viernes, 9 de octubre de 2009

Estocolmo en el corazón, exilado en Suecia VI.

En este artículo, recorran la exótica ciudad de Estocolmo sin bajarse de sus sillones. Lugares donde la civilización, el choripan y el colectivo 60 aun no han llegado.Anteriormente:

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Estocolmo como yo lo recuerdo.Vamos desde el sur hacia el norte. Lo más al sur que había para mi, era la casa de los amigos de cuba. Lo que me quedó, de ese local, era la existencia de gringos progres, creo que esa ingenuidad ha desaparecido del mundo. Me pregunto si harán todavía esos viajes, a Cuba claro, creo que para participar en la zafra. O lo que sea que hacían por allá. Era bárbara la ropa mitad hippie mitad militante que usaban. Los militantes sudacas usaban los jeans doblados en la botamanga (?), una botas marrones de gamuza, camisas a cuadros (dios no lo permita) y unas horrendas camperas verdes, onda Guevara. En la JG no usamos nunca esa moda, era, como decíamos en aquella época, "fatosa" y la idea era que un militante se mantuviera oculto. Las chicas progres de Suecia usaban unos pantalones de una tela rara, como si le hubieran robado la cortina a la vieja, lo que no me extrañaría. También andaban con unos vestidos grandotes como de embarazada.

A un par de kilómetros se encontraba la escuela donde estudiaba, un edificio funcional de la década del 60. Probablemente el mejor edificio escolar que he visto en mi vida. Estaba lleno de ventanas, de tal modo

que, había luz natural, aun en el invierno, lo que es mucho decir. Tenía una habitación con sillones por si te pudrías de estudiar y te querías dormir una siestita. Tenía canteros con flores y cuadros en las paredes.

A la vuelta de la escuela estaba el teatro, tipo café concert, de unos argentinos que se llamaba, tal vez todavía se llame, "el tábano". No me acuerdo si estos eran los mismos que habían armado el grupo de teatro latinoamericano "Sandino", el grupo ese, estaba por encima de los espectáculos, tipo guitarreada, de las peñas y de los grupos militantes. Creo que algunos andan haciendo teatro por estas pampas. En el tábano cantaba, a veces, tangos un cumpa que lo hacía muy bien. Me pregunto si aun endulzara las noches interminables con su voz. Los que son tangueros de alma son los finlandeses. Han inventado su propio tango, que suena horrendo, o debo decir sonaba porque, por lo que se, en los últimos años, empezaron a llegar las orquestas de acá y a enseñarles algunas cosas. Igual un tango cantado en finlandés, es demasiado canyengue. Que Tita Merello nos perdone.Entre la escuela y la ciudad vieja, está la parte que más me gustaba de la ciudad. Uno de los problemas de los suecos es el exceso de piripipi, si vos tenes un edificio del año del pedo, dejalo ser. Dejalo que se le caiga un poco el revoque, que se le oxide el metal de la puerta, que se haga un poquitin pelota la madera. Así hacen en Paris. Pero los suecos te pintan y te revocan y te hacen no-que-mierda en un edificio que tiene 500 años. El resultado es Mirtha Legrand. La cuestión es que los edificios de la ciudad vieja son así pero los de la zona sur, aunque no son tan antiguos, se ven verdaderos. En ese barrio había boliches inexplicables, como si dijéramos, constitución de otra época. Vendían, no se, instrumentos musicales usados, disfraces, antigüedades berretas y toda clase de fruslerías que uno relaciona, con el cambalache latino, y no con la severidad nórdica.Si uno se animaba, los suecos estaban convencidos de que la zona era peligrosa, pensaban que era la villa "Carlos Gardel", al caminar unas cuadras más, arribaba a la Maria Torget, la plaza de Maria, un lugar triste, como toda la ciudad, por cierto pero también un escenario cinematográfico. Estuve a punto de conseguirme un depto, microscópico y carísimo, frente a la plaza, pero nunca lo ocupé, porque ya no estaba más en pareja, y no me quise mudar solo. Y otra cosa más, me alquilaban el depto porque el dueño era un cumpa, de no me acuerdo que país, africano, si no, ni a palos. Más allá todavía estaba el "cine de barrio" un cine chiquito, también claramente a contramano de lo que es esa ciudad, donde daban, al parecer eternamente, películas de Fellini.

