martes, 30 de agosto de 2022

Hasta dónde se puede renegociar la dependencia.

A veces puede pasar que el árbol no deje ver el bosque.

Reconozcamos que la persecución delirante contra Cristina es un árbol gigante. Yo escucho decir a muchos cumpas peronistas que es la “locura del odio”.

No es locura de nada, es el imperialismo.

De la misma forma que nos trajeron las dictaduras de los 50-60-70 nos traen la audacia, la desvergüenza, de la “justicia independiente”.

Hace unas horas Cristina nos recordaba los lazos “familiares” y de negocios entre los intachables fiscales de la democracia y los monstruos de la dictadura.

Nada nuevo bajo el sol, a Perón, a miembros de su gobierno, a civiles que solamente eran conocidos peronistas, hace más de 65 años le hicieron juicios, les embargaron las propiedades, los proscribieron y los metieron presos.

Si revisan los apellidos son más o menos los padres y los abuelos de los que están armando la farsa jurídica de ahora.

Si revisan lo que pasa en los otros países latinoamericanos es la misma milonga. Se podría decir que es el colmo del desprecio aplicar mecánicamente el mismo plan a 20 países diferentes.

En los buenos tiempos existía una llamada “escuela de las américas” donde formaban milicos asesinos y torturadores varios, no era tan popular en Argentina donde existía una escuela “antisubversiva” basada en criminales franchutes que habían estado torturando prisioneros y masacrando familias en Argelia.

La escuela ahora se dedica a “formar” jueces y fiscalitos varios, no sé cómo se llama, “usar la ley para cometer crímenes” supongo.

Debería haber 2 bandos y el apoyo a Cristina debería traerle popularidad al gobierno que, a su vez, debería aplicar una serie de medidas “populistas” que amargaran al departamento de estado.

Pero las cosas son un poco más complicadas.

El ajuste sigue.

No sé si se enteraron, es de interés nada más que de la clase media, los que hayan pedido subsidios para la luz y el gas no van a poder comprar los dólares que se podían comprar por homebanking.

Si ya se, me van a repetir lo mismo que yo pienso, pediste subsidio para pagar la luz y queres comprar dólares, etcétera.

El problema no es la incoherencia de la clase media, el problema son los votos del medio pelo.

Hay, no sé, periodistas, comentaristas, opinadores varios que hablan del ajuste como que “va a venir!” o como “se acerca!” y hace no menos de medio año que los salarios, jubilaciones e ingresos varios vienen bajando.

Desde ya aclaro que la respuesta, un mínimo de cordura, está solamente en el peronismo. Los economistas de la derecha no ofrecen más que desatinos, se quejan del déficit y al mismo tiempo quieren aprobar rebajas de impuestos para los ricachones en el parlamento.

Es razonable prever que un sistema donde tan poca gente tiene tanta representación, los macristas tienen la mitad de la cámara de diputados y representan a menos del 1 % de la población, está condenado y a no muy largo plazo.

domingo, 21 de agosto de 2022

Milagro argentino: record de exportaciones con la gente cagada de hambre.

Si, la exportaciones son record, se habla de 15-20 mil millones dólares de ingresos que desaparecen, más o menos, inexplicablemente.

Existen, habría que ver si realmente existen si no son una especie de testaferros, unos grandes productores-exportadores en un sistema que es opaco a niveles incomprensibles.

A mí los tipos de clase media, no es mi caso que soy un piojo que no resucitó, se me quejan de los impuestos, cualquier pequeño productor, comerciante o laburante calificado, anda perseguido por la AFIP o como se llame.

Es loco pero es verdad, la clase media paga demasiados impuestos.

Reitero que estoy hablando de conocidos míos es decir bichos chicos, tipos comunes.

No solamente impuestos, el control sobre los piojos de clase media es cada vez más grande. Nos hicieron firmar una declaración jurada de que no tenías un auto nuevo o propiedades y si no te enchufan un tarifazo.

Hay control sobre los clase media y no sobre los ricos ¿no es genial?

Entre la clase media y los exportadores el abismo es cada vez más grande.

Para empezar rige lo que yo llamo “el fenómeno de la banana”.

Hace mucho tiempo, cuando vivía en Estocolmo, estaba sorprendido de la presencia ubicua de bananas en todos lados, no solamente eso, el sueco medio, eran buenos tiempos, se morfaba una buena cantidad por día. Quiero decir que era barato.

Qué más se puede pedir ¿no es cierto? Un alimento sano y que cuesta 2 mangos.

¿Por qué carajo, mis queridos lectores, las bananas, las naranjas, algunos tipos de carne, estos gringos, que lo importan todo, lo pagaban/pagan tan barato?

