Lo lógico sería hacer que la persecución contra Cristina se les vuelva en contra.

Lo que deberían hacer los abogados de Cristina es no apelar, admitir el veredicto y pedir la detención. Hay partes, un montón, del conurbano, donde el peronismo es una mayoría aplastante, distritos donde además vive mucha gente, creo que en La Matanza viven más de 700 mil. Algunos lugares son mejores que otros para quedarse, deberían decidirlo los locales, sospecho que habría pelea por tener a Cristina de huésped. Además de los locales hay que contar multitudes que están agradecidas, recibieron casa, comida, vivienda, buenos laburos, escuelas y lo que sea por el estilo, si supieran que Cristina se encuentra en alguna localidad se tomarían el primer bondi para ir, tampoco hay que descartar a organizaciones que o bien formaron parte del gobierno peronista o que, aun con sus críticas, están de acuerdo con los puntos fundamentales. Sospecho que nadie, o a muy pocos, le gustaría quedarse fuera de esa movida. Una vez difundida la noticia y con la asistencia del pueblo que la vengan a detener. Una vez que haya movilización y para llegar a Cristina tengan que pasar a través de un millón de simpatizantes lo van a pensar 2 veces. Que haya una orden de detención y que no se pueda cumplir sería un éxito sensacional, casi un regalo del cielo. Me parece que después de esa quemadura el lawfare o como se llame el acoso por medios “jurídicos” se termina. Se terminan los jueces de Clarín y de Lago Escondido y se termina la corte suprema. Y habría que ver que más podría llegar a terminarse. Ahora, que se yo, si van a tener miedo de la “ruptura de la institucionalidad” y de los cambios, van a venir más “juicios” y más dirigentes perseguidos, es posible que muchos de los guardianes de la legalidad vayan en cana, como les pasó a Boudou y a De Vido, a Milagros Sala y a otros más.