Torturar y matar a los presos nos va a dar un mundo más seguro.

No se como serán las cárceles ahora, hay quien dice que están peor, yo pasé por Devoto pero no por los pabellones sino por una parte donde había celdas más chicas. El lugar era oscuro, sucio con colchones hechos mierda y los presos vestidos con andrajos. Los días se iban en eternas rondas de mates para disimular la escasez del rancho al que llamaban "tumba" por los restos óseos que flotaban ocasionalmente. Los presos comunes, estábamos con comunes, podían, a diferencia de los políticos, leer el diario y traerse libros. Un preso, era un asaltante y se le achacaban varias boletas, me prestó el libro de Neruda "confieso que he vivido". Con nosotros no se metían pero entre ellos eran bastante pesados. Había una jerarquía donde los que tenían delitos más jodidos, más años de cana y más onda de "malos" estaban por encima de los delincuentes de poca monta y a su vez estos estaban por encima de la última categoría que era la de los garrones que estaban ahí sin haber hecho nada en especial. “Portación de hambre y frío” les decían. Después de unos días nos mandaron a la U9 de La Plata donde éramos mayoría los políticos y donde los comunes que había eran como empleados de la cárcel. Siempre me acuerdo del peluquero. En realidad creo que había un milico que se encargaba de eso pero los que te cortaban el pelo eran un par de presos. Me acuerdo de un pibe, para mi era un tipo grande pero en realidad debía andar por los 20-21 años, decían que era un asaltante de los que mataban a sus víctimas y que tenía para unos 20 años más de cárcel. Que ese, justo ese, pibe manejara unas tijeras puntiagudas a tu espalda era un comentario frecuente entre los políticos. Pero recuerdo haberlo visto y tenía una mirada mansa, bovina diría algún escritor, desprovisto del arma y del momento de ferocidad del asalto era un pibe más. La última vez que nos vimos yo sabía que estaba para salir, o al menos eso esperaba. En la cárcel nos cortaban al estilo Hitler al rape en los costados y nos dejaban una especie de jopo en el medio de la cabeza. No era una mohicana, era Hitler. Le pedí que, por una vez, me cortara todo al rape. Se despidió con una sonrisa. Nunca supe como se llamaba. Me pregunto si habrá sobrevivido a la cárcel. Me acuerdo de las cosas que contaban sobre la cárcel de Olmos las ejecuciones entre presos se hacían calentando querosén en un tacho, el querosén calentito se prende y otra que Terminator. Las revistas estaban prohibidas de modo que un preso podía pasar hasta el fin de sus días paseándose por los pabellones grises, durmiendo en sus camas grises y vestidos de azul oscuro y gris. Los presos vivíamos cagados de hambre, sin embargo decían los presos viejos que la tumba que recibíamos en la U9 era una especie de delicia de gurmet. En la cárcel de Olmos dicen que fue cuando empezó a faltar la yerba que se rechiflaron. Dicen que el gran rechifle fue apenas antes del 73, Que violaron a los guardias antes de matarlos. Cosas de presos. No pude evitar, y eso que quise, enterarme de la última aventura del "periodismo verdad" del Clarín. Los presos K salen de la cárcel cuando quieren y participan de actos políticos. Si me preguntan a mí, suena como una forma de maltrato (obligar a los pobres presos a escuchar discursos sobre la liberación nacional y la unidad latinoamericana, peor que leer el Página 12 los domingos) pero parece que es un hecho terrible. Que a un infeliz que está en cana lo lleven de vez en cuando a ver una obra de teatro parece que nos sumerge en la peor, en la más salvaje impunidad. A lo mejor los llevan a ver, que se yo, Hamlet, pongale, los presos salen sacados a matar a su tío y a joder a la pobre de la Ofelia. Es tedible. Por supuesto que el sentido común, que destruye ay! las mejores fantasías, nos indica que no es una salida, que los tipos están con las marrocas puestas y vigilados por milicos con fierros. Además están autorizados por un juez y todo eso. Por otra parte esa clase de actividades están de acuerdo a la jurisprudencia y a esa parte de la constitución que dice que las cárceles son para protección y rehabilitación y no para castigo. Al final esos liberales de hace 150 años no eran más que unos progresistas, entran por una puerta y salen por la otra es así, mire, vea. Por suerte ese liberalismo humanista ha pasado de moda y ahora tenemos el tea party, y el meta bala que hace que uno se sienta tan seguro... Respecto al Clarín está claro que esa forma de hacer propaganda se usaba en la guerra: se da información que es cierta y después se le pone un 10, 20 o 30% de mierda pura. Si lo desmentís vuelven a la carga. Y por cada espacio chiquito y poco profesional que vos tenes para aclarar lo que realmente pasa, ellos tienen sus 300 y pico de medios. El otro día quise escuchar la radio desde un auto, resultó que las únicas emisoras que se oían eran radio 10, mitre y esa mierda. Las emisoras que podían tener otra orientación no las podes agarrar y si tenes suerte suenan como el culo. El problema con el “capitalismo loco” que no es más que el negocio para un grupito. Puede ser que a algunos tipos, metidos en vaya uno a saber que tranza, les convenga que los presos estén para el culo, los balazos y la histeria por la inseguridad. Pero a la sociedad en su conjunto le sale mucho más barato llevar a los presos al Colón que aplastarlos como animales y que salgan para vengarse. No se, digo yo. Después en la blogosfera me encontré con que algunos que dicen que esas salidas son para gente como uno y que los presos "pibes chorros" no disfrutan de esos privilegios. Me parece posible pero eso no tiene nada que ver con la denuncia, además no me consta. En el peor de los casos todas las reformas tienen que empezar en alguna parte. Tenemos una deuda inmensa con nuestros presos, es uno de los problemas de derechos humanos más grave que nos queda. Eso y el problema de los medios de comunicación masivos que defienden la violencia y el maltrato. Aunque se escondan para hacerlo.