Uno tiene por costumbre ver al otro según su propia formación. Cavallo sería una especie de ideólogo con unos planes más o menos precisos. Uno siempre ha querido creer que esos tipos saben adonde van y que es lo que hacen. Pero la realidad se obstina en mostrarnos que no es así. Cavallo fue, es y será un chanta, igual que el resto de los “econochantas” de siempre. Melconian no tenía ninguna oscura intención ideológica cuando desestimó las, gigantescas, inmensas, denuncias contra las empresas que había estatizado sus deudas con métodos fraudulentos. No es nada de eso, probablemente le pagaron, es más, hasta pienso, no me puede constar algo así, que lo hizo por dos mangos. Al Melconian le dijeron acá tenes un autito, un depto, una mierdita y vos dejas pasar todo, porque si no te metes en un quilombo y no volves a laburar más. A Cavallo le pasaba más o menos lo mismo. Me sorprendí cuando leí que la famosa presidencia del banco central de Cavallo duró unos pocos días, fueron unas semanitas de mierda en el 82, el tipo acompañó el proceso de estatizar las deudas, en muchos casos eran deudas inexistentes, de las empresas a las que “les interesa el país” y que todavía, 30 años después, seguimos pagando. La “estatización de deudas” es peor de lo que los giles pensábamos, no había ninguna deuda, o casi, simplemente simularon que tenían deudas prestándose a si mismos, se robaron la guita, de los conocidos, anduvo en esa Macri, por ejemplo. Después Cavallito volvió con Carlos, el 1 a 1, las privatizaciones furiosas y la destrucción de las empresas del estado, estaban escritas en un papelito, salvo que Dromi sea un gran intelectual y no nos hayamos dado cuenta. El paso final era dolarizar, el librito ya se escribió, lo hicieron, creo que fueron ellos 2, un tal Levi Yeyati y nuestro gran economista el Chuarsenegger, el ideólogo detrás de la dolariseishon se llamaba Rudy Rudinger o algo así, era el tipo, perdón pero no puedo parar de repetirlo, que decía que había que dejarle el manejo del país, de este país no el de él, por cierto, a no se que conjunción de sabios del primer mundo, me vienen a la cabeza los monos sabios del planeta de los simios. En el 2001 Cavallo vino para hacer el megacanje, los bancos, los que nunca pierden, ganaron 150 millones de dólares y una pléyade selecta de econochantas se llevaron su tajada. Averigüen los nombres, son un montón, todos esos chantitas de palabra fácil que inundan los noticieros y que tienen recetas seguras para convertirnos en Noruega, todos esos críticos de la inflación y de lo que venga, esa gente que a usted le inspira confianza, doña Rosa. Yo creo que detrás de Cavallo no había plan alguno, ni siquiera las instrucciones del “Consenso de Washington”, ni las pavaditas de Levi Yeyati o de Rudinger. Era fácil hacer cualquier transa con un gobierno fantasmal como el de Chupete. El delaruinismo histórico es el arte de filmar spots televisivos, pedir prestado para pagar una deuda que no se puede pagar, no presentarse a elecciones y seguir, sin votos, sin alianzas y sin nada, como si no pasara nada. En septiembre del 2001 hubo elecciones, la CTA con Degenaro a la cabeza no se presentó, la izquierda no se si se presentó en general, pongámosle que si, pero fue como si no lo hubieran hecho, que de dudas que tenían, fue la famosa elección del voto salame, en Tucuman habían docenas y docenas de candidatos, me acuerdo que se presentó Gladis, la bomba tucumana, “ponga una bomba en la legislatura” decía el lema de campaña. Cuando se trata de distraer, los cirujas no tienen límites. Los sectores delaruinistas que, después de la renuncia, otra ridiculez nunca del todo explicada, del Chacho que se había refugiado en el bar “Varela-Varelita”, eran el partido de gobierno, como no tenían votos ni partido, no se presentaron ¿Cómo podes estar en el gobierno, hay elecciones y no te presentas? ¿Y el partido radical? ¿Dónde carajo estaba? Todos los radicales que andan por ahí jurándonos su republicanismo estaban con Delarua, o tal vez no, o tal vez se escondieron. Por el partido radical se presentó Terragno, lo que quiere decir que la candidatura de Gladis iba en serio, después de todo. Entiendo que lo que voy a agregar ahora es paradojal