Y acá se me trulan un poco las cosas porque los lugares no están en línea si no de costado. Había un bolichon tipo "Cemento", el de Chaban, donde íbamos a bailar. En el verano boreal, entrábamos a bailar de día y salíamos de bailar de día. Recuerdo que, al menos

una vez, fuimos a la disco con las mochilas yen la madrugada soleada nos fuimos en un micro y después en unbarquito, como los del tigre, a una isla.

Acampamos y las chicas latinas habían aprendido de las suecas y tomaban sol con la pechuga al aire. En la isla había un camping que contaba con un local, ahí pintó una banda de gringos con sombreros de paja que tocaban una música bailable similar a la música country. A la noche llovió y nos acostamos mojados, como corresponde.Después de la disco hay un lugar con casitas como de campo, solamente que están en un acantilado, esa gente, desde su jardín, ve toda la ciudad.

Uno baja del acantilado, no me pregunten como, y ya se encuentra con la ciudad vieja, la Gamla Stan. Ahí tienen una profusión de maxikioscos con mesas y sillas y te podías tomar un cafecito, cerveza, como muestran algunas fotos, ni hablar, era una cerveza sin alcohol, detestable. Espero que eso haya cambiado. El lugar esta piola para caminar pero, en una hora, ya te recorriste todo y terminas del otro lado de la islita, donde está el castillo del rey, que es una especie de fortaleza inmensa a la que nunca entré. Que rey ni que mierda, Maradona es el único emperador. Al final estaba, supongo que todavía debe estar, los suecos tienen sus defectos pero no destruyen sus cafés como hacemos acá, en esta pampa bárbara, un boliche llamado "Grå munken" (los cagué con la å). Nos gustaba porque era todo madera, si uno tenía paciencia y estaba al pedo a la mañana, como podía llegar a ser mi caso, lo veían pasar al primer ministro: Olof Palme. Muchos de los cumpas, que están ansiosos, de conocer más sobre los misterios del pingüinismo, progresismo, peronismo, populismo y esas vainas, deberían tomarse el laburo de leer algunos de los discursos y reportajes de Palme. Vamos a volver con esto, ya van a ver donde.

Una vez que lo veías pasar al primer ministro, era un señor mayor, solo, sin custodia, abrazado a una valija. Te convenía tomarte un chocolate, te servían una taza tipo escupidera y la crema le caía para el costado. Eso, más unas galletitas, salía fortunas pero te

dejaban tomarte una segunda taza y, a veces más, si te ponías hincha pelotas y amenazabas pelar el termo y el mate, acuérdense que siempre teníamos algún uruguayo a mano, en caso de urgencia. La cana nos paró un par de veces, habrán pensado, gringos brutos, que la yerba era fumo. Lo mejor era la cara de horror que ponían cuando les ofrecíamos probar. Después van y se morfan el pescado podrido.

