Era esperable que ganara pero no por tanto, en general se supone que esta vez sí, ahora Trump va poder llevar a cabo su programa. Se supone que va a, no digamos terminar con las guerras en la periferia, pero si reducirlas a una escala razonable y usar el poder que todavía les queda para reindustrializar. Eso, por si no se habían dado cuenta, entra en contradicción con una de las pocas consignas claras de las huestes trumpeanas: echar, encarcelar, sacar del forro del culo a unos cuántos millones de inmigrantes. Personalmente creo que ni eso van a llegar a hacer, que es todo blablá, hay muchos grandes señores ganando mucha guita con la mano de obra barata, incluso la mano de obra barata consume y mantiene al sistema andando. Se que lo que voy decir ahora le va a molestar a la opinión progre pero nos convendría, a nuestro país y al mundo en general que Trump expulsara a uno cuantos inmigrantes. Entre otras cosas porque la inmigración de mano de obra calificada nos conviene como país, además porque por fin el discurso de la “civilización” y de los “derechos humanos” se terminaría. El Partido Comunista de China y, si me apuran, el loco de Putin defienden más los derechos humanos que los yanquis y los europeos, pero no me hagan caso, estoy demasiado ideologizado. Por más que lo pienso no puedo encontrarle la vuelta a la predica “anti inmigración”, por darles un ejemplo cortito y al pie, la población de Italia está disminuyendo y, por lo tanto, envejeciendo, hay como un 25 % de mayores de 65 años, en otras palabras necesitan gente, en vez de recibirlos con los brazos abiertos, pues no, los ahogan en el mediterráneo, unos demócratas que ni les cuento. Quiero decir que el discurso político y el económico de Trump no son coherentes, no lo eran en la presidencia anterior y no creo que vayan a compatibilizarse ahora. Dicen, ellos, que en la presidencia anterior Trump se hallaba limitado por los tipos del partido republicano que manejaban un montón de cosas pero que ahora sí, agárrense porque se viene con todo. También es posible que terminen reconociendo la derrota en Ucrania pero yo no me haría ilusiones, la tentación de seguir mandando tanques que terminan en manos de los rusos es irresistible. Es posible que veamos otro experimento liberal, como ser industrializar achicando el estado, echando gente y bajándoles los impuestos a los ricachones. Si ya se, esto sonó parecido a las “propuestas” del Payaso Bobo, hacer crecer el país achicando el estado y el consumo. Bueno, vivimos en una época donde el poder concentrado del mundo quiere eso, lo que debe ser buenísimo para 4 gatos locos que son el poder concentrado del 1er mundo. Para los latinoamericanos Trump puede resultarnos jodido, pienso que en la medida en que se retiren de Ucrania y el medio oriente, por cierto que el conflicto entre Israel y sus vecinos árabes se está poniendo peor que Ucrania, van a dedicarse a su patio trasero, es decir que van a buscar una “salida democrática” para Venezuela. Mi pronóstico es que les va resultar cuesta arriba, tienen un gobierno moderado en Colombia y otro en Brasil que no están para ese tipo de aventuras, salvo que, Bolsonaro, que, si se parece a Trump, se la juegue. La verdad, no me parece que el sistema de los yanquis esté para muchos cambios, los jueces de, por decir algo, Georgia se van a oponer a algo y eso va determinar una serie de extraños procedimientos y un montón de, sobre todo, ajustes van a quedar en la nada. Ustedes dirán, que carajo, un imperio con una serie de leyes y de macanas que no le permiten hacer cambios, si lo piensan no les ha ido tan mal con esas leyes y esos jueces y esos gobiernos locales, tal vez el centro deba permanecer inmóvil y los cambios pasar por la periferia. En cuanto a los demócratas nadie que de verdad tenga la sartén por el mango pierde elecciones, me viene a la mente como durante los 1eros meses la “resistencia” ucraniana parecía ser muy popular en los states y los rusos fueron tanque a tanque desmoronando eso. Perdieron, por paliza, la elección, porque la crisis se los llevo puestos. Por la internet se ven ciudades hechas mierda con la gente viviendo en carpas y a tipos que parecen zombis arrastrando los pies sobre la mugre. Pero a lo mejor soy yo que tengo mala onda. Hay comentaristas, más o menos de este lado que dicen que el capitalismo ya no está para las proezas guerreras, que los chinos, los rusos, los mismos iraníes fabrican armas mejores que ellos y tienen mejores soldados, eso no cae muy lejos de los discursos de Trump.
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cris
jueves, 7 de noviembre de 2024
La ruta Trump.
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