pero, salvo los niños y los amnésicos, todo el mundo sabe que es así, detrás de toda esa debilidad, se ocultaba el puño de hierro de una dictadura, se declaró el estado de sitio, es muy raro, piensen que el estado de sitio, según la constitución, requiere de un grupo armado que haya derrocado a las autoridades constituidas y no se puede declarar en todo el país, al mismo tiempo, requiere del apoyo del parlamento con debate y todo. Esto último es interesante, no me acuerdo como hicieron para puentear al parlamento. Recordemos que la “conmoción interna” eran un par de saqueos a supermercados, unos bolsones con arroz y harina hubieran bastado para frenar el despelote, sin embargo el “gobierno débil” del Chupete sacó a la calle una especie de milicia parapolicial que se llevó puestas a decenas de personas y hubo cientos de heridos ¿Son esos honestos políticos liberal-radicales unos asesinos en potencia? La respuesta es que si, basta que salgan las personas “equivocadas” a la calle. No solamente eso que ya sería bastante malo, no han hecho ninguna clase de autocrítica, ni en público, ni en privado y menos todavía en los medios. Los radicales eran, son, unos payasos decadentes, es cierto pero no fueron los únicos en quedar pegados al megacanje, la derecha peronista anduvo por ahí también, Reuteman y Don Gato andaban paseándose con ese tal Mulford, o como se llame, un delincuente prófugo de cuarta que tiene la protección de la CIA, o de dios sabrá quien. Con el tiempo va quedando claro que el megarcanje es la esencia del 2001, que todo el circo se hizo para hacer esa estafa y que en esa estuvieron todos. Que no fueron llevados a juicio, uno sospecha que es porque sus señorías también van a quedar pegadas, que no sufrieron condena mediática, porque los que llevaron a Cavallo como salvador de la patria en el 2001 eran justamente el Clarín y compañía y, finalmente que han sido absueltos por los niños, los amnésicos y los minicéfalos que no saben, no contestan. |
cris
viernes, 25 de julio de 2014
Recuerdos del 2001, pensar que estábamos fenómenos y no nos dábamos cuenta.
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Pero lo irónico es que sí, algunos están con nostalgia, porque esa época eran progres y lindos. Luego vinieron la yegua y el tuerto, y haciendo en pocos años lo que ellos se limitaron a declamar por décadas, los dejaron mal parados, sniff les robaron las banderas, sniff.
ResponderEliminarLa amnesia colectiva es contagiosa y persistente: parece que eso de la deuda hubiese surgido por generación espontánea y que los econochantas fueran extraterrestes de Urano. O peor aún: un invento de los Kirchner , que según la versión cornetita de la historia, trajeron el mal a la Tierra de jauja que era nuestro país antes del 2003.
Ricardo, tenes razón, el loquito era ese Dornbush ¿De dónde carajo saqué Rudinger yo?
ResponderEliminarIris en el 2001 estábamos bárbaros, pero bárbaros ¿eh? Vendías todo lo que tenías, te pasabas a dólares y el banco te daba renta para vivir como un pashá, un sueño hecho realidá.
Donchango, no joda, deje de proponer cosas feas, mire que ahora por la tele la gente tiene acceso a las maravillas de las nuevas formas de comercio y prosperidad, comprar y revender trastos viejos, ir a ferias de trueque y no por comida, noooo!, usted se encuentra un florerito del siglo 18 y se llena de mosca y hace nuevos amigos frívolos y divertidos; o los remates de aduana, o los depósitos, o reciclar el Fiat 1100 del abuelo y que quede como un Mercedes..... acá, la negrada se queja de llena y usted que les da le letra y no les cuenta lo principal, la visión del chupete y el mingo de mostrarnos el mundo que venía y las nuevas oportunidades que se abren..... horrible lo suyo, agradezca que no viene el macri-troskerío a denunciarle la impostura K.
ResponderEliminarlo que usted no imagina Don Chango es que en la CABA se están haciendo otros megacanjes (quizás menos visibles) con grandes negociados dónde muerden muchos, muchos, de todas partes, y los porteños ni se enteran, ¿vio? y le echan la culpa de todo a Macri, que es sólo la punta del témpano...
ResponderEliminarQue vuelva el Club del Trueque !
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