La inflación desatada aniquila a la Yegua.

La inflación no existía antes de Perón. Mi viejo decía que la leche, antes del tirano prófugo, costaba 5 centavos, el problema es que nadie tenía los putos 5 centavos, los pibes del pueblo no veían la leche ni en figuritas. Entre 1946 y la década del 70 la inflación anual promedio era del 30%. Pero con Frondizi, cuando el caradura de Alsogaray fue ministro de economía llegó al 125%, fue por la misma época en que le dieron el 82% a los jubilados e hicieron pelota la caja por un par de generaciones. Después la cosa se calmó y el promedio de inflación es de alrededor del 25%. Eso duró hasta el rodrigazo, en un día todo subió el 100%, a partir de ahí se inicia un ciclo glorioso comenzado por los mostrencos de Isabel y el compañero Lorenzo (lopecito se había ido para junio del 75) y seguidos por el columnista de Magdalena José Oreja. José Oreja no solo salvó al país de la sumbersión sino que también tuvo un promedio de inflación revolucionario del 200%. No, si los que fueron funcionarios de Joe y la dictadura como Lopez Murphy o Cavallo nos van a enseñar a derrotar a la inflación. Que vengan que yo los inflo con mi caño, mejor. Durante la gloriosa década del 80 donde gobernaron los mejores, los milicos, Alfonsín y unos meses de la Rata, el promedio de inflación estuvo en… ¡Cha-Chan Cha-Chan! 565%, si piskui cuando gobernaban los sabios que van a arreglar todo y que son requetehonestos y republicanos la inflación te volaba el ojete con más del 500%. En 1984 la inflación fue, Alfonsín es el padre de la patria, más del 700%. Ojo, en un solo año, hubo meses del 40, 50 o 60 por ciento. En 1988 la inflación fue más del 1000% lo que en realidad carece de sentido, yo sé que me van a decir que Alfonsin era progre e hizo lo que pudo, entiendo todo eso, pero el problema son los pelafustanes que quieren aprovechar la amnesia crónica que padece parte de nuestro pueblo para reivindicarlo a la violeta. En 1989, bueno, en 1989 no tiene ningún sentido hablar de inflación ni de hiperinflación, digamos que si habías comprado algo por 1 austral a principio de año al final del año costaba 30. Por decirlo matemáticamente para que la yegua tenga la misma inflación que Alfonsin tuvo en un solo año tendría que gobernar más de 30. En 1990 llegó la Rata que tuvo casi dos años de hiperinflación, hasta que vino el gran Mingo Cavallo con la convertibilidad, la recesión, las priva(tiza)ciones y la hiperdesocupación. Me acuerdo de una, en mi barrio, alrededor del año 1999 los vecinos no podían pagar el agua (¡el agua!) entonces venía un camioncito y aparecían unos pibes, unos tercerizados que se cagaban de hambre, y con el pico y la pala les cortaban el agua y echaban cemento. 2 horas duraba el cemento. En otro post demostré, más o menos científicamente, que aun un aumento “moderado” de los servicios privatizados te daba una inflación del 12% anual que, con sueldos congelados, era lo mismo que la hiperinflación pero con los números “podados”. Por último. Yo se que desde el punto de vista del sentido común es surrealista pero muchos de los economistas sabios que andan dando vuelta y que “La Nazión” te los vende como “científicos” fueron parte del gobierno de Delarua, en otro artículo los nombramos y a ver si me da para dar algunos datos. Yo propongo organizar una gran base de datos de garcas. Y por último, último, hay inflación, por supuesto, es bastante alta, no todo el mundo tiene los aumentos que están consiguiendo los sindicatos de la aristocracia obrera, a uno se le ocurre que más canales de distribución de parte del estado, controles sobre las empresas (muchas veces monopólicas y/o cartelizadas) y un acuerdo de no llevar los salarios de la aristocracia obrera a las nubes, pueden servir. Eso es así, pero de ahí a dejar pasar las recetas de los economistas que estuvieron con los milicos, Alfonsin, La Rata y Chupete y se nos enloquecen con el discurso de la inflación descontrolada hay un abismo.

Spielberg hizo una buena película pero no se la jugó, o no quiso perder plata o no le da la cabeza, quien sabe. Tarantino hizo Django, hizo lo que tenía que hacer, se llevó la fama, la inmortalidad, a la chica y no creo que esté pidiendo limosna. En fin mi carnicero me trajo un hueso gigante, no estoy para nadie.