El secreto del gran imperio es que compran la materia prima por 2 mangos, no hay ninguna unión de países bananeros, por algo son/somos bananeros, que se ocupe de decirles que las bananitas valen tanto y que si no pagas no.

Lo más fuerte en ese sentido fue la unión de países productores de petróleo ¿recuerdan? Que terminaron, o bien bajo gobiernos de ocupación como Arabia Saudita o conquistados como Irak o Libia o hechos mierda en una guerra como Siria. Hay ejércitos de ocupación europeos o “intervenciones” en Nigeria, y otros países africanos que podrían tener petróleo o que quedan cerca de países con el oro negro.

Lo que quiero decir es que estamos vendiendo, supuestamente, culadas de trigo, soja, maíz, carne y dios sabrá que, por 2 mangos.

Es peor que eso, estamos vendiendo un recurso, el sol, la tierra, la fertilidad, el agua, por 2 mangos.

Es más pior todavía porque da la impresión que los productores, los exportadores y bichos varios son una sola cosa. Da la impresión de que, por vía de la tranza o el robo legalizado, el pago por nuestros recursos no nos llega, ni siquiera lo podemos usar para pagar la deuda, claramente ilegal, que tomó Macri.

Hay una voltereta y los productores-exportadores-importadores y los que sea que la levantan en pala, se la llevan y todo queda en esos bancos misteriosos de las Islas Caimán o como mierda se llamen.

Se están llevando nuestro trigo gratis mientras los argentinos debajo de la clase media se cagan de hambre.

Pero no me hagan caso, debo ser yo que me radicalicé mucho, que exagero o que acuso a ricachones inocentes y al imperialismo sin pruebas.

Seguro que estoy equivocado.

Que no hay record, o algo así, de exportaciones.

Y seguro que los pobres la están pasando de fiesta.

Yo les quiero contar que, en aquellos tiempos, a los países bananeros los choreaban pero les dejaban unos mangos.

¿Saben porque hacían eso? ¿Por qué eran buenitos? ¿Por respeto a los derechos humanos? ¿Por Jesucristo?

Lo hacían porque si se pasaban de cirujas con la banana podía venir Fidel Castro y algún delirante pro-soviético.

Pero ya no, las colonias estallan en pedazos y a nadie le importa.

Como se habrán dado cuenta me faltan en esta descripción los gobiernos progresistas.

Por algo será.

sábado, 13 de agosto de 2022

Algunos apuntes científicos e imparciales sobre cómo la gente común, de a poco, se caga cada vez más de hambre.

Desde Macri, aunque mucho de esto venía desde antes, disfrutamos alborozados de un boom de exportaciones. Puede ser que en algún momento, hace décadas, exportar servía para traer dólares e industrializarse.

No estoy muy seguro de eso pero vaya y pase.

Se supone que debería existir una cuota, todo el mundo dice que la hay, que resguardara el mercado interno.

Los exportadores deberían perder plata, algo, poquito, vendiéndonos pan barato.

Uno tiene la impresión de que el cupo no se cumple, que exportan todo y que nos cobran como si fuéramos europeos.

Además los dólares, que deberían llover de la exportación, se van. Los tipos están sentados sobre 10, 15 o 20 mil millones de dólares y no liquidan.

O liquidan y se fugan.

O contrabandean.

No solamente eso, como si los exportadores no fueran suficientes, tenemos a los importadores que traen basura comprada con dólares de 150 pesos y te la venden a un dólar a 350 o que toman deuda o que hacen una serie de trampas.

Y como si eso todavía quedara alguna duda tenemos a la clase media que se las rebusca para viajar por Europa con dólares, inexplicablemente, baratos.

Ya los conocemos, son esa clase extraña de empleados coloniales, revientan fortunas en estupideces y después se quejan del país.

Industrializarse es intrínsecamente progresista, da buenos laburos y permite exportar y lo que ustedes quieran, pero con un 30-40 o más % de componentes importados ya no estoy tan seguro.

Eso no es industria es ser una factoría.

Se me olvidaba que deberíamos estar exportando, por ejemplo, culadas de autos al 1er mundo y que no nos dejan porque tienen una serie de leyes proteccionistas que no te compran ni un tornillo.

Si eso no fuera suficiente, la mayor parte del mercado está en manos de empresas del 1er mundo que… ¿qué otra cosa esperaban? se llevan los dólares.

Es interesante, 1ero tenemos una especie de economía dolarizada, las viviendas por ejemplo las devaluaciones continuas han convertido, incluso deptos. modestos, incluso ranchos en inaccesibles.

