lunes, 17 de agosto de 2015

Donde escribo un comentario político ¿Para qué me meteré en estas cosas? Y, ya que estamos… ¿Por qué no se baja Macri?

Primero, el “progresismo” anti K tuvo sus momentos, recuerdo que en un par de casos, creo que aerolíneas, pudo haber sido otro, no se, terminaron por empujar al gobierno a crear una empresa estatal. Pero algo les pasó, empezaron a cambiar el discurso, más o menos izquierdista, por el discurso “global”, empezaron a decir que el problema ¿Recuerdan a Pino a partir del 2008? Era, no se, el calentamiento, el aborto, que es posterior al calentamiento, ese chiste fue muy bueno, perdón, se me chispoteó, los derechos de las minorías, la trata de personas, el Ébola, la extinción de los osos polares, cualquier cosa menos el imperialismo.

Lean mis labios: Si tu problema principal no es el imperialismo entonces no tenemos nada en común. No hay siquiera una base para discutir.

Los líderes “centro izquierdistas” se volvieron asiduos de Clarín, recibieron la cálida adhesión de los sojeros, algunas de sus más odiosas características de clase empezaron a ser exhibidas sin prejuicios.

En general el progre-liberalismo se fue desdibujando y salieron a cazar populistas junto con Lilita, y con Pato Bullrich.

En si mismo no hay nada malo en que el progre-liberalismo desaparezca. Salvo que los votos se están yendo para la derecha. Los votos radicales, por ejemplo los de Stolbizer se fueron con el PRO, la elección de Vidal es disparatada y desproporcionada desde cualquier punto de vista. Del Sel parece un estadista comparado con Vidal. No puede ser que un millón, y me quedo corto, de votos radicales se hayan ido de esa forma, alguien, en algún lado, metió la pata. La campaña no fue buena, Scioli, a fin de cuentas, no atraía tantos votos “peronistas” como creíamos, hay gente humilde a la que la AUH, el procrear o lo que sea no le llegó. Tampoco es que haya que entrar en pánico.

Pero me llama la atención que, después de 12 años y batallas culturales ganadas y etcétera parezca que mucha gente, clase media media y baja también, crea que, al final, el bueno de Cavallo tenía razón. Al final había que recortar y achicar y bajar los sueldos y tener a medio país desocupado y dolarizar y firmar un libre comercio que nos permita vender la soja barata a cambio de mierda cara.

El verso neoliberal vaya y pase, pero tenemos como un brote de diarrea mental, no puede ser que el joven eterno, la gran esperanza blanca, hable una pelotudez, un sinsentido detrás de otro y que no llame la atención. Es más peligrosa la ridiculez de prometer baja de impuestos con aumento de la recaudación que el ajuste y el endeudamiento. Más que a una dictadura neoliberal asistimos a un rebrote de la dictadura de la chantada. No hay coherencia alguna en Cavallo-Melconian-Broda-Espert y quien sea, son, simplemente, chantas, buscan cualquier arreglo para ganar unos mangos, quieren la comisión del megarcanje, lo que pase con el país les ne frega. Lo tremendo es que tipos que son dueños del país en serio los tienen como bufones para que los entretengan y después los ponen de ministros ¿Está en su sano juicio un tipo que le paga, cifras astronómicas para los argentinos de a pie, a Broda por una consultoría?

Que el centro político se disuelva para que surja con todo un partido de derecha extrema no es divertido, uno puede burlarse de un ser patético como Binner, pero el ascenso de la derecha no me causa ninguna gracia. A veces el discurso de los peronistas me hace pensar que vivimos en Noruega que, con un gobierno de extrema derecha, todo va a seguir más o menos igual, se olvidaron lo que les pasó a los que, hace apenas meses, se pusieron en el camino de un negocio de Macri, pacientes y enfermeros fueron prolijamente cagados a palos, se dieron el gusto de golpear disciplinadamente sin matar, porque no les convenía intimidar hasta ese punto, sin errores ni excesos.

Con la caída de los populistas cae la democracia.

El marxismo habla de la antitesis, dice que entre el carácter masivo y colectivo de los medios de producción y la apropiación privada de la ganancia hay una contradicción insalvable. Algo de eso está pasando cuando tenes industria con trabajadores cada vez más calificados, un estado cada vez más sofisticado, ciencia y tecnología propia y la ganancia, y la inversión, está manejada por extranjeros semi-analfabetos como Ratazzi y compañía.

De ese empresariado brutal e ignorante sale la ola de irracionalidad, en ese sentido el drama de los inundados es una metáfora.

Una nota aparte merece la campaña para que se baje Massita, es interesante que el motivo para que se baje sería para que “gane la oposición”, yo no hice cuentas pero en una eventual segunda vuelta Massita mide mejor que Macri, eso es todo. Si la idea es que “la oposición gane a cualquier precio” debería bajarse Macri ¿Por qué no se baja? Algo que los periodistas millonarios de Clarín debieran aprender es que en la vida no se puede todo, no se puede joder a los populistas y además elegir al presidente que te gusta. Sería demasiado bueno. Deberían conformarse con la Massita, si después de todo tiene detrás a tipos tan retrógrados como Moyano o Barrionuevo ¿Qué más quieren? Pero no, están encaprichados con el tragabigote. Anteriormente decíamos que Del Sel se comía a los chicos crudos y que el voto antiMacri lo cagó, bueno, es eso de nuevo.


Dentro de un par de días vuelve lo más pior de todo, vuelven las locas aventuras en la Revolución Rusa! No digan que no les avise ¿Eh?

3 comentarios:

  1. No avive giles, que ya bastante hicimos con resucitarlo con lustó en la caba

    ResponderEliminar
  2. Muy buen artículo. Rescato la frase "...los votos se están yendo para la derecha...". Si me permite un modesto aporte, me parece que en eso consistió la ingeniería social del grupo Clarín. Deformó el humor social de forma tal que incluso los indeseados populistas tuvimos que claudicar al sapo de Scioli...

    ResponderEliminar

Piensa mal y acertarás