Y un día volvió la patota de Videla! ¡Y la nismania!

Era hora de que se hiciera justicia. Basta de esas organizaciones que, con las debilidades que pudieran llegar tener, le daban de comer a la gente. Tipos extraños que militaban, que se solidarizaban, que tenían ese aire sospechoso de decoro y dignidad. Basta de esos marcianos extraños al occidente cristiano. Volvió, feliz, la patota justiciera, simulan ser policías pero no son ni eso. La capacidad de la patota de Videla era enorme, podía hambrear, perseguir, torturar y matar a cuanto niño, cuanto anciano, cuanta muchacha embarazada se les cruce. Es hora de que esos politiqueros que se corrompían repartiendo bolsas con harina y unas mandarinas vayan presos, que sepan que se les acabó. En la revolución liberal democrática con 20 mil millones de votos el que no trabaja no come y trabajo no hay, no, si queres que te paguen, al menos. Al que se hace el loco le mandamos a ese gran demócrata el fiscal polillita que te arma una causa, “portación de hambre y frío en grado de tentativa”. Y de madrugada porque la patota tiene miedito de que la vean, usa vehículos sin identificación… porque… Es la patota de Videla. Y no sea cosa de que se sepa quienes son. No vaya a ser cosa de que nos enteremos que son policías rajados por ser chorros o por ser uno asesinos. A ver ¿a quienes tenemos? Una línea anónima para buchonear gente ¿se puede pedir algo más democrático? Cualquiera puede denunciar a cualquiera de cualquier cosa ¿querían libertad? ahí tienen, la amada libertad. El fiscal, creo que fue el que descubrió la pista iraní-venezolana con asesoramiento cubano, contactos paraguayos y un par de nativos de Groenlandia que mataron a Nisman, un servidor de la patria. El juecesito porque siempre tiene que haber un forrito que haga de tapadera si no predomina la injusticia. Un ministerio del orden público que se ocupa de cometer crímenes y disimularlos, no vayan a creer, es un trabajo arduo. Todavía están tratando de tapar el asesinato de Santiago Maldonado. Una fuerza de tareas de policías-delincuentes exonerados que se ocupa del trabajo sucio, allanarles la casa a gente que no tiene para comer que esos son los que están hundiendo al país. Los medios que se ocupan de decir la mayor cantidad de mentiras posibles para lavarle lo que les queda de cerebro a forrazos de clase media y hacerles olvidar que se están hundiendo. Y toda esa maquinaria contra Belliboni ¡qué suerte vivir en esta tierra de promisión! Se les acaba la joda a todos esos nenes, a todas esas embarazadas que comían de arriba y… con la nuestra! Entiéndanmelon en el 3 reich no hay guita para andar financiando comedores para los débiles, los excluidos y los desamparados. Pero para armar la patota de Videla sobra la guita, afortunadamente. Y con la guita que vamos a ahorrar por las bolsas de polenta de los cagados de hambre podemos financiar unos tanques para Ucrania.