Cacerolazo a cacerolazo se acerca el regreso triunfal de nuestro líder, el querido Maurizzio.

Es un verdadero milagro que una simple protesta haya logrado tanto. Bastó un simple cacerolazo, protagonizado por los sectores más despiertos de nuestra sociedad para desarmar este ataque terrorista artero, elucubrado por inteligencias mapuche iraníes en una enorme, inabarcable conspiración. El país se salvó. Por un pelito, pero se salvó. Por suerte las cacerolas lograron impedir que las calles fueran invadidas por decenas de miles de violadores y médicos cubanos. Los importante, lo que vale, es la fe sin dudar, porque dijeron, no importa quien, después de todo nadie debe ser juzgado por su aspecto, que iban a liberar, y formar comandos para perseguir a los vecinos, a decenas de asesinos convictos. Es así y nadie lo duda, lo dijo alguien y todos lo vimos. Vimos como salían hordas de inadaptados de las cárceles para practicar femicidios y, quien sabe, tal vez, el aborto. Hay que mandar a la cárcel a los perejiles, que roban carteras, que se llevan las sábanas colgadas, a los terroristas que tienen una planta de fumo, a los energúmenos que se fuman un caño en la plaza y demás perversos degenerados. Sobre todo no deben salir nunca más en libertad los detenidos por portación de cara, negros, inmigrantes, pobretones varios y que no tienen juicio ni condena ni se sabe porque carajo están en cana. Esos son los peores. Porque le creemos a la jueza con problemas mentales, metía a sus propios hijos en un calabozo, eso es educar carajo, que dijo cualquier boludez, que después se arrepintió y que, al final, no tiene, ni pruebas, ni asidero, ni verosimilitud alguna. Porque no se puede vivir sin creer en un bolazo. Porque las mentiras torpes, estúpidas, antojadizas, ennoblecen al ser humano. Y por sobre todas las cosas jamás debe permitirse intervenir a los espías cubanos, antes de que te cure un comunista cubano es preferible morir con dignidad. Cuando todos los presos se contagien, el sistema se va corregir por sí solo, se van a alzar todos a la mierda aunque los maten y los más jodidos van a sobrevivir, el futuro es maravilloso. Te van a violar con el pretexto de contagiarte el coronavirus. Además esa masacre va a darnos un clima de diálogo y pacificación nacional que va a llenarnos de orgullo. Y es hora de que esta maldita cuarentena se termine, que los que tengan que salir salgan y que los que tengan que morir, boludos que se rompieron una pierna, con apendicitis o con neumonía, sin ir más lejos, que se mueran. A la cuarentena general que paraliza al país debemos responderle con la cuarentena selectiva que manda a los boludos a la calle a que se contagien con los hospitales colapsados, que se aguanten si son machos, y a la gente como uno, que se puede pasar milenios sin laburar, tranquila riéndose en sus mansiones. Además de las rebajas de sueldo para agilizar la economía.