Una vez pasado el "Grå munken" había un puente. No era raro ver, en esas mañanitas camperas de 10 bajo cero, pero antes de que se congele, a los tenaces gringos pescadores, si, ahí mismo, no solamente podes pescar, en verano tienen un balneario en medio de la ciudad. Cuando se congela, los suecos van con una máquina y convierten todo en una pista de patinaje, posta. Igual, a mí me daba fobia caminar arriba de un lago congelado, así que dejaba que patinaran ellos.Cuando uno cruzaba ese puente, estaba ya en lo que sería el microcentro. El punto donde convergían todos los subterráneos. Estocolmo es como el delta del tigre, para llegar a cualquier lado tenes que o usar un barco o cruzar 25 puentes, de modo que los tipos hicieron una red de subtes que, en relación con la población de la ciudad, es disparatada. Montevideo tiene los mismos habitantes y de pedo tiene micros. Al lado de la central de subtes estaba el edificio provisorio del parlamento, íbamos ahí para algo pero no tengo idea de que podía ser.Si uno seguía para el sur había un par de hipermercados a los que nunca entré. No tenían alcohol, no tenían carne, de hecho ni siquiera tenían pan. Más adelante pintaba una plaza, había como un mercado donde, si, había cosas interesantes. Descubrí que, si hacías un trámite, en vez de comer en la escuela, si vienen leyendo, sabrán que la comida no era recomendable, te daban vales para comer en cualquier lado. Será de dios que, en ese mercado, los podías usar para comerte una Kebab, que es como si dijéramos el chivito al pan de los yoruguas. Además te vendían yerba y dulce de leche que venía en una lata de lo más pituca. A la vuelta estaba un café bastante horrible pero, era como que, quedaba cerca de todo, no se como se llamaba. Frente al café corría una avenida ancha como la 9 de julio pero, oh! milagros del primer mundo, todavía más fea. Un par de cuadras delante estaba el cine donde lo mataron al, ya citado, Palme. Al asesino de Palme nunca lo encontraron, lo que es una payasada porque es un país chiquito super organizado y donde, si te robas un caramelo, te levantan como sorete en pala. Me acuerdo un pibe que se zarpó y se afanó un televisor, al rato sonó el timbre y era el encargado del boliche con un tipo de acción social y un cana. Cuando constataron que el chabon tenía hijos chicos, le hicieron firmar algo, le dejaron el televisor y le dijeron que, la próxima vez que precisara algo, lo pidiera. A Palme se la dieron los yanquis y fue por que, el sueco, quería crear una zona libre de armas nucleares en Escandinavia. A la OTAN no le gustan ni las zonas libres de bombas nucleares, ni el pacifismo. Tampoco le gustamos nosotros, los sudacas, para el caso. Cuando lo boletearon a Palme el progresismo sueco murió, de muerte violenta.

La última batalla de Palme era sorprendente, no conozco los detalles porque yo ya no estaba en Suecia, y aclaro, por si no se dieron cuenta, que no volví nunca más. El tema de la última batalla se llamaba: "fondos de asalariados" y se trataba de que los laburantes pagaran una especie de "jubilación extra" y usar esa guita para invertir. De esa manera los sindicatos iban a tener una participación creciente, sobre todo, en las grandes empresas. Lo interesante era lo que decía la oposición de derecha, decían que los fondos iban a llevar a la "libre tierra nórdica" a la órbita soviética.De Palme decían que era autoritario y corrupto y que estaba loquito y que era comunista/fascista. ¿Les hace acordar algo?

