Les quemamos las cunas a los KK’s ahora si que LTA.

Ya se que es moderno no conmoverse por nada pero hay cosas que, a un gentleman chapado a la antigua, todavía nos ponen los pelos de punta. A ver, meterse con bebés tiene algo de siniestro. Es maligno, horrendo, nauseabundo. Los bebés no tienen la culpa de un carajo. Incluso los peores terroristas modernos, bombardean ciudades pero no salen a joder directamente a los bebés. Pero estos putitos les tienen bronca a los pobres, en particular, odian a los nenes pobres. Los nenes pobres no pueden ser acusados de vagos, ni de estúpidos, ni de haberse conformado con poco, ni de ser ignorantes, los bebés ni siquiera son peronistas. Están particularmente indefensos. Un lugar donde joden a los nenes chicos es realmente un infierno. El lema del capitalismo jodón moderno es que, antes de golpear, tenes que mentir. Por eso aparecieron supuestos informes de que una cunita, una frazada y una mamadera eran perjudiciales. Para eso existen 2 posibilidades, a los presuntos expertos les pagan unos pesitos y dicen cualquier cosa o los muy putitos de los chupatintas leguleyos tergiversaron los informes. En cualquiera de los 2 casos es una infamia. A los mejor las cunitas y las frazadas son perjudiciales si te las metés por el culo. La revolución de la alegría tenía que proteger a los bebés. Por supuesto, el colchoncito y la crema para las paspaduras eran radiactivos ¡Venían con cianuro! ¡Aportan al calentamiento global! Algunos tipos deberían pasarla mal, habría que darles un susto, pero no se puede, las instituciones democráticas, que tanto, y tan al pedo, nos costó conseguir le dan poder a tipos a los que habría que meterles objetos contundentes donde no les da el sol. Pero no, lo único que nos queda es burlarnos. El plan Qunita, esa tentativa espantosa de darle un chupete a los niños pobres, será reemplazado por el plan “Lagarcha” que le suministrara sorongos de plástico a las familias, a los niños Aramburen, paridos por el orto. Todo es posible. En lugar del nefasto plan de clientelismo populista se instaurará un plan para que “los más capaces”, los Aramburen, sean sodomizados por una manada de elefantes. El sacrificio tiene que tener un premio, y el premio un sacrificio. Quemar las cunas de los bebés pobres va a traer muchas inversiones. Además va a traer la, justificada, algarabía de los trolles de los call center: “Te quemamos las cunas y las frazaditas… ¡LTA Kaka’s!”. Con la plata que se va a ahorrar eliminado el plan Qunita se va a construir una autopista que va a pasar justo por el medio del ojete del juez pistolero, así vale la pena. El plan Qunita cuesta monedas, sale más barato que poner esos cárteles con supuestas reformas en las que nadie cree, si tuvieran 2 dedos de frente lo hubieran continuado ¿tan putitos son que ni una frazada a un bebé le pueden dar? Pero ¡ojito, ojete! La guerra también va contra la clase media, junto con la cunita te van a quemar tu 0 km y tus vacaciones. Podrían haber sido mínimamente vivos, repartir lo que quedaba y dar de baja el plan sin hacer ruido, hay muchas cosas terribles de las que preocuparse, nadie se hubiera dado cuenta. Pero no, había que esconder las cunas, con los colchones y quemarlos. Supongo que para aleccionar a los peronistas, que no son ningunos revolucionarios, ni siquiera son zurdos pero tienen un mínimo de decoro y compasión. Lo que habría que hacer es juntarse, ir a buscar las cunitas y repartirlas, llevárselas a los bebés de los hospitales y a los chiquitos de la villa. Al juez pistolero habría que tenderle una emboscada, engancharlo en algún lado, pegarle una cachetada estilo los tres chiflados y filmarlo. Meterle un tortazo de crema en la jeta. ¿Ustedes creen que no existe una clase media resentida que disfruta de la quema de las frazadas de un bebé? Los envidio, a mí esa imagen no me deja dormir de noche.