El macrismo residual emprende la aventura del golpe de estado pero con objetivos pequeños.

A mí me hacen reír los inocentones que están contentos porque en la plaza de mayo había 200 tipos, a lo mejor eran menos. La democracia se les metió en la cabeza, como si cosas terribles no se le hubieran impuesto a la gente, por la fuerza de grupitos minúsculos. Me viene a la mente que el Imperio Inca fue destruido por 150 españoles. No me extrañaría que 150 tipos nos hagan mierda. Sobre todo si eso 150 tipos son la Sociedad Rural más los empresarios, presuntos empresarios, amigos de Macri. A los 150 que estaban en la plaza de mayo no les importa nada, ningún argumento, ningún análisis de nada, son pibes nazis, más algunas “chicas de Macri” residuales. TN los mandó para que se contagien. La clase media creída que salió con sus autos es eso mismo, se creen que los pobres se van a cagar muriendo y ellos van a quedar inmunes porque son, no sé, seres superdotados. No sé si todos estamos conscientes de que la propaganda emite mensajes contradictorios, el virus no existe, no mata a nadie, es la gripecinha de Bolsonaro o es una peste terrible, tan infernalmente contagiosa que nada se puede hacer, mejor pescársela ahora mismo y que sea lo que dios quiera. El ultra nazi-onanismo mezclado con el fundamentalismo globalizador del libre mercado. No es cierto tampoco que la propaganda, debido a un aumento milagroso del nivel de conciencia, no haga efecto, que no le importe a nadie, que ya nadie le haga caso y que la inmensa mayoría está plenamente de acuerdo con la cuarentena, o como le quieran llamar. El cacerolazo más fuerte que he sentido en toda mi vida, 2001 y lo que quieran incluido, fue hace 15 días cuando protestaban contra la, presunta, liberación de presos. Fueron 4 tipos hablando boludeces, si le preguntas a gente cualquiera, ya nadie les cree ni a los medios hegemónicos ni a las redes sociales, bueno, algo pasó, porque se escucharon cacerolas por todos lados. Los delitos y la corrupción siguen siendo usados para que la clase media justifiqué la miseria, no precisamente económica pero también, en la que vive. Es sorprendente que, en este país, la clase dominante sea tan inepta, lo digo por el desastre que dejó, que ejecutó, el gobierno de Macri pero la crisis del coronavirus está dejando ver resultados similares. Y otra cosa más, nos mienten con las cifras, no confió en lo que viene de Brasil, Perú o Chile. En los states están diciendo que las cifras reales son muy superiores, hasta un 30 %, de lo que se está informando. Y es un país con algunos medios independientes. Pero para la propaganda canalla son unos genios, fíjense en la imagen que fue vendida como de la Villa Azul, es un golpe perfecto, se muestra a los vecinos “rebelándose” contra la cuarentena, no se oye lo que dicen, no se puede leer que dice el cartel. Estoy seguro que las ¾ partes de los que siguen a TN o lo que sea, no leyeron la desmentida. El problema más grave que tiene nuestro país es el partido radical, ha vuelto a las andadas, como en el 55, como en el 76, como con Macri, apoyan golpes de estado para “defender las instituciones” y las “libertades”. No han aprendido nada ni hecho autocrítica de nada. En mi opinión se aproxima una gran provocación, no sé cómo será, no creo que sea una mentira disparatada como nos tienen acostumbrados, va a ser algo más real, una masacre real que se va a vender como ejecutada por el gobierno. Si eso va a tener éxito, lo dudo, pero esto no se juega a corto plazo. Hasta creo que a corto plazo, el asunto no les interesa, hasta me atrevería a suponer que para dar un golpe, puede ser como se lo dieron a Alfonsín usando el mercado, puede ser el de M*em comiéndose al peronismo desde adentro o puede ser como el de Macri, con una campaña mediática interminable y aprovechando la división del peronismo, no hay mucho para llevarse, después del muerto que dejaron, deberían esperar a que el peronismo vuelva a levantar el país para, ahí sí, fugarse los dólares. Se trata de un golpe para poner al gobierno a la defensiva, que ya bastante a la defensiva está.