A la vuelta de donde bajaron al líder socialdemócrata estaba "Casablanca" un boliche propiedad de un argentino, un pibe que era emigrante y que no tenía nada que ver con el mundo político. Sin embargo, ese flaco, ayudaba a cualquier criollo por el solo hecho de serlo. Le mando un abrazo, dondequiera que este. Casablanca vendía artículos indispensables para el argento, que se precie de tal, chorizos, salamines, queso con gusto a algo y dulce de batata.A una cuadra estaba "ComuSal" o algo por el estilo, era una agencia de noticias de los cumpas salvadoreños. Yo trabajaba ahí, nos ocupábamos de hacerle llegar noticias, fotos y testimonios de la guerrilla salvadoreña. El trabajo consistía en atender el teléfono y armar material. A veces venía algún salvadoreño y armábamos una conferencia de prensa. Recuerdo al menos un caso en que un cumpa vino de allá hecho un colador, los suecos lo emparcharon y, en cuanto se sintió mejor, se volvió. Yo, por mi parte, donaba mi sueldo, es posta. Cuando los guerrilleros salvadoreños entregaron las armas me quería apretar los gobelinos con una morsa. No por la revolución sino por haber invertido mal la guita. Tendría que haberles pedido recibo. En el local estaban todo el día unos cumpas que hacían artesanía "salvadoreña" y que la vendían en ferias y eventos, obvio que la mosca iba para la revolución.Una vez en ese local, no puedo precisar la fecha, resucitó el comité argentino que, en realidad, jamás se reunía. Me acuerdo que estaban unos peronistas a los que apodaban "la banda de los cuatro", que hacía referencia a la mujer de Mao, pero que eran cuatro atorrantes. Los cuatro peronistas nos manejaban la reunión como querían a los 50 zurdos que estábamos ahí. Uno de los cuatro, no voy a poner el nombre, llegó a ser funcionario de M*em, bastante famoso. Terminó quemado, tal vez injustamente, porque era, ahora me doy cuenta, un tipo piola. Una vez, años más tarde, me lo encontré en la calle corrientes. Me dijo: "Changuito…", por aquel entonces todavía era pendex,"…dejate de joder con el zurdaje. Venite que te llevamos al PJ". Era una oferta generosa. No la rechacé porque previera para donde iban con M*em sino porque uno no es peronista y listo, con esas cosas, los tipos de mi generación, no jodemos. Es como cuando un amigo, queridísimo, me pidió que me bautizara para que fuera padrino de su nene. Me dio pena pero, participar de un rito católico sin serlo, es una ofensa para los católicos.Nuestro periplo rumbo al norte continúa. Más allá del local y, sobre esa avenida espantosa que les dije antes, estaba otro puesto de Kebab. Pero estas no eran como las de antes, eran parecidas a la que te venden unos muchachos africanos en la calle lavalle, vayan que es riquísimo y, de paso, pueden impresionar a sus novios/as como gente de mundo, con un pan finito y, cosa rara en Estocolmo, con culadas de picante. Lo bueno de ese local era que, aunque te cagaras de frío, podías sentarte en la vereda, que estaba abierto hasta bastante tarde a la noche y que podías elegir que salsa ponerle a tu sándwich. En aquellos tiempos había muy pocos lugares para salir de noche, dicen que eso cambió pero, cuando anduve por allá, la ciudad era un desierto, había boliches en los que no dejaban entrar a los extranjeros. Uno de los pocos boliches que había era un pub muy de cuarta que era donde paraban los taxistas. Una vuelta apareció un pibe, no se de donde era, argelino, tunecino o algo así, después de contactar a todos los grupos posibles consiguió crear una discoteca cooperativa de los grupos juveniles. El lugar estaba muy bueno pero era para escuchar rock y para bailar. El rock si, pero me temo que bailar no era lo nuestro.Por último, pasando el boliche de las Kebab estaba la biblioteca central. Así como extrañar, extraño a los amigos que se quedaron o que se dispersaron por el mundo. Fuera de eso, hay dos cosas más, en primer lugar las bibliotecas increíbles que hay en todas partes, te traen el libro que vos quieras, en el idioma que vos quieras y te podes llevar el libro a tu casa. Y extraño los locales que había por todos lados con piletas de natación, climatizadas claro, y con gimnasios del puta madre, la entrada era, prácticamente, gratis.

En nuestras pampas, la edad de los libros ya nos pasó de largo y, muchos, hacen la gimnasia, corriendo la coneja que es un ejercicio estupendo.

Rinti: "Murió Paul Newman, supongo que eso me deja como el último actor carismático de Hollywood"

rr

No se si dieron cuenta pero la oposición quiso juntar diputados para votar contra el aumento de tarifas y no pudo, no van ni sus propios diputados.

Los buchones de Clarín están totalmente loquitos, pensar que ya no vamos a poder seguir "montaña rusa" por Volver.

No hay acuerdo posible con el FMI, es razonable que el gobierno lo busque pero el fondo no ha cambiado su política de siempre. http://elhombre3.blogspot.com/2009/10/otro-pais-destruido-por-kirchner.html

Sigue la invasión criolla a Suecia, tiembla el gringaje.

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