Es imposible, no ya para un trabajador, para un tipo de clase media bien, comprar una vivienda.

¡Incluso los créditos, impagables, en dólares han desaparecido!

Por supuesto que las subas continuas del precio de los alimentos han convertido la falta de viviendas en una trivialidad.

Si por el contrario el peso se pone durito, me viene el recuerdo de los dólares de Macri a 20 pesos, la catástrofe lleva a la explosión de la deuda externa, solucionada por el préstamo imposible de pagar del FMI.

La gente común, que tuvo la pésima idea de haber nacido pobre, duerme bajo cajas de cartón, papel de diario o bolsas de plástico.

Pero nadie se fija en eso porque, por suerte, tampoco tienen para comer.

No son los dólares, en última instancia importan un carajo. Es la obligación de exportar la comida al punto que la gente se cague de hambre.

Es más, el precio de la comida que exportamos no lo ponemos nosotros.

Si yo tengo, supongamos, uno es del 3er mundo, bananas en mi huerta, les pongo un precio, debería calcular cuánto me cuesta, no sé, el fertilizante y el machete que necesito y un par de changarines, lo que se les ocurra, de ahí cuanta guita espero ganar y pongo el precio.

Si no me pagan lo que corresponde no vendo, como banana frita.

A nuestra comida le ponen precio en Chicago o donde sea.

Si no nos pagan lo que pedimos que le compren el trigo a Ucrania.

Pensaba escribir que estamos como en el virreinato pero ¿saben qué?

Al bueno del virrey Cevallos le hubiesen pegado una patada en el culo si hubiese permitido semejante grado de dependencia.

jueves, 4 de agosto de 2022

Donde aclaramos algunas cosas en el horrible pero cómico juicio contra Cristina.

Como ustedes saben nuestra Pampa salvaje soporta, desde hace décadas, niveles de inflación entre los más altos del mundo. No es raro que exista un mecanismo para subir los precios de una obra mientras se está ejecutando.

El ajuste de los precios de obra pública seguía los lineamientos instalados por Duhalde, establecía que debería haber un ajuste cuando el INDEC marcara más del 10 % de inflación. El macrismo, aparte de subir la inflación, bajo el límite para los reajustes de precios al 5 %.

Para determinar las subas en las obras existía, existe un complejo mecanismo en el que participaba Vialidad Nacional y la, ¿qué será eso?, Sindicatura General de la Nación ¿Quiénes fueron los campeones de los aumentos de precios de las obras? Si, adivinaron, los funcionarios macristas: Igualcel y, ese tránsfuga hoy medio oculto, Dietrich. Iguacel se encargó de perseguir a los empleados de Santa Cruz.

Por otra parte los atrasos fueron iguales a los de cualquier Obra Pública en cualquier parte del país y se basan en algo muy simple: si falla una máquina hay que traer un repuesto desde Buenos Aires.

Los testigos que ratificaron la ausencia de atrasos y la transparencia en las redeterminaciones de precios eran todos por la fiscalía ¿cómo es posible? los fiscales, grandes juristas ellos, llamaron a testigos que demolieron su propia causa. No les importa nada.

Decían que Lázaro Baez, el mismo que estuvo 4 años preso con preventiva, los derechos humanos te los debo, se había “apoderado” de otras empresas de construcción, los antiguos dueños desmintieron todo.

Decían que las obras no figuraban en el presupuesto y, que otra cosa esperaban, era mentira. Figuran votadas en el parlamento.

Decían que se habían pagado obras que no se construyeron, otro balurdo más.

Decían que había habido atrasos enormes y nada que ver.

En algún momento del juicio, hace un par de años, testificó un tal Leandro García, que fue titular de vialidad en Santa Cruz, como una especie de interventor puesto por… adivinen quien: ¡los macristas! El tipo declaró que canceló los contratos de obras de Lázaro Baez porque “las obras estaban paralizadas” ¡ahí está! Vieron, bueno las obras no se movían por falta de pago, así es, los macristas decidieron no pagar y le echaron el fardo a Baez, aclaremos que está todo probado con papeles, aunque no pesen tantas toneladas. Son unos genios.

Garcia declaró, en juicio bajo juramento, que en todo el país las obras tenían atrasos. Por cierto que los macristas paralizaron todas pero todas las obras, no solamente en Santa Cruz.

Marcelo Bianchi, fue y es titular de la Unidad de Auditoría Interna (UAI) de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), un tipo más bien irreprochable, el informe que hizo fue usado por Iguacel para hacer su denuncia, no sabemos porque, mejor dicho probablemente porque no les quedaba otra ¿qué dice el informe de Bianchi? nada, no encontró cosas extrañas, ni curros, ni grandes irregularidades. Es importante porque es en ese informe en el que se basa todo el juicio.

