Un chino hijoeputa se manducó una, ciertamente deliciosa, sopa de murciélago y pum. O fue ese bicho raro, una mulita primermundista, que contagió a un chancho, que se cogió a una vaca, mal la hiciste Aurora, que picó a un coreano que se encamó con un avestruz y etcétera. Fueron los yanquis, anduvieron por china en un “festival de noseque militares”, que venían tosiendo, tengo pruebas. Los soviéticos dejaron una bomba bacteriológica, bien por esa!, debajo de la cama de Trump. Fueron los mapuche entrenados en norcorea, junto con Chick Corea, si no saben nada de jazz, vayan y gugleenlo. En mi época se le llamaba AIDS, se decía que Reagan tenía larvas de AIDS en su piojoso cerebro. Dios, nuestro señor, quiso erradicar a la pecaminosa raza humana por medio del AIDS, como falló, ahora va por la revancha. A veces uno se pregunta de qué lado están algunas sectas religiosas, si del que Ya Saben o del Otro. En fin. Centros bacteriológicos secretos, manchas solares, los judíos, si, los judíos estamos detrás de todas estas cosas, Bill Gates, se aceptan sugerencias. Y qué pasa si hay una explicación racional ¿sería muy grave? El cambio climático, vieron que acá nos ocupamos de las pandemias de la antigüedad, bueno, donde hay quilombo con el clima, hay pandemia. Es obvio. Los desmontes continuos que generan migraciones de animales y contactos con especies a las que es mejor tener lejos. Si tenés unas especies de fábricas de animales, con los chochanes, son fáciles de criar y dan mucha carne, amontonados hasta el culo, sin ver la luz y el sol, curados en salud por culadas de antibióticos y si tenés millones y millones de pollos con los piquitos cortados para que no se maten entre si y viviendo, literalmente, en medio de la mierda y un largo etcétera. ¿Cuál pensás que va a ser, a la larga, el resultado? Si todavía no te me diste cuenta, te lo bato yo: una peste del carajo. Tengo amigos que vivían en provincia, tenían una linda casita con jardín, parque y unos doberman, guardianes pero mansos, les pusieron un criadero de pollos a, no quiero exagerar, medio kilómetro, les resumo, con el olor y la invasión, incontrolable, de moscas, se tuvieron que mudar. Y, no te hagas el sota, si vivís cerca del riachuelo, que no huele tanto!, vas a sentir olores nauseabundos de toda clase ¿Qué te pensás, qué eso no va a tener consecuencias? Piensen que una vaca, o un chochan, son mamíferos y pueden contraer una bocha de pestes humanas. Esas factorías son como laboratorios bacteriológicos, sin científicos y sin el control de nadie. No sería raro que, de tantas mentiras, sea China el origen de la pandemia, deben tener ciudades enteras llenas de cerdos, no de gente jodida, de cerdos con trompita y cola. Ya tenés la fábrica de virus, los refutadores, van a decirnos que hace décadas que se vienen usando esas “fábricas de carne” y no pasó nada. Si pero, hace años, la gente, todavía viajaba a Europa en barco, no andaba de a millones subida a los aviones. Además si pasó: remember la vaca loca. ¿Quieren saber lo que pasa? Seguro que ya se dieron cuenta, por ejemplo, con todos esos argentinos, un país maravilloso donde la gente humilde, y no tanto, corre la coneja, quedaron varados y pasaban hambre, se fueron a Francia y no tenían guita ahorrada para llegar a fin de mes. Bueno, amiguitos, lo que pasa es que les están vendiendo pasajes en avión a tipos de clase media, están financiados hasta el culo, si querés, no sé, comprarte algo sólido, no digo una casa o un depto, un autito, una puta motoneta, no podes. Pero Cancún te financian, no sé porque, no sé si es una maniobra destinada, en última instancia, a joder a la clase media, o es una de esas pelotudeces del mercado. No hace tanto tiempo atrás, la gente se iba de vacaciones a mar del plata, iban en un trencito, los más viejos nos acordamos, había un tren que iba para Bariloche, era, relativamente, barato. Pensándolo un poquito, no puede ser que, casi casi, países enteros vivan del turismo. Un millón de japoneses al año van a boludear a Paris, porque no vienen a verme la torre Eiffel a mí. Pero, en serio, ¿Qué clase de economía es esa, basada en hoteles, con cocteles en la playa? Eso no es progreso de nada, es parasitario, mejor dicho, para contagiarse el puto parásito. Lo único complicado de entender es, cómo es posible, que no se haya difundido por el mundo, una pandemia, antes. Y eso nos lleva al punto clave, la continua reducción de los presupuestos de salud, principalmente debido al auge de la medicina privada. La clase media alta, principalmente, elude impuestos y pone la guita en las prepagas, que ni siquiera tienen un gran nivel, no les interesa curar a nadie, son negocios. El estado queda desfinanciado, después cuando viene la peste no tenés camas, no tenés personal preparado y tenés una población con la salud hecha mierda. Es un sistema de salud maravilloso al que la inmensa mayoría no tiene acceso. Si lo vemos con criterio amplio, es muy interesante, tecnología futurista, con la estructura social de la edad media. Y, por último, están los líderes del mundo libre que quieren “salvar la economía”, una frase sin sujeto ¿la economía de quién? |
cris
sábado, 16 de mayo de 2020
¿Y si la peste no es un castigo de dios? Habla el murciélago chino.
