuvo menos de la mitad que la Massita en el 2013, sin embargo, por algún motivo, uno tiene la impresión de que al Massita lo vacunan en las PASO.

Y eso que los medios, la corporación, todavía no le está facturando al señor Massita todos los años en que acompañó al kernerismo. Si no hace lo que “le están aconsejando” nos vamos a cansar de leer declaraciones y testimonios de cómo la Massita estaba a favor del “cepo” y en guerra con el “campo” y votó, que se yo, la ley de medios y cosas peores. Por ahora se lo están dejando a la Marsopa naranja que le endilga, no parece tan descaminada en eso, el narcogate del narcodelta.

¿Terminará la Massita de comparsa del niño Buitre? Que gran enigma mis queridos.

5 comentarios:

  1. Massa es una historia de piratas y aventureros que se robaron un barco en el puerto, y ahora, luego de creerse la mayor amenaza de los mares, sin suministro ni rumbo, buscan un puerto amigo que los reciba antes que lo atrapen y lo cuelguen.

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  2. Le voy a robar lo de la Marsopa Naranja. En cuanto a +A, no lo veo colgando del palo mayor, creo que terminará sin pena ni gloria, triste solitario y final.

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    1. La Marsopa naranja, el más festivo de todos los cetáceos australes.

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  3. Un post sublime.

    Esa canción de la massa sin cantera tendrá su aplicación en todo esto?

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  4. Magistral Donchango, como todos sus posteos. Se lo choreo pal feisvuc, aunque le aclaro el copirraig. Abrazo Nac&Pop

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Piensa mal y acertarás