¿El juicio se basa sobre un informe que dice que no hay nada? Si.

Bianchi ratificó que todas las obras, incluso en la provincia de Buenos Aires que queda cerca y no tiene nieve, se atrasan. Quedó, además, claro que solo se pagó lo que se había construido. Y que Baez ganaba las licitaciones porque las empresas locales tienen ventaja, andaba bien en Santa Cruz porque jugaba de local, perdió casi todas las licitaciones fuera de la provincia.

El ingeniero Justo Pastor Romero fue designado por, ya saben, ese tal Iguacel, para auditar las rutas de Santa Cruz construidas durante el Kirchnerismo. Lo contrataron los macristas, se imaginan, se viene un testimonio demoledor, de 10 toneladas y de sentido común. El ingeniero encontró que la discrepancia entre los pagado y lo construido era del 0.006 %. La construcción era mejor y a Santa Cruz le había salido más barata que a otros distritos.

Pero Iguacel no se dio por vencido, no señor, algo raro tiene que haber, contrataron a una consultora privada llamada Consulbaires, ahora sí, ahora si los quiero ver, ¡tiemblan los K!, por supuesto no encontraron nada pero cobraron una culada de guita, eso para los que opinan que no se gana guita fácil en este país.

No solamente eso, Iguacel, soldado heroico, no solamente hizo los papelones que venimos siguiendo, al dejar de pagar las obras hizo que se hicieran mierda ¿para qué? Para castigar a los K, por supuesto.

Entre las obras viales de Santa Cruz y Cristina hay, según quien lo cuente, entre 13 y 17 niveles de conducción, suena mucho pero es lo normal entre el presidente de la república y una ruta en una provincia. Atribuirle la responsabilidad al presidente es una ridiculez no hay sentido común ni poco común que valga. Eso en el caso que hubieran aparecido irregularidades cosa que, como vimos, no ha sucedido.

En el año 2016 nace una estrella, un radical llamado Alejandro Nieva, anduvo por los medios de comunicación y habló de “direccionamiento” hacia Baez y de sobreprecios. En el, oh! tan lejano, año 2021 este tal Nieva se presentó a declarar, ahora si ¿eh?, se acabó la leche de la clemencia, este Nieva va por todo, no se escapan los K de está implacable acusación. Bueno, será de dios y la virgen que Nieva, nievita, nievecita, se desdijo, algo le pasó, Baez lo compró, cayó un meteorito, perdió Boca, invadieron los rusos y Nieva ni se acordaba de haber denunciado a naides. Nieva no fue, no estaba, no se acordaba, no estuvo.

No se vayan porque hay más.

Ustedes, mal pensados, creerán que ya fue suficiente que esta farsa de juicio sin pruebas ya dio todo lo que tenía que dar. No, falta, sin ir más lejos el portero del edificio donde vive Cristina que, increíble, tampoco vio ni sabe nada. Si el portero no se entera es porque la cosa viene grave.

El que si declaró, testimonio demoledor si los hay, es ese tal Fariña. Fariña dijo que Baez le dijo, que había sobreprecios. Si, ya se, con tal de no ir en cana este pibe te declara el año nuevo, la constitución y la guerra al Paraguay. No se entiende porque ningún perito puede probar ni los sobreprecios ni las obras pagadas sin terminar ni ninguna otra cosa. Misterios del universo mis queridos. Además, genio, se negó a declarar bajo juramento. Ya sé que suena como que los estoy jodiendo pero es así.

Todavía hay más declaraciones, lógico el juicio lleva más de 6 años, aparecieron los funcionarios del gobierno de Cristina que volvieron a asegurar que el presupuesto para las rutas se vota en el parlamento y lo controla el parlamento. Es decir si Cristina o cualquiera hubiese querido darle rutas a Baez o quien sea no hubiese podido hacerlo.

Por último nos queda la batalla de los peritos, un tal Ely Bona comparó una ruta real con una que se licitó que no se pudo hacer porque el presupuesto no estaba bien calculado y que no se volvió a licitar. Es decir comparó una obra real con la nada misma. El perito de la fiscalía comparó una obra real en Santa Cruz con otra en provincia de Buenos Aires ¿Quieren algo técnico? Al asfalto lo fabrican en Ensenada, para transportarlo a hay que llevarlo a cierta temperatura, imaginate lo que cuesta llevar asfalto a Santa Cruz y además calentito.

Sobre todo eso: Calentito.