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Me concentro en las prepagas: yo tengo una empresa, un vecino mío tiene una prepaga. Un 5 o 10% de la más grande de todas, para ser más exacto. Si yo me ahorro un gasto, lo más probable es que termine pagándolo muy caro dentro de unos meses, porque prácticamente todos mis gastos son inversiones. Mi negocio es pagar cosas para ganar más guita. Si mi vecino se ahorra un gasto, es todo ganancia: las prepagas son compañías de seguros, su negocio es no pagar.
ResponderEliminarHace 45 años las prepagas no existían y todo el mundo tenía obra social o iba al hospital -o pagaba un sanatorio por intervenciones concretas. Hoy las prepagas, esas empresas cuyo negocio consiste en no hacer lo que se les adelanta guita para hacer, tienen en sus manos más de la mitad de los pacientes del país. Y lo mismo ocurre en el resto del mundo, especialmente en el primer mundo: los hospitales y la prevención pública de la salud, casi enteramente abandonados.
Estábamos ocupados con otras cosas y no tuvimos tiempo para pensar en esto; pero no es demasiado difícil entender por qué pasa lo que está pasando.
Y no anda muy errado, es conmovedor ver a estos salvadores de la economía sin tener la menor precaución - capìtalista - de salvar primero a la clientela de esa misma economía..... mírelo al donald, 85 mil fiambres que dejan de consumir, así sea poquito... y el jair?, ÍDOLOS.
ResponderEliminarSí, el avión acerca todo pero más importante es el hecho del clasemediero ASPIRACIONAL que, al fiado le elije Mongolia o Cancún, ya sabe, viajar es pertenecer a la élite platuda, y claro, como buen aspìrante, no va a permitirse el deschave de un Gol usado... yo mismo tengo una experiencia con bichos así, allá por 2000 comprè un Nissan - usado, muy noble juguete - y me tocó cruzarme con un remisero - Duna rojo, nuevísimo - la cara de odio del tipo era impagable, mirando el auto, no a mí porque nunca nos conocimos, era tan obvio que pensé "si será boludo, éste me costó la mitad de lo que cuesta el Duna 0 km".
Por supuesto, gente así es la que le cree en mundos privados, en las opciones mágicas para secos disimulados... recuerdo uno, en un boliche medio rasposo, haciendo toooda la mímica del catador de vinos chetos y caros, seguramente soñando que tomaba algo que no era el Toso turista que tomaba efectivamente. Uno no los entiende pero, casi que son multitud, hijos del marketing y los chamuyos vendedores. La peste los muestra en su patetismo, ahí los tiene a los próceres tipo milei, chantanosky y demases larvas mediáticas. Laburar, traspirar es cosa de giles.
El tema de los animales, leí por ahí como la madre patria - USA - resolvió ese problemita del mal olor, trasladó los criaderos/mataderos a Mexico y listo, el mal olor el problema es de otros que, encima, cobran menos y lógicamente los mejicanos serios aspiran a atraer "inversiones" así.
A lo que enumera, le agregaría que el bestial desmonte es para meter monocultivos que, más temprano que tarde, degradan y envenenan todo, al bicherío y al humano pobretón, así se le acortan los caminos a las pestes y nuestros queridos aspiracionales se ven bien serviciales.
Habría que poner un "impuesto a las pérdidas" para compensar el costo de los desastres que su paja